Una app argentina permite acopiar materiales a largo plazo en “criptoladrillos” y ganarle a la inflación

Fuente: La Nación ~ (@criptoladrillo) Se trata de la compra de tokens indexados por el valor promedio del ladrillo que permiten acopiar a plazos mucho más largos de lo que permiten los corralones con mejor rentabilidad que el dólar.

En un escenario en el que la inflación anual supera los 50 puntos porcentuales, el poder adquisitivo no acompaña la suba de precios, casi no hay lanzamiento de créditos para la construcción y el mercado inmobiliario se ve trastornado por la Ley de Alquileres, la población argentina atraviesa una crisis de vivienda.

Para ayudar a planificar en un contexto de incertidumbre, un grupo de abogados y contadores desarrollaron una aplicación móvil llamada Criptoladrillo que permite “comprar ladrillos digitales que se acopian virtualmente y se cambian al momento en que el usuario tenga ladrillos necesarios para equipar construir, refaccionar o equipar su casa”, explica Juan Pablo Derito, CEO de la iniciativa.

Desde su visión, esta metodología persigue el propósito de “crear herramientas que equiparen oportunidades en todas las escalas sociales”. Por ejemplo, para quienes tardan mucho tiempo en reunir los recursos para este tipo de obras pueden ahorrar bajo esta metodología por el tiempo que quieran. En adición, la aplicación facilitaría acopiar a largo plazo productos que no conviene almacenar por mucho tiempo, como por ejemplo adhesivos, y además podrían mantener dicho acopio por plazos más largos de los que permiten los corralones tradicionalmente.

A través de la tecnología trazable Blockchain, Criptoladrillo ofrece comprar tokens (llamados CLAD) al valor del ladrillo tradicional de 12x18x33 cm que más tarde el usuario puede canjear por materiales en un corralón asociado. Cada token cuesta $90,68 y se indexa según un promedio de los datos publicados por el INDEC, la Cámara de la Construcción y los precios que informan proveedores adheridos a la red. Cabe destacar que no se trata de una criptomoneda con fines financieros sino de un token canjeable por un bien exclusivamente.

En 2020 el valor del ladrillo aumentó un 80% frente a una inflación del 42%
En 2020 el valor del ladrillo aumentó un 80% frente a una inflación del 42%Ignacio Sanchez

Los fundadores del emprendimiento son Gabriela Linares (COO), Ignacio Althabe (CTO), María Migoya (Socia), Juan Pablo Derito CEO y Leonel Paletta (CFO) y el proyecto requirió de una inversión aproximada de US$130.000. Estiman que con la compra de tres ladrillos por día, el usuario tardaría tres años en juntar materiales suficientes para comenzar a construir una vivienda promedio de 50 metros cuadrados. Mientras tanto, para los que apuntan a hacer una refacción, “pueden cambiar chapa por ladrillo de su casa en un año”, ejemplifica Derito.

Según Derito, en los últimos años la variación del precio del ladrillo resultó mayor a la del dólar, o sea que es más rentable ahorrar en ladrillos que en divisas “En 2020 el valor del ladrillo aumentó un 80% frente a una inflación del 42% y el año pasado subió un 56% versus una suba de precios del 50,9%. Como los corralones dejaron de acopiar por más de seis a ocho meses, encontramos una forma de mantener el valor de la moneda y ganarle a la inflación”, manifiesta. Además, Daniel Muñiz -Vocero del Grupo Construya- aclara que “hay que tener en cuenta que los materiales tardan un promedio de seis meses en ponerse al día con la inflación o dólar, por lo que conviene acopiar”, y opina que este es un “buen momento para acopiar y construir” porque según sus observaciones los costos de construcción todavía no se terminaron de actualizar.

Cómo ahorrar en criptoladrillos

La herramienta de ahorro es entonces el primer paso para quienes planifican hacer cambios o construir de cero su vivienda, y permite hacerlo sin ocupar espacio de sus casas con los materiales. Para registrarse, deben enviar una foto digital de su DNI y realizar una prueba de vida con videos para autentificar que se trata de la misma persona. Una vez creada la cuenta, el usuario -que debe estar bancarizado- debe transferir dinero a la aplicación con el que después compra la cantidad deseada de criptoladrillos. Por esta transacción, la empresa le cobra un 2%, mientras que el porcentaje que se le cobra al proveedor puede variar. Una vez hecha la compra, el dinero pasa automáticamente al corralón para que este se abastezca y que el día de mañana tenga disponible en materiales el dinero que recibió. Quienes ingresan dinero de más en su cuenta y no desean canjearlo por criptoladrillos, existe la opción de retirar el monto sin usar.

El sistema permite acopiar a largo plazo sin la necesidad de guardar los materiales en una casa o depósito
El sistema permite acopiar a largo plazo sin la necesidad de guardar los materiales en una casa o depósitoRICARDO PRISTUPLUK

Los usuarios tienen un límite de compra de $200.000 por mes y de $2 millones anuales. Aquellos que deseen invertir un presupuesto mayor deberán presentar más documentación para justificar el origen del dinero, como -por ejemplo- podrían querer hacer los desarrolladores que planifican sus próximas obras. En cambio, la variable que no tiene límite es el plazo en el que se debe canjear, por lo que los clientes pueden ahorrar por uno, cinco, diez años o cuantos necesiten para cumplir con su sueño de la casa propia.

Como cualquier inversión, los usuarios necesitan asegurarse que su dinero esté respaldado. Para eso la empresa pacta un seguro de caución con una compañía de seguros, hace un análisis crediticio de los corralones asociados para garantizar la entregar de los materiales al momento del canje y auditan que los centros de distribución tengan acopiados los criptoladrillos transferidos. En caso de que no cumplan, la compañía puede romper el contrato y los proveedores se verían obligados a devolver el dinero equivalente por los criptoladrillos recibidos.

De momento, los proveedores pactados son Construya Al Costo y el Imperio del Cerámico con sucursales en La Plata, City Bell, Guernica y Cañuelas aunque sus creadores apuntan a crear una red que se extienda por todo el país. Por ahora, hay hasta 100 millones de tokens totales para canjear por pinturas, materiales para la construcción gruesa y en seco, piletas y sanitarios, cerámicos, porcelanatos, griferías, accesorios de baño, mosaicos, calcáreos y aberturas.En vistas al futuro, los emprendedores hablaron sobre la posibilidad de usar el sistema de canje para la compra de terrenos, al igual que la ampliación de las acciones de los usuarios como transferir tokens entre cuentas, regalarlos a modo de gift card y venderlos en caso de no quererlos más. En cuanto a los canjes, también apuntan a expandir el mercado y ofrecer productos más allá de la construcción, como electrodomésticos.

Efecto dólar: cómo impacta la “inflación verde” en el valor del metro cuadrado

Fuente: La Nación ~ La suba del dólar por detrás del aumento de los precios a nivel local y el incremento de la inflación en Estados Unidos impactan en el mercado inmobiliario.

Con un dólar que se atrasa frente a la inflación, ya no solo los pesos pierden su valor día tras día. ¿Cómo golpea la suba de costos en divisa extranjera a los desarrolladores? ¿Qué pasará con los precios de las propiedades? ¿Es momento de sacar los dólares del colchón y resguardarlos en ladrillos o todo lo contrario?

De forma sintética, Carlos Spina, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina (AEV), explica el fenómeno de la siguiente manera: “La inflación de costos en dólares en la Argentina se da porque hace 18 meses que el dólar está más lento con una inflación en pesos que no para de subir”. El desarrollador sostiene que eso no ocurriría si el dólar no fuera usado como ancla inflacionaria y subiera al ritmo de la devaluación. “Si la devaluación es menor que la inflación se da un encarecimiento en dólares”, señala a LA NACION.

No es que el dólar “esté quieto”, sino que su valor sube menos que los precios: en febrero, la divisa aumentó 18,7% interanual (el oficial pasó de $95,12 a $112,95 según los registros del Banco Central), pero la inflación fue 52,3% en el mismo período. El primer impacto se da en los emprendimientos en construcción, indica Martín Boquete, director de Toribio Achával. Aunque aún se encuentran en niveles bajos, “aumentan los costos de la obra en dólares y eso indefectiblemente hace que los desarrolladores tengan que subir los precios”, explica. Sin embargo, cree que el valor del metro cuadrado en pozo (promedio US$2484/m² según ZonaProp) y a estrenar (promedio US$2580/m²) no aumentarán en el corto plazo, debido al complejo contexto en el que se da el fenómeno.

“Los desarrolladores ya vienen de resignar ganancias para poder vender en un mercado tan débil como el que venimos viendo. Ya no tienen tanto más margen para bajar, por lo tanto, tienen que aumentar en función del aumento del costo. Pienso que, en los próximos 30 días, sí se van a dar subas”, pronostica.

Para Gustavo Llambías, vicepresidente de AEV, no es tan lineal. “Es muy difícil para los que manejamos proyectos de dos o tres años hacer conclusiones con lo que pasa en un par de meses. Por supuesto que el encarecimiento de costos en dólares no favorece, pero también era irreal la situación anterior, cuando el dólar saltó a casi $220 y parecía que los precios en dólares se habían pulverizado”, analiza. Para el desarrollador, cuando se habla de estos fenómenos no se puede sacar conclusiones rápidas. “Hay que mirar plazos más largos”, enfatiza.

En tanto, en el corto plazo, algunas fuentes del sector creen que el impacto podría verse en las propiedades usadas, cuyo valor se ubica hoy en US$2202/m². “Cuando el dólar se queda quieto las unidades usadas se venden más y por el contrario, las construcciones se venden menos”, asegura Diego Cazes, director de L.J. Ramos. “Para mí este es un buen momento para el usado”, sostiene.

Por el contrario, Llambías resalta: “El propietario que vende una unidad usada o a estrenar estaba pidiendo determinada cantidad de dólares y ahora esos dólares se consiguen más baratos”. Por eso, cree que los dueños pueden llegar a tener la tentación de subir los precios en dólares, aunque resalta que en este momento “eso es complicado”. “La principal conclusión es que la Argentina sigue con una inestabilidad y volatilidad muy grandes, que nunca favorecen los negocios y decisiones de inversión a largo plazo. Es una emergente más del problema”, concluye.

La inflación en dólares en Estados Unidos

Algo que se escucha en el sector en el último tiempo es que “es momento de resguardar los ahorros e invertir en ladrillos”, sobre todo cuando en Estados Unidos se registró, en 2021, una inflación anual del 7%, la más alta desde 1982. ¿Es correcto ese análisis? Para Federico González Rouco, economista especializado en vivienda, el fenómeno “le pone un piso a la caída del valor de los inmuebles”. “El valor del metro cuadrado ajustado por inflación en dólares es todavía menor y eso es malo en términos del patrimonio de los propietarios”, señala a LA NACION.

Según precisa, el valor nominal del metro cuadrado hoy se encuentra 11% por encima del mínimo del período 2014-2022, pero si se ajusta por inflación, la cifra pasa a estar 7% por debajo. “Mi conclusión es que e valor del metro cuadrado está cayendo mucho más de lo que creemos, porque asumimos que el dólar es algo estable, pero no es así, pierde valor y más ahora”, enfatiza.

“La inflación de Estados Unidos acelerando al 8,5% anual es un indicador a tener en cuenta porque significa, en un mercado con valores a la baja, que la caída real es todavía mayor, solo que no la vemos reflejada en los precios. Como con los pesos, pero ahora con los inmuebles”, afirma.

En tanto, Llambías considera que comprar bienes tangibles puede ser una buena forma de defender o resguardar el valor adquisitivo, “en especial cuando el dólar, que en la Argentina consideramos moneda de referencia, va camino a tener inflación de dos dígitos en Estados Unidos”, dice. Sin embargo, aclara: “Con inestabilidad, tanto local como global, todo es muy opinable”.

Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), sostiene que “guardar dólares en este nuevo paradigma macroeconómico global no es lo que se recomienda”. En un informe publicado en Reporte Inmobiliario expone: “Es evidente que es mucho mejor resguardar los ahorros en activos reales y los inmuebles son lo primero que hay que mirar”.

Sin embargo, reconoce que en nuestro país hay dificultades para hacerlo, entre otras cosas, “porque las rentas por alquileres están en su piso histórico”. De todas forma, asegura que el mundo se acerca a “una era en la cual los ladrillos están volviendo a brillar” y plantea que la inflación en el mundo se convirtió en “un aliado inesperado para el sector”.

En esa línea, para Boquete, la situación podría alentar a quienes “tienen los dólares bajo el colchón”. “Creo que pueden llegar a entender que es un buen momento para invertirlos en ladrillos, que van a seguir siendo dólares en el futuro”, asegura. Norberto Lepore, presidente de Lepore Propiedades, opina en el mismo sentido: “El consumidor final ve que sus dólares tienen menor valor para cualquier cosa, mientras que los valores de los inmuebles van a subir. Hay demanda retenida por un lado y gente que está comprando porque entiende que el billete se puede asegurar en ladrillo”.