Fuente: Ámbito – La actividad industrial se derrumbó 1,8% el año pasado, en medio de un contexto económico adverso y de una elevadísima inflación. En este 2024, el panorama no es para nada alentador y el sector reacciona en consecuencia.
Desde el sector de las pymes industriales anticipan un apagón productivo que asestará un golpe tremendo a este eslabón del entramado productivo nacional. El sector emplea al 64% de los asalariados y aporta cerca del 44% del Producto Bruto Interno (PBI) y fuentes del negocio de las subastas advierten que se está dando una aceleración en el remate de maquinaria industrial, ya sea por cierre o por pura anticipación al modelo “que se viene”.
Cabe recordar que la actividad industrial ya venía en caída con un 12,8% interanual en diciembre y con nueve de las 16 ramas manufactureras que habían cerrado el amo 2023 en rojo, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). A una ya golpeada industria, tras el cambio de Gobierno, le llegó el efecto de la devaluación, que se tradujo rápidamente en una suba de precios que alcanzó tasas del 25,5 % en diciembre y de cerca del 20% en enero, según cálculos privados. Esa situación pone bajo presión los costes productivos y en jaque al consumo, con un desplome de la demanda de bienes y servicios.
En ese contexto, la consultora Audemus señaló en un informe que espera un apagón productivo con un desplome promedio del 5%, con las caídas más pronunciadas en Construcción, Industria y Comercio. “Se trabajó sobre dos escenarios: uno optimista y otro pesimista. En ambos, se anticipan caídas para 13 de los 16 sectores productivos durante 2024”, advierte el informe.
Crónica de una crisis anunciada
Esto ya fue advertido por una encuesta de Industriales Pymes Argentinos (IPA), que arrojó que el 78,9% de las pequeñas y medianas empresas del sector espera que, por la caída del consumo en medio de la voraz dinámica inflacionaria, el atravesarán «una crisis de empleo» por el cierre de fábricas durante los primeros meses del año.
En ese contexto, Ámbito se propuso hacer una radiografía de ese vital sector para la economía y el empleo nacional y se encontró con una dinámica aprendida de crisis pasadas y que, al parecer, está en su etapa de arranque, por lo que los números para el segundo trimestre del año podrían ser más que alarmantes y tener una consecuencia muy grave: el remate de pymes industriales.
Aumentan las subastas de maquinaria industrial
Adrián Mercado, CEO y fundador de la firma homónima, explica en diálogo con este medio que tras la pandemia se vieron obligadas a pasar a un modelo de subastas 100% online, lo que generó un notable crecimiento de esa dinámica. Sin embargo, indica que es crucial destacar que este aumento “no se debió principalmente a un cese de actividades”.
“De hecho, el 90% de las subastas desde el inicio de la pandemia hasta el año pasado se llevaron a cabo por motivos de renovación, equipamiento y reestructuración”, con la salvedad de que un 10% pudo haber resultado de un cese total de actividad, “quizás un 15%”.
Sin embargo, ahora notan un nuevo patrón. Con el cambio de gobierno y las nuevas políticas de libre importación hubo un notable impacto en la demanda. “La caída en la demanda en el último mes refleja la adaptación de las pymes a la dirección que está tomando el nuevo gobierno», sostiene Mercado.
Un cambio de tendencia lamentable
“Los empresarios pymes, muchos de los cuales tienen más de 40 años, ya están evaluando cómo responder a estas medidas que afectan directamente sus operaciones”, asegura. Y explica que, ante la incertidumbre y “adelantándose” a la política gubernamental, “algunoshan optado por tasar sus industrias”.
“La tendencia se refleja en un promedio constante de uno o dos llamados diarios de pymes interesadas en tasar sus instalaciones”, dice. Y, según el referente del negocio de las subastas, este patrón se podría acelerar en marzo, “con la posibilidad de que aumente a tres o cuatro llamados por día”.
“Las pymes, que antes se enfocaban en reestructurarse y renovarse, ahora se enfrentan a la realidad de ceses parciales o totales de su actividad”, indica.
Las pymes tienen problemas para proyectar su futuro en el nuevo contexto.
La diferencia clave con los últimos cuatro años radica en la transformación de la motivación detrás de las subastas: antes eran impulsadas por la renovación y reequipamiento, mientras que ahora se deben a la adaptación a las medidas impulsadas por el Gobierno y a la caída de la demanda.
Pymes: la diferencia del ahora con los últimos cuatro años
Durante los últimos años, explica Mercado, el promedio se mantuvo constante entre 80, 90 y 100 pymes que llevaban a cabo subastas para renovar sus maquinarias debido a reestructuración, reequipamiento y otros motivos.
Como bien explica, este patrón se sostuvo a lo largo de los últimos cuatro años. Estos empresarios, que habían experimentado un período “exitoso aprovechando las oportunidades durante ese período de tiempo con la administración anterior, ahora tomaron la decisión de vender estratégicamente”.
Sin embargo, lamentablemente, la situación ha cambiado, y hoy en día, vender maquinarias e instalaciones “no será tan beneficioso como antes”, lo cual acelera la dinámica de los empresarios de deshacerse cuanto antes de su industria. “La realidad actual indica que es probable que estas ventas se realicen a un valor aproximadamente del 50% de lo que valían el año pasado”, sostiene Mercado.
Inminente cierre de pymes industriales
Daniel Rosatto, presidente de IPA en declaraciones a Ámbito, advierte que, de continuar esta tendencia, podrían cerrar “más de 10.000 empresas en los próximos años, lo que tendría graves consecuencias para el empleo y la economía del país”. El referente industrial asevera que “han cerrado y se han rematado empresas”, por lo que la palabra de Mercado sirve de termómetro para saber realmente “qué es lo que va a pasar y lo que está pasando».
“De persistir esta situación económica por la que estamos atravesando, va a comenzar el cierre de empresas y, sin ninguna duda, se van a acelerar los remates de compañías enteras y de maquinarias”, agrega el presidente de IPA. “Esto es una realidad, ya la hemos vivido, entonces lógicamente que existe un gran temor”, añade.
“Sabemos que las condiciones están dadas para que ocurra, porque estamos hablando de algo que ya vivimos con otros gobiernos de políticas similares, como con el gobierno de Carlos Menem y más recientemente con el de (Mauricio) Macri”, ejemplifica Rosatto.
Entonces, “todos estos factores nos hacen pensar que vamos por ese mismo camino y que no nos queda duda de lo que va a ocurrir”, lamenta Rosatto. Esto se debe a que, según denuncia, “no hay ninguna señal por parte del Gobierno de que esto pueda ser diferente, lo están diciendo abiertamente». Y alerta: “Nosotros no dudamos de que acá en adelante pueden cerrar más de 10.000 empresas en un año, en dos años, muchas más”, concluye el referente industrial.