Mercado inmobiliario: ¿es conveniente hoy tener un departamento en alquiler?

Fuente: Ámbito ~ El problema en el que se encuentra el mercado inmobiliario no es si ingresan dólares o pesos. Sino que radica principalmente que los demandantes no tienen ingreso para sostener el precio ideal.

Desde hace un tiempo alquilar en Argentina es toda una odisea, incluso la aventura de pagar un alquiler en Argentina se convirtió en un deporte de riesgo cada día más costoso. Los precios de los alquileres están por las nubes. ¿El cielo es el límite? Si nos ponemos a analizar las distintas leyes que se sancionaron y promulgaron por parte del Estado la situación en vez de mejorar, empeoró radicalmente.

Lo interesante de esta situación es cómo se movió el mercado en el último tiempo. Las inversiones inmobiliarias han sido un caballito de batalla para una parte de la sociedad argentina. Que hoy ve que los frutos de esas inversiones no son lo que esperaban. Los retornos se han desplomado de manera significativa acompañados por índices de inflación y depreciaciones cambiarias que agotaron las expectativas de una mejora en el sector.

Debemos entender quién es la demanda y cómo está compuesta la oferta dentro del mercado inmobiliario.

Uno de los alfiles de la política de recuperación macro post crisis de la convertibilidad fue la construcción. Un sector que muchos denominan como una industria virtuosa, ya que es intensiva en mano de obra y demandante de distintos productos dentro de la economía en su conjunto.

¿Pero qué valor generó la construcción en el último tiempo?

Los inmuebles prácticamente sin retorno de un sector que sufre de lleno los embates de la mala praxis económica de las últimas leyes de alquileres que ocasionaron más cuellos de botella en el sector inmobiliario que una mayor fluidez en las transacciones del mercado.

Ahora bien cómo podemos abordar la dinámica sino entendemos que pasaron los últimos 20 años en el sector.

Los grandes centros urbanos recibieron una fuerte inversión en el sector inmobiliario. Ya sean centros urbanos o las áreas más cercanas; tal es el caso de Buenos Aires, Rosario y Córdoba entre los distintos centros urbanos. Estos han visto un incremento del valor del metro cuadrado de manera sistemática y permanente durante casi dos décadas. Aunque con una economía más pobre, más desigual y que genera menos dólares que en toda su historia.

Ahora bien, si tenemos una estructura social más desequilibrada y una generación de ingresos menor, la conclusión a la que llegamos indefectiblemente es a entender que la demanda para alquilar inmuebles es más pobre en términos reales.

Para englobar el mensaje, recordemos que la propiedad es el stock de capital y el alquiler es el flujo de inversión. Aunque suene como una obviedad. Cómo los inmuebles no se pueden rentar a otro público que no sea el que vive en Argentina, lo denominamos un bien no transable. Paradójicamente el sector de la economía que más está pagando el ajuste. El sector que tiene ingresos en pesos y gastos en pesos. Distinto al sector opuesto que exporta y tiene sus costos pesificados y sus ingresos dolarizados que lo llamamos sector transable. Hasta ahora en la explicación tenemos una economía transable y otra no transable.

Ahora bien el problema en el que se encuentra el mercado inmobiliario no es si ingresan dólares o pesos. Sino que radica principalmente que los demandantes no tienen ingreso para sostener el precio ideal que conlleve a una inversión que retorne el capital abonado por el inmueble. Cómo esa situación es cada vez más alejada del punto de equilibrio, los propietarios deciden cambiar de segmento de alquiler o bien ir a vender a un mercado que está sobre ofertado. Todos sabemos que cuando sube la oferta más temprano que tarde el precio baja.

El exceso de oferta de inmuebles en el mercado se evidencia con el incremento de la construcción durante la etapa post convertibilidad y la etapa actual que también es más competitiva o barata en dólares, dada la brusca devaluación desde 2018 hasta 2021. Estos dos procesos lo único que están haciendo es generar más stock, más oferta y menor rendimiento de los alquileres.

En primer lugar, la oferta de inmuebles no solamente creció por la construcción sino también por el incremento del precio del metro cuadrado que permitió para los que salieron a tiempo muy buenas rentabilidades. Pero los que quedaron hoy atrapados con inmuebles ven perder cada vez más su riqueza porque la oferta es mayor que la demanda. Y además porque la demanda no puede pagarlo ya que el aumento del stock de viviendas fue creada para un segmento de la población que hoy no puede pagarlo.

Créditos hipotecarios en la Argentina: ¿cuánto hay que ganar y qué se necesita para acceder al «sueño de la casa propia»?

Fuente: A24 ~ El acceso a la vivienda es un problema que afecta a la mayoría de los argentinos. A24.com investigó cuáles son las condiciones para comprar una propiedad en plena inflación.

Mucho se habla de los problemas que ocasiona la Ley de Alquileres vigente y el debate gira en torno a qué puntos modificar para que sea una normativa beneficiosa a todas las partes involucradas. Sin embargo, hay un problema de fondo, que es el déficit habitacional, y que parece no tener una solución ni en el corto ni en el mediano plazo. Lo cierto, es que el sueño de la casa propia se desvanece y parece cada vez más lejano.

¿Cuál es la oferta crediticia actual para comprar una vivienda?

José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, describió la situación actual del mercado y el panorama es poco alentador.

La oferta crediticia actual real se limita a la propia financiación que pueda otorgar el vendedor y a créditos privados. La oferta bancaria se encuentra prácticamente fuera de la operatoria de las entidades. Aunque puedan mantener alguna línea, las condiciones de ingresos y los montos involucrados hacen inviable esta opción”, detalló a A24.com.

Daniel Bryn, presidente de Invertire Real Estate, coincidió en que la oferta es mínima. En su experiencia, los bancos públicos son la única opción vigente, pero difícil acceder a sus créditos hipotecarios por los requisitos que exigen y las pocas personas que los cumplen.

“Hoy, a manera de ejemplo, tenés 164 mil viviendas en venta, 1.300 se venden y sólo 120 se hacen con hipoteca. Estamos a un nivel bajísimo respecto a años como el 2017 o 2018 donde casi 6 mil se hacían con hipoteca. Era en plena época de los créditos UVA”, graficó el especialista.

Pocas son las opciones crediticias para comprar una vivienda.

Pocas son las opciones crediticias para comprar una vivienda.

¿Qué es un crédito UVA?

La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) es un índice que se ajusta por inflación. Es una tasa que se actualiza de forma diaria a mes vencido. Este índice es una unidad de cuenta independiente de otros activos -como el dólar o el peso argentino- que creó el BCRA el 31 de marzo de 2016 con el objetivo de «permitir el acceso a deudas y créditos, y actualizarlo día a día al ritmo de la inflación», según detalló José Rozados.

Y amplió que este «es el único mecanismo que permite créditos de alto monto a largo plazo».

En tanto, el analista financiero Christian Buteler, explicó que «con la suba en el valor de UVA, lo que se refleja es la depreciación del peso argentino. Es decir, que si hoy tomamos un préstamo por 100 UVAS, al transformarlo en pesos equivale a casi $10 mil. En un año cuando actualicemos -suponiendo que la UVA este a 200 pesos- entonces el préstamo de las 100 UVAS se va a transformar en $20 mil».

Y agregó: «La Unidad de Valor Adquisitivo hace mantener el valor del capital que te prestan actualizado. En un país como Argentina que es inflacionario crónico, cuando tenés procesos de aumentos como ahora, se pierde contra los salarios. Es decir, se destina más porcentaje del sueldo para la cuota«.

La UVA es una unidad que se ajusta por inflación.

La UVA es una unidad que se ajusta por inflación.

¿Cuánto tiene que ganar una persona para acceder un crédito hipotecario?

“Un préstamo en las condiciones como las que tenía el Banco de la Nación Argentina hasta el año pasado en UVA para la compra de un departamento usado en 2 ambientes en CABA por la financiación del 80% del valor, (supongamos U$S80.000), debería justificar ingresos mensuales superiores a los $412 mil y pagar una cuota mensual de $103.000”, analizó el director de Reporte Inmobiliario

Al ver este cálculo, se puede dar cuenta de que la cuota mensual supera como mínimo en una vez y media el valor equivalente al pago del alquiler mensual por esa misma unidad.

Bryn tomo a modo de ejemplo una pareja: “El sueldo total entre los dos que actualmente exigen para poder dar un crédito de 100 mil dólares es de 480 mil pesos”. Cabe aclarar que el préstamo (hipotético) contempla que la pareja pague el anticipo de 25 mil dólares, y entonces el banco le dará los 75 mil dólares restantes.

El sueño de la casa propia, cada vez más lejano.

El sueño de la casa propia, cada vez más lejano.

“Hay que tener en cuenta también que la cuota es alta y hoy siguen dando créditos ajustados por UVA. Muy poquititos dan créditos por una tasa normal que se calcule a tasa fija”, puntualizó a este medio.

Y enfatizó: “Eso es algo que hoy realmente impide que muchas personas accedan. Mas allá de eso, serán unos 120 los que terminan haciendo hipoteca. Generalmente, son en muchos casos empleados de banco, empleados públicos del banco que son beneficiarios particulares por pertenecer al Estado”.

¿Qué condiciones se necesitan para que los créditos hipotecarios sean accesibles?

En las consultas realizadas por este medio, los especialistas del mercado inmobiliario destacaron la economía argentina como punto clave. Específicamente, la generación de confianza y de una macroeconomía previsible.

“Es una decisión política de forzar a que los bancos traten de dar alguna clase de crédito o flexibilicen algunas condiciones. Sin embargo, también entiendo que no puedan darlo porque ellos -como tomadores de plata- no le están tomando dinero a nadie a un plazo de 30 años”, indicó Daniel Bryn.

¿Hay opciones viables para tomar crédito y comprar una casa?

¿Hay opciones viables para tomar crédito y comprar una casa?

Además, la inflación galopante que hay no permite que ninguna entidad bancaria pueda ofrecer una tasa por debajo de las subas que se dan en el país.

En este sentido, fue tajante: “Es algo que no tiene una solución. Mientras, no haya estabilidad económica, baje la inflación, las tasas no cambien constantemente, va a ser muy difícil que hoy alguien de un préstamo a 30 años cuando no están dando prestamos para comprar una maquinaria a 3 o 4 años”.

Respecto a la posibilidad de que vuelvan los subsidios del Estado, sostuvo que «sería como regalar plata y que por cómo está el gasto público no es una opción”.

La forma de poder llegar a la casa propia es mediante créditos hipotecarios. Son una herramienta de financiación a tasa baja y largo plazo. Es la manera en que ciudadanos de todo el mundo llegan a tener su techo. Sin embargo, las condiciones no están dadas para que en Argentina esto suceda. Al menos, no en el mediano plazo. La casa propia es un sueño cada vez más lejano.

Una app argentina permite acopiar materiales a largo plazo en “criptoladrillos” y ganarle a la inflación

Fuente: La Nación ~ (@criptoladrillo) Se trata de la compra de tokens indexados por el valor promedio del ladrillo que permiten acopiar a plazos mucho más largos de lo que permiten los corralones con mejor rentabilidad que el dólar.

En un escenario en el que la inflación anual supera los 50 puntos porcentuales, el poder adquisitivo no acompaña la suba de precios, casi no hay lanzamiento de créditos para la construcción y el mercado inmobiliario se ve trastornado por la Ley de Alquileres, la población argentina atraviesa una crisis de vivienda.

Para ayudar a planificar en un contexto de incertidumbre, un grupo de abogados y contadores desarrollaron una aplicación móvil llamada Criptoladrillo que permite “comprar ladrillos digitales que se acopian virtualmente y se cambian al momento en que el usuario tenga ladrillos necesarios para equipar construir, refaccionar o equipar su casa”, explica Juan Pablo Derito, CEO de la iniciativa.

Desde su visión, esta metodología persigue el propósito de “crear herramientas que equiparen oportunidades en todas las escalas sociales”. Por ejemplo, para quienes tardan mucho tiempo en reunir los recursos para este tipo de obras pueden ahorrar bajo esta metodología por el tiempo que quieran. En adición, la aplicación facilitaría acopiar a largo plazo productos que no conviene almacenar por mucho tiempo, como por ejemplo adhesivos, y además podrían mantener dicho acopio por plazos más largos de los que permiten los corralones tradicionalmente.

A través de la tecnología trazable Blockchain, Criptoladrillo ofrece comprar tokens (llamados CLAD) al valor del ladrillo tradicional de 12x18x33 cm que más tarde el usuario puede canjear por materiales en un corralón asociado. Cada token cuesta $90,68 y se indexa según un promedio de los datos publicados por el INDEC, la Cámara de la Construcción y los precios que informan proveedores adheridos a la red. Cabe destacar que no se trata de una criptomoneda con fines financieros sino de un token canjeable por un bien exclusivamente.

En 2020 el valor del ladrillo aumentó un 80% frente a una inflación del 42%
En 2020 el valor del ladrillo aumentó un 80% frente a una inflación del 42%Ignacio Sanchez

Los fundadores del emprendimiento son Gabriela Linares (COO), Ignacio Althabe (CTO), María Migoya (Socia), Juan Pablo Derito CEO y Leonel Paletta (CFO) y el proyecto requirió de una inversión aproximada de US$130.000. Estiman que con la compra de tres ladrillos por día, el usuario tardaría tres años en juntar materiales suficientes para comenzar a construir una vivienda promedio de 50 metros cuadrados. Mientras tanto, para los que apuntan a hacer una refacción, “pueden cambiar chapa por ladrillo de su casa en un año”, ejemplifica Derito.

Según Derito, en los últimos años la variación del precio del ladrillo resultó mayor a la del dólar, o sea que es más rentable ahorrar en ladrillos que en divisas “En 2020 el valor del ladrillo aumentó un 80% frente a una inflación del 42% y el año pasado subió un 56% versus una suba de precios del 50,9%. Como los corralones dejaron de acopiar por más de seis a ocho meses, encontramos una forma de mantener el valor de la moneda y ganarle a la inflación”, manifiesta. Además, Daniel Muñiz -Vocero del Grupo Construya- aclara que “hay que tener en cuenta que los materiales tardan un promedio de seis meses en ponerse al día con la inflación o dólar, por lo que conviene acopiar”, y opina que este es un “buen momento para acopiar y construir” porque según sus observaciones los costos de construcción todavía no se terminaron de actualizar.

Cómo ahorrar en criptoladrillos

La herramienta de ahorro es entonces el primer paso para quienes planifican hacer cambios o construir de cero su vivienda, y permite hacerlo sin ocupar espacio de sus casas con los materiales. Para registrarse, deben enviar una foto digital de su DNI y realizar una prueba de vida con videos para autentificar que se trata de la misma persona. Una vez creada la cuenta, el usuario -que debe estar bancarizado- debe transferir dinero a la aplicación con el que después compra la cantidad deseada de criptoladrillos. Por esta transacción, la empresa le cobra un 2%, mientras que el porcentaje que se le cobra al proveedor puede variar. Una vez hecha la compra, el dinero pasa automáticamente al corralón para que este se abastezca y que el día de mañana tenga disponible en materiales el dinero que recibió. Quienes ingresan dinero de más en su cuenta y no desean canjearlo por criptoladrillos, existe la opción de retirar el monto sin usar.

El sistema permite acopiar a largo plazo sin la necesidad de guardar los materiales en una casa o depósito
El sistema permite acopiar a largo plazo sin la necesidad de guardar los materiales en una casa o depósitoRICARDO PRISTUPLUK

Los usuarios tienen un límite de compra de $200.000 por mes y de $2 millones anuales. Aquellos que deseen invertir un presupuesto mayor deberán presentar más documentación para justificar el origen del dinero, como -por ejemplo- podrían querer hacer los desarrolladores que planifican sus próximas obras. En cambio, la variable que no tiene límite es el plazo en el que se debe canjear, por lo que los clientes pueden ahorrar por uno, cinco, diez años o cuantos necesiten para cumplir con su sueño de la casa propia.

Como cualquier inversión, los usuarios necesitan asegurarse que su dinero esté respaldado. Para eso la empresa pacta un seguro de caución con una compañía de seguros, hace un análisis crediticio de los corralones asociados para garantizar la entregar de los materiales al momento del canje y auditan que los centros de distribución tengan acopiados los criptoladrillos transferidos. En caso de que no cumplan, la compañía puede romper el contrato y los proveedores se verían obligados a devolver el dinero equivalente por los criptoladrillos recibidos.

De momento, los proveedores pactados son Construya Al Costo y el Imperio del Cerámico con sucursales en La Plata, City Bell, Guernica y Cañuelas aunque sus creadores apuntan a crear una red que se extienda por todo el país. Por ahora, hay hasta 100 millones de tokens totales para canjear por pinturas, materiales para la construcción gruesa y en seco, piletas y sanitarios, cerámicos, porcelanatos, griferías, accesorios de baño, mosaicos, calcáreos y aberturas.En vistas al futuro, los emprendedores hablaron sobre la posibilidad de usar el sistema de canje para la compra de terrenos, al igual que la ampliación de las acciones de los usuarios como transferir tokens entre cuentas, regalarlos a modo de gift card y venderlos en caso de no quererlos más. En cuanto a los canjes, también apuntan a expandir el mercado y ofrecer productos más allá de la construcción, como electrodomésticos.

Efecto dólar: cómo impacta la “inflación verde” en el valor del metro cuadrado

Fuente: La Nación ~ La suba del dólar por detrás del aumento de los precios a nivel local y el incremento de la inflación en Estados Unidos impactan en el mercado inmobiliario.

Con un dólar que se atrasa frente a la inflación, ya no solo los pesos pierden su valor día tras día. ¿Cómo golpea la suba de costos en divisa extranjera a los desarrolladores? ¿Qué pasará con los precios de las propiedades? ¿Es momento de sacar los dólares del colchón y resguardarlos en ladrillos o todo lo contrario?

De forma sintética, Carlos Spina, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina (AEV), explica el fenómeno de la siguiente manera: “La inflación de costos en dólares en la Argentina se da porque hace 18 meses que el dólar está más lento con una inflación en pesos que no para de subir”. El desarrollador sostiene que eso no ocurriría si el dólar no fuera usado como ancla inflacionaria y subiera al ritmo de la devaluación. “Si la devaluación es menor que la inflación se da un encarecimiento en dólares”, señala a LA NACION.

No es que el dólar “esté quieto”, sino que su valor sube menos que los precios: en febrero, la divisa aumentó 18,7% interanual (el oficial pasó de $95,12 a $112,95 según los registros del Banco Central), pero la inflación fue 52,3% en el mismo período. El primer impacto se da en los emprendimientos en construcción, indica Martín Boquete, director de Toribio Achával. Aunque aún se encuentran en niveles bajos, “aumentan los costos de la obra en dólares y eso indefectiblemente hace que los desarrolladores tengan que subir los precios”, explica. Sin embargo, cree que el valor del metro cuadrado en pozo (promedio US$2484/m² según ZonaProp) y a estrenar (promedio US$2580/m²) no aumentarán en el corto plazo, debido al complejo contexto en el que se da el fenómeno.

“Los desarrolladores ya vienen de resignar ganancias para poder vender en un mercado tan débil como el que venimos viendo. Ya no tienen tanto más margen para bajar, por lo tanto, tienen que aumentar en función del aumento del costo. Pienso que, en los próximos 30 días, sí se van a dar subas”, pronostica.

Para Gustavo Llambías, vicepresidente de AEV, no es tan lineal. “Es muy difícil para los que manejamos proyectos de dos o tres años hacer conclusiones con lo que pasa en un par de meses. Por supuesto que el encarecimiento de costos en dólares no favorece, pero también era irreal la situación anterior, cuando el dólar saltó a casi $220 y parecía que los precios en dólares se habían pulverizado”, analiza. Para el desarrollador, cuando se habla de estos fenómenos no se puede sacar conclusiones rápidas. “Hay que mirar plazos más largos”, enfatiza.

En tanto, en el corto plazo, algunas fuentes del sector creen que el impacto podría verse en las propiedades usadas, cuyo valor se ubica hoy en US$2202/m². “Cuando el dólar se queda quieto las unidades usadas se venden más y por el contrario, las construcciones se venden menos”, asegura Diego Cazes, director de L.J. Ramos. “Para mí este es un buen momento para el usado”, sostiene.

Por el contrario, Llambías resalta: “El propietario que vende una unidad usada o a estrenar estaba pidiendo determinada cantidad de dólares y ahora esos dólares se consiguen más baratos”. Por eso, cree que los dueños pueden llegar a tener la tentación de subir los precios en dólares, aunque resalta que en este momento “eso es complicado”. “La principal conclusión es que la Argentina sigue con una inestabilidad y volatilidad muy grandes, que nunca favorecen los negocios y decisiones de inversión a largo plazo. Es una emergente más del problema”, concluye.

La inflación en dólares en Estados Unidos

Algo que se escucha en el sector en el último tiempo es que “es momento de resguardar los ahorros e invertir en ladrillos”, sobre todo cuando en Estados Unidos se registró, en 2021, una inflación anual del 7%, la más alta desde 1982. ¿Es correcto ese análisis? Para Federico González Rouco, economista especializado en vivienda, el fenómeno “le pone un piso a la caída del valor de los inmuebles”. “El valor del metro cuadrado ajustado por inflación en dólares es todavía menor y eso es malo en términos del patrimonio de los propietarios”, señala a LA NACION.

Según precisa, el valor nominal del metro cuadrado hoy se encuentra 11% por encima del mínimo del período 2014-2022, pero si se ajusta por inflación, la cifra pasa a estar 7% por debajo. “Mi conclusión es que e valor del metro cuadrado está cayendo mucho más de lo que creemos, porque asumimos que el dólar es algo estable, pero no es así, pierde valor y más ahora”, enfatiza.

“La inflación de Estados Unidos acelerando al 8,5% anual es un indicador a tener en cuenta porque significa, en un mercado con valores a la baja, que la caída real es todavía mayor, solo que no la vemos reflejada en los precios. Como con los pesos, pero ahora con los inmuebles”, afirma.

En tanto, Llambías considera que comprar bienes tangibles puede ser una buena forma de defender o resguardar el valor adquisitivo, “en especial cuando el dólar, que en la Argentina consideramos moneda de referencia, va camino a tener inflación de dos dígitos en Estados Unidos”, dice. Sin embargo, aclara: “Con inestabilidad, tanto local como global, todo es muy opinable”.

Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), sostiene que “guardar dólares en este nuevo paradigma macroeconómico global no es lo que se recomienda”. En un informe publicado en Reporte Inmobiliario expone: “Es evidente que es mucho mejor resguardar los ahorros en activos reales y los inmuebles son lo primero que hay que mirar”.

Sin embargo, reconoce que en nuestro país hay dificultades para hacerlo, entre otras cosas, “porque las rentas por alquileres están en su piso histórico”. De todas forma, asegura que el mundo se acerca a “una era en la cual los ladrillos están volviendo a brillar” y plantea que la inflación en el mundo se convirtió en “un aliado inesperado para el sector”.

En esa línea, para Boquete, la situación podría alentar a quienes “tienen los dólares bajo el colchón”. “Creo que pueden llegar a entender que es un buen momento para invertirlos en ladrillos, que van a seguir siendo dólares en el futuro”, asegura. Norberto Lepore, presidente de Lepore Propiedades, opina en el mismo sentido: “El consumidor final ve que sus dólares tienen menor valor para cualquier cosa, mientras que los valores de los inmuebles van a subir. Hay demanda retenida por un lado y gente que está comprando porque entiende que el billete se puede asegurar en ladrillo”.