Fuente: Cronista – Aseguran que ciertos cambios impulsarían el sector generando más puestos de trabajo tanto directo como indirecto y reduciría el delito.
La falta de repuestos para autos, por diferentes circunstancias, es una problemática que se agudiza y que golpea por igual a comerciantes del sector como a propietarios de vehículos. La falta de insumos por limitaciones de importaciones y los altos costos han provocado un cimbronazo, dejando al sector casi al límite de la falta de stock. A esta situación hay que agregarle una cuestión que no ha tenido debate público, pero que podría ayudar en gran manera a recomponer el mercado. Es lo que plantea la Cámara de Recuperadores y Venta de Autopartes (CARVA), una asociación sin fines de lucro creada en 2017, que nuclea a la mayoría de las empresas titulares de desarmaderos oficiales regulados por la ley 25.761.
«El problema es que en la Argentina la legislación vigente (ley 25.761 y Resolución de la Secretaria de Industria) establecen que de cada vehículo solo se pueden recuperar 30 piezas y el resto debe ser destruido. Esto limita el crecimiento de las empresas dedicadas a esta actividad, así como la generación de empleo, generando además mayor impacto ambiental dado que no se reutilizan la mayoría de las partes», explica José Luis Álvarez, presidente de CARVA.
Las compañías de seguro, a través de licitaciones privadas, proveen de vehículos que llegaron al final de su vida útil, los cuales mediante un proceso de desarme son reinsertados al mercado, como repuestos recuperados. Actualmente se descartan más de 35 mil automotores por año bajo esta modalidad. En los países desarrollados, los tratadores de autos descartados recuperan entre el 85% y el 95% de las 4.000 piezas que los componen, que a su vez pueden ser de hasta 40 materiales diferentes. En países como Alemania y Francia llegan aún más lejos, los autopartistas arman sus vehículos con piezas recuperadas como parte de sus programas de cuidado del medio ambiente.
En la Argentina, existen hoy 164 empresas legales dedicadas a la recuperación y comercialización de repuestos recuperados, generando empleo para más de 1.500 personas y basándose en la premisa fundamental de la adquisición lícita de autopartes usadas, la ética comercial y el cuidado del medio ambiente. «Queremos ser parte de la solución, que la gente sepa que podríamos aportar al mercado los repuestos que hoy son escasos, pero necesitamos un cambio en la normativa que establece que solo se pueden reutilizar 30 piezas de los autos que finalizan su vida útil, representando solo el 0,075% del total de piezas que componen un auto», aporta Álvarez.
«Es por ello que solicitamos la modificación del Marco Normativo vigente (Resolución 199/2005 Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa) autorizando a la reutilización del 85% de las piezas (no incluyendo ninguna pieza que afecte la seguridad activa del vehículo salvo que se den los controles previos pertinentes según normalización del INTI) al igual que lo países desarrollados», reclaman desde CARVA.
Este cambio, aseguran, generará importantes beneficios, como la reducción de impactos y emisiones perjudiciales para el medio ambiente; aumento del nivel de actividad del sector; generación de nuevos empleos tanto directos como indirectos; sustitución de importaciones con la consiguiente mejora en la balanza de pagos; desarrollar oportunidades de exportación y colaborar en la reducción del delito de robo de automotores, cuyo principal origen es la imposibilidad de adquirir la mayoría de los repuestos recuperados en el mercado lícito».