Fuente: BAE ~ Para la Secretaría de Industria, el sector fabril registró una contracción de 1,3% mensual durante enero. Como se viene de la pandemia y de la fuerte baja productiva que signó a la etapa final de Cambiemos, fue, a la vez, el mejor inicio en cinco años.
Aunque desde la Secretaría de Industria celebraron que la producción fabril está operando por encima de los niveles de salida de la pandemia, las primeras estimaciones oficiales mostraron que enero arrancó con una nueva contracción del sector. Según el IPI-Cammesa que realiza Industria todos los meses, la baja fue de 1,3%, similar a la que ya se había registrado en diciembre, y estuvo motorizada, a priori, por los efectos de la sequía, que tuvieron un impacto en cadena sobre la agroindustria y sobre la química. Aun así, fue el nivel de producción más alto, para un enero, desde el 2018.
El IPI-Cammesa es realizado todos los meses por el Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI), que pertenece a Industria, y busca, a través de los datos de consumo energético de las industrias, predecir lo que publicará el Indec en su Índice de Producción Industrial (IPI) manufacturero. En diciembre el IPI del Indec mostró una baja de 1,2% y, ahora, desde Industria proyectaron otro tropezón, esta vez de 1,3%.
Hubo, en cambio, una mejora de 4,1% respecto a los niveles de enero de 2022, cuando todavía el sector industrial se estaba recuperando del derrumbe que había generado lo peor de la cuarentena. Con todo, resulta destacable que la industria, en cualquier caso, sigue operando por encima de los niveles que dejó la gestión Cambiemos, ya que presentó la producción más alta para un enero desde el 2018.
Desde el CEP-XXI reseñaron: “En enero, el índice adelantado de actividad industrial elaborado por el CEP-XXI (que toma el consumo de energía sobre la base de Cammesa) creció 4,1% interanual y 7,3% respecto al mismo mes de 2019. Así alcanzó la producción más alta para un mes de enero desde 2018. En términos intermensuales cayó 1,3% que puede deberse a la sequía que afectó a la molienda de oleaginosas -en enero las cantidades de la molienda cayeron un 22% interanual y un 15,8% intermensual- y a la producción de biodiesel que impactó en la industria química -ésta última registró una caída mensual del consumo eléctrico del 1,4% intermensual-”.
La mejora interanual de 4,1% se explicó efectivamente por el bajísimo nivel que había tenido el arranque del 2022, no sólo porque se venía de la contracción pandémica sino porque en particular ese había sido un mes muy malo, con una baja mensual desestacionalizada de 6,3%, provocada por los cortes de luz programados, frente a una escasez energética coyuntural. En enero del 2023, tal como detalló la consultora Orlando Ferreres y Asociados, hubo vacaciones adelantadas en diciembre, lo cual impactó en más producción.
Desde Ferreres remarcaron observaron una contracción mensual de 1,5% y afirmaron: “Durante el primer mes del año la industria logró anotar un avance de 2,9% en la medición interanual, aunque el avance se relaciona más con el flojo comienzo que observamos durante enero del año pasado que con una mejora real. De hecho, la medición sin estacionalidad registró una caída de la industria de 1,5% respecto de diciembre”.
Y agregaron para lo que viene: “Nuestro escenario base anticipa un sendero descendente para la marcha de la actividad industrial, afectada por una menor demanda interna, falta de divisas, y un contexto macroeconómicamente muy frágil y políticamente incierto”.