23 Nov, 2024
 

La marca rosarina que cruzó de vereda pero sigue siendo líder en su negocio

Fuente: Cronista – Gafa cumplió 40 años y protagoniza el mercado de heladeras de freezers, aunque también quiere conquistar un segmento ligado al calor.

La industria argentina está llena de casos de pequeños emprendimientos que crecieron y se convirtieron en líderes de sus segmentos. Proyectos locales que arrancaron con una idea y hoy tiene peso propio en negocios que mueven la economía. Uno de ellos es Gafa, la línea de heladeras y freezers que desde hace una década está en manos del grupo sueco Electrolux y el año pasado celebró su 40° aniversario.

El origen de la marca se encuentra en Frimetal, una compañía que nació en Rosario en 1983. En sus inicios, la firma se dedicaba exclusivamente a la producción de freezers para el sector comercial. Sus productos eran muy utilizados por locales para exhibir helados y bebidas.

Si bien no hay datos certeros sobre sus fundadores, en el anuario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) de ese mismo año aparece Hércules Armando Colombi como representante de la sociedad.

La planta de Gafa ubicada en la zona sur de Rosario fabrica heladeras, freezers, cocinas y lavarropas.

En otro documento de 1986 sale a la luz el nombre de Rogelio Antonio Sica, que figura como directivo de Frimetal en una reunión de trabajo de empresarios de la industria de la refrigeración en Uruguay. Nueve años después Sica fue nombrado secretario de Producción, Promoción del Empleo y Comercio Exterior de Rosario por el entonces intendente municipal, Hermes Binner.

Cruzar la vereda

Frimetal fue adquirida por el grupo chileno Sigdo Koppers, a través de su sociedad CTI (Compañía Tecno Industrial), en 1994. Poco después, el holding encaró una expansión de Gafa hacia otros segmentos del mundo de los electrodomésticos, pero esto demandó también una transformación de la empresa.

El plan de la firma era no solo extenderse a las heladeras y al rubro hogareño, sino también cruzar la vereda con cocinas y estufas. Uno de los grandes cambios fue el slogan que dejó de ser «Gafa, tecnología profesional» para convertirse en «Gafa, electrodomésticos».

Por otro lado, a los freezers les agregaron canastos organizadores y timers para controlar el enfriamiento de productos, según consigna un artículo de La Capital. A su vez, invirtieron en publicidad en TV con pauta en los programas de Mirtha Legrand, Susana Giménez, Nicolás Repetto y el chef Carlos «Gato» Dumas.

Al principio la compañía se dedicaba a la fabricación de freezers de uso comercial para helados y bebidas.

Su nueva estrategia la llevó a plantar bandera en otros mercados. Incluso en 2001 tuvo un plan para exportar productos con la marca Gafa a Francia. A fines de 2005 la compañía inició un proyecto de inversión por el cual amplió la superficie de su planta en Rosario a 22.000m2 y luego desembolsó u$s 15 millones para sumar una línea de producción de lavarropas y duplicar su capacidad de fabricación de heladeras y freezers a 330.000 unidades por año.

La reina de los freezers

En 2011 el grupo sueco Electrolux pagó u$s 625 millones para quedarse con CTI, el negocio de línea blanca de Sigdo Koppers. Después del anuncio la compañía confirmó que empezaría a exportar sus productos a Brasil, el gran mercado de la región.

Los nuevos dueños de Gafa enfocaron la marca en su core: heladeras y freezers. No obstante, a fines de 2021 reincorporaron las líneas de cocina y lavarropas tras una inversión de u$s 4 millones.

Según la encuesta de comercios de electrodomésticos y artículos para el hogar elaborada por Indec, en 2022 se vendieron poco más de 504.000 heladeras y freezers en la Argentina. Gafa cuenta con casi un 30% de participación en la categoría heladeras cíclicas y ostenta un 47,9% de share en el negocio de freezers.

Parrilla Don Julio: la verdadera historia detrás del éxito

Fuente: IProfesional – La parrilla Don Julio ha despertado cierta «polémica» en el último tiempo por sus precios. Sin embargo, sigue siendo un rotundo éxito.

Don Julio es sinónimo de calidad. De hecho, es uno de los pocos restaurantes en el país con una estrella Michelín.

En 2022, fue el único restaurante argentino seleccionado dentro de los mejores 15 del mundo por The World’s 50 Best Restaurants. Además de ganar el premio al mejor restaurante de América Latina en 2020.

Asimismo, ha sido visitado por diversas celebridades, tanto nacionales como internacionales como Robert Pattinson, protagonista de la saga Crepúsculo, Angela Merkel, canciller alemana, entre otras personalidades. Sin embargo, sin lugar a duda, uno de los que más furor causo en las personas fue la visita del campeón mundial Lionel Messi.

¿A qué se debe el éxito de la parrilla Don Julio?

Don Julio fue inaugurado en 1999 por Pablo Rivero, un joven de 20 años, en la ciudad de Palermo. Desde el principio, su enfoque estuvo en la trazabilidad y calidad de sus productos, brindando una experiencia «premium» en comparación a las típicas parrillas porteñas.

En este sentido, Rivero se formó como empresario gastronómico y sommelier a medida que su empresa fue creciendo, consolidando su conocimiento sobre la carne argentina. Con respecto a su familia, su padre era productor ganadero en Rosario y su abuelo carnicero. Por este motivo, al llegar a Buenos Aires, la familia se centró en un negocio en el que pudieran aplicar sus conocimientos: una parrilla.

Para el empresario, el éxito de sU negocio radicó en comprender de forma rápida qué había que poner en valor en nuestra cultura económica y llevarlo a otro nivel. Además, siempre han puesto a la carne y el vino como su bandera.

Don Julio cuenta con más de 60.000 botellas en las que algunas superan los 80 años de antigüedad. Además, el vino espumoso es un comodín que combina con una gran variedad de alimentos, por lo que suelen proponerles a los comensales que empiecen y terminen su cena con este.

En Don Julio cuentan con más de 60.000 vinos

En Don Julio cuentan con más de 60.000 vinos

Con el paso del tiempo, la fama fue atrayendo a diferentes celebridades, tanto nacionales como internacionales. En los últimos días, se viralizó una supuesta carta del restaurante con precios, según el propio Rivero, 20% más caros que la tarifa real.

Sin embargo, es un restaurante «para pocos«, ya que los precios son sumamente elevados para el bolsillo del argentino promedio, sobre todo porque los cortes de carne son de la más alta calidad.

Por ejemplo, dos personas que piden de entrada una selección de quesos artesanales argentinos ($11.000), una degustación de achuras ($80.000), asado de tira ($74.430), vacío del fino ($61.200), una porción de papas fritas ($6.140) y lo acompaña con dos cervezas Patagonia ($7000 las dos), gastaría un total de $239.770 sin propina, es decir, $119.885 cada uno.

¿Cómo hacer un buen asado?

Hacer un buen asado es considerado por muchos argentinos como un «ritual» o «arte«, ya que va más allá de cocinar carne a la parrilla. Para ello, en primer lugar, es importante elegir cortes de calidad. En este sentido, Don Julio vende los mismos cortes que cocina en sus parrillas para que puedas trasladar la experiencia del lugar en la comodidad de tu hogar.

Posteriormente, se puede usar carbón o leña para el fuego, aunque los especialistas suelen recomendar la leña por encima del carbón vegetal. Además, la parrilla debe estar bien caliente antes de colocar la carne, como también es importante mantener un fuego constante durante todo el proceso de cocción.

En paralelo, la utilización de especias y condimentos puede marcar la diferenciaentre un asado decente y uno extraordinario. Si bien la sal gruesa es la más utilizada, muchos desisten de utilizarla, ya que afecta a los jugos naturales de la carne.

Otro de los agregados que se suele aplicar al asado y/o a las achuras es el chimichurri y la salsa criolla. La primera consiste en una base de ajo, perejil, vinagre, aceite y especias para realzar el sabor y, la segunda, en cebolla, morrón y tomate picado adobados con vinagre y aceite.

El chimichurri y la salsa criolla suelen acompañar los asados

El chimichurri y la salsa criolla suelen acompañar los asados

Asimismo, el tiempo de cocción es otro factor determinante. La clave está en la paciencia: dejar que la carne se cocine lentamente para que conserve sus jugos. Es importante tener en cuenta que cada corte tiene su tiempo y técnica específicos, por lo que es esencial conocer el punto exacto de cocción deseado para cada tipo de carne.

Finalmente, el asado es una considerado una experiencia social en nuestro país. En otras palabras, se trata de un momento en el que se comparte con amigos y familiares desde la preparación de la mesa, pasando por la cocción y la degustación.

La increíble historia de Liliana: el origen de su nombre y cómo se volvió la «reina» de los ventiladores

Fuente: Cronista – Aaron Jacobson empezó a prueba y error en su taller en las afueras de Rosario. Hoy la empresa produce 12.000 electrodomésticos por día.

Cuando arranca el verano de verdad y la ciudad empieza a levantar temperatura, el ventilador se vuelve uno de los mejores amigos del hombre. Y la temporada estival también marca el inicio de la etapa caliente de ventas para Liliana, la marca argentina de electrodomésticos que acapara un 50% del market share y surgió en el garaje de un ingenioso inventor en las afueras de Rosario.

Aaron Jacobson se dedicaba al negocio textil, pero en su tiempo libre se divertía en su taller. Ahí jugaba inventando productos, el primero de ellos fue una máquina de coser. Pronto siguió con más artilugios hasta que decidió fabricar sus propias matrices y moldes para poder producirlos en serie.

Liliana produce alrededor de 12.000 artículos diarios entre calefactores, pavas, planchas y hornos.

El proyecto se transformó en una realidad cuando en 1946 compró un terreno lindero a su casa para abrir su fábrica. Sin embargo, todavía le faltaba una marca comercial para poder identificar a sus creaciones.

La reina de los ventiladores

Liliana no hace referencia a ningún familiar de Jacobson ni tiene un significado particular. Como muchas cosas en la vida de los emprendimientos, el nombre Liliana surgió por casualidad.

Jacobson fue al Registro de Patentes de Rosario con varias opciones de marca en la cabeza, pero todas ya estaban registradas. En ese momento le preguntó su nombre a la persona que lo atendió, Liliana, y decidió adoptarlo.

El ventilador es el artículo más popular de su portfolio. Tienen una versión que lanza gotas de agua.

El primer artículo que vendió con marca Liliana fue una licuadora, después una lustraaspiradora, una máquina de coser y una cortadora de pasto. El negocio creció de la mano de su hijo, Oscar, que impulsó la incorporación de electrodomésticos pequeños y productos de estación, como las calefacciones y los ventiladores.

En la Argentina, el mercado de ventiladores mueve alrededor de 1,5 millones de unidades por año y de la fábrica de Liliana salen 1 de cada 2 ventiladores, ya sea con su marca o producidos para terceros. Incluso en 2022 lanzaron un modelo que cuenta con un aro que rocía el ambiente con gotas micronizadas de agua.

Expansión nacional

Oscar fue el encargado de expandir la compañía a CABA y el Gran Buenos Aires, que hoy representan un 50% de su negocio. A su vez, empezó a aparecer en las grandes cadenas de venta de electrodomésticos y sumó la producción para terceros, desde las mismas cadenas de electrodomésticos hasta supermercados y otras grandes formas del sector.

Desde su planta en Granadero Baigorria salen calefactores, planchas, procesadoras, hornos, licuadoras, batidoras y, por supuesto, ventiladores. En 2011 invirtió $ 35 millones para ampliar su fábrica con una producción diaria de 12.000 artículos.

La compañía anunció una inversión para ampliar su fábrica a 35.000m2

La expansión tuvo una pausa, pero se reinició tras el boom de la pandemia. Durante el aislamiento, algunos artículos explotaron en ventas, por caso la batidora creció un 120 por ciento.

Los hijos de Oscar, tercera generación de Jacobson, están al mando de Liliana, que ostenta un tercio del mercado de electrodomésticos del país. En 2022 la compañía anunció un desembolso de $ 2500 millones para aumentar producción, sustituir importaciones y sumar 10.000m2 a su planta.

Hacen el vino más vendido del país y llegan a China, Rusia y México: la historia de Fecovita

Fuente: Cronista – Nació en 1980 como una unión de cooperativas y hoy es uno de los grandes grupos de la industria del vino a nivel mundial. Toro es su gran caballito de batalla.

En poco más de cuatro décadas logró convertirse en la principal exportadora de vinos a granel en la Argentina. Además, dentro de su portfolio cuenta con la marca más vendida del país, el centenario vino Toro. Hoy Fecovita mueve más de 270 millones de litros de producto fraccionado por año y compite en todas las gamas de la categoría. De un pequeño grupo de productores mendocinos a un gigante de la industria vitivinícola con sucursales en China, Rusia y México.

La semilla de Fecovita fue la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) conformada en los 70 para que algunos productores pudieran tener representación gremial. El segundo paso fue crear una cooperativa de segundo grado para unificar la comercialización. Esto se realizó en octubre 1980 con la fundación de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas, que estaba formada por 20 cooperativas bajo la presidencia de Carlos Magni.

Los viñedos y la experiencia en la cosecha ya los tenían, lo que le faltaba a la firma era el poder de las marcas, el músculo de fraccionamiento y la llegada a las cadenas de comercialización. En ese punto jugó un rol fundamental la antigua bodega Giol.

Al vino, Toro

Bautista Gargantini y Juan Giol, dos inmigrantes italianos, fundaron su propia bodega en 1896 en Maipú, Mendoza. Ahí empezaron a producir el vino Toro, que en 1910 ya superaba los 50 millones de litros en volumen. Sin embargo, cinco años más tarde la bodega pasó a manos del gobierno de Mendoza. Fecovita ganó la licitación de Giol y en 1990 compró la unidad de fraccionamiento y comercializaicón que solía pertenecer a la bodega.

Giol nació en 1896 con el vino Toro y se convirtió en el caballito de batalla de Fecovita.

La operación le dio acceso a Toro, una marca centenaria y con peso entre los vinos económicos de la góndola. Sus nuevos dueños le dieron un mayor impulso y la transformaron en la etiqueta más vendida de la Argentina con un 55% de participación de mercado en su categoría. A su vez, desde 2018 Toro se convirtió en sponsor de la selección Argentina, ese mismo año la firma desembolsó u$s 40 millones para ampliar su capacidad de almacenaje a 95 millones de litros y multiplicar su volumen de envasado a 38.000 litros por hora.

En 2004 Fecovita dio un paso hacia otro segmento, el de gama media y alta, con la creación de Bodega Estancia Mendoza. Dos años después expandieron su share en la categoría económica con la adquisición de Bodega Resero en San Juan por la cual le pagaron u$s 7 millones a Grupo Cartellone. Esto les permitió agregar una planta, tres líneas de fraccionamiento y las marcas Resero, Arrieri, Arizu y Zumuva.

Toro es el vino más vendido del país con una participación del 55% en su categoría.

Hace algunos años la cooperativa separó su negocio de vino fino, que se concentra en su bodega en Tupungato, Mendoza. La Unidad Estratégica de Negocios Bodegas, enfocada en el segmento de alta gama y en los mercados internacionales, está conformada por las etiquetas Canciller, Estancia Mendoza y Los Helechos. En tanto, la pata masiva es protagonizada por Toro, Nativo, Resero, Cruz del Sur y Zumuva.

A esto se le suma su negocio de mosto concentrado. En 2010 formalizó una alianza con Mostos Concentrados Argentinos (MCA) en San Juan para su procesamiento y hoy es el segundo jugador en exportación de este producto. Uno de sus principales clientes es los Estados Unidos, que lo utilizan como base para jugos.

Batalla judicial

En total, Fecovita nuclea a 54 bodegas, 5000 productores, más de 25.000 hectáreas de viñedos, 29 cooperativas y está en el top 10 entre los grupos vitivinícolas más grandes del mundo. Dentro del mercado local tiene casi un tercio de market share. No obstante, desde el año pasado está envuelto en un conflicto judicial con un exsocio.

Fecovita es el principal exportador de vino a granel de la Argentina.

En 2021 la cooperativa anunció un joint venture con Iberte con el fin de exportar vino y mostro a Europa del este, pero a mediados de 2022 decidieron ponerle fin a la sociedad. Iberte presentó un pedido de quiebra contra Fecovita en abril de 2023 y, si bien la causa fue desestimada, hoy la batalla continua.

La Unidad Fiscal de Delitos Económicos imputó a los directivos de Fecovita por fraguar estados contables en 2021 y 2022. Ahora, el mayor exportador de vino a granel del país enfrenta un pedido de intervención.

Creó un software para restaurantes en Mar de Ajó y hoy tiene 10.000 usuarios: cómo nació y creció Maxirest

Fuente: Clarín – Es posible que el dueño de un restaurante en la Argentina, cualquiera, no conozca el nombre de Aldo Pecile, pero seguro conoce la marca Maxirest. Se trata del software especializado para locales gastronómicos más usado en el país: hay 8.000 bares y restaurantes que cada día se conectan a Maxirest como usuarios registrados, y su dueño estima que hay al menos otros 2.000 locales que siguen usando viejas versiones de Maxirest, de esas que no requieren actualización por Internet.

Pecile es el creador del software y también de la empresa cuya sede principal funciona en el barrio de Once. Hoy Maxirest tiene 170 empleados, distribuidos entre Buenos Aires y las dos sedes que desarrollaron en Uruguay y Paraguay en los últimos dos años.

Pecile es un programador que aprendió de manera autodidacta en los años ’80, con una Commodore 64, en Mar de Ajó. Su historia como empresario es bien “de garage”, porque empezó solo, primero con un cliente, luego con otro y así hasta llegar a los 8.000 activos que tiene hoy.

Pero la historia de Maxirest, como negocio, es casi lo opuesto a la de las “startups” tecnológicas, que levantan rondas de inversión hasta llegar a la categoría de «unicornio». Maxirest hizo su camino por la vía convencional a lo largo de tres décadas, con una lógica financiera tradicional: tiene que ganar más dinero del que gasta.

La facturación de Maxirest, que hoy ronda los dos millones de dólares anuales, es generada por un modelo de ventas por suscripción. Con ese modelo fue captando nuevos clientes en épocas de crecimiento, y también se aseguró un piso de facturación en las épocas de crisis.

Otra característica de negocio convencional es que atiende como local: tiene 25 puntos de atención sólo en la Argentina, cada uno con la característica telefónica del lugar. Con esa forma de hacer negocios, su dueño asegura que, pese a que atravesó el corralito de 2001 y la pandemia, ninguna crisis lo obligó a despedir a nadie en más de 30 años.

Los comienzos con la Commodore

La historia arranca en Mar de Ajó, donde Pecile vivió entre 1986 y 1991 e hizo toda la escuela secundaria. “Era uno de los pocos que sabía programar, y ya codeaba como autodidacta con una computadora Commodore 64. En el colegio hice un desarrollo de química para una feria de ciencias y llené los 64 kilo bytes de la computadora, de modo que con 16 años viajé a Buenos Aires en micro, me fui a Galería Jardín, me compré una PC con disquetera marca XT, me volví y transferí el desarrollo que había hecho, un sistema de química que dibujaba cadenas carbonadas. Esas fueron mis primeras experiencias en sistemas”.

En una ciudad donde todos se conocían, a Pecile le alcanzó con terminar la secundaria para que de inmediato lo reclutaran. “La única casa de computación que había en Mar de Ajó me ofreció desarrollar software comercial, y empecé. Vino alguien de una inmobiliaria que quería tener una agenda de propiedades y se la programé. Vinieron de una farmacia para tener un registro y un nomenclador, y se los hice. Así se empezó a armar una cadena. Imaginate, era fines de los ’80 y principios de los ’90, en materia de computación estaba todo por hacerse. Casas de ropa, de zapatillas, el corralón de materiales, la ferretería, todo tipo de comercios entraban, me pedían un software y yo en 15 o 20 días se los hacía. Se los armaba desde cero; primero hacía de analista de sistemas, me planteaban el problema y les desarrollaba la solución”.

Y así llegó el verano. A comienzos de los ’90, justo antes del 1 a 1 de Cavallo, la Costa Atlántica seguía siendo el destino excluyente para las vacaciones en la Argentina y la temporada alta se extendía desde diciembre hasta comienzos de marzo.

“En aquel momento, el dueño de un restaurante de San Bernardo me encargó un sistema. Fue mi primer desarrollo para un local gastronómico, y viajé a instalarlo. Fue el 14 de enero de 1991. Se lo terminé de instalar y le dije que se quedara tranquilo, que me quedaba a ayudarlo».

Aquella noche de mediados de enero, Pecile conoció ambos lados del mostrador, como programador y a la vez como cliente de su propio software. «Esa noche hicimos 600 cubiertos, que equivalía a reponer el salón cuatro veces. Y cuando terminamos, el dueño del restorán, que hasta ese momento había sido mi cliente, me preguntó si quería trabajar como cajero, de adicionista, con lo cual pasé de desarrollador a usuario de mi propio sistema. Tenía 20 años y le dije que sí, me había súper divertido, y ahí me enamoré de la actividad».

Lo primero que hizo fue cambiar el software. «Me di cuenta de que mi programa era una basura (se ríe). Servía, pero estaba mal conceptualmente. En muy pocos días dí vuelta la lógica, y entonces sí el programa agarró viaje. Yo trabajaba a la noche como adicionista, y de día seguía programando. Entonces apareció otro restaurante para comprar el software, y comencé a ver la veta comercial. Podía vender el mismo programa a otro cliente sin tener que recodear nada. Y así, de los 20 o 25 software que hice, el de los restaurantes fue al que le puse la mirada y el corazón”.

Recorriendo el espinel

El enganche del joven Aldo con los restaurantes se extendió por cuatro veranos. Al año siguiente se volvió a emplear en el mismo restaurante de pastas como administrativo. En paralelo, seguía haciendo programas de computación.

“Al año siguiente ya tenía diez restaurantes que usaban ese software. Todos de la Costa, principalmente de San Bernardo. Para el tercer verano me fui a trabajar a una parrilla, a conocer otra disciplina, y al año siguiente me fui a una pizzería, buscando conocer muchos rubros”.

Para entonces, Pecile ya no vivía en Mar de Ajó, donde viajaba para el verano. Se había mudado a Buenos Aires para estudiar Licenciatura en Informática en la UBA. El siguiente paso fue un empleo como programador. Pero aquello no duró mucho.

“Un día me aburrí y renuncié al trabajo. No me pagaban bien, y también dejé la facultad. Me aburrí de todo y me puse a ver qué hacer. Y le llevé el software a quien fue mi primer cliente y empleador, el restaurante de pastas en San Bernardo, que también tenía un restaurante en San Telmo. De onda, le instalé el nuevo software con muchas mejoras. Y el tipo me dijo que iba a llamar a alguien para que me ayudara a venderlo”.

Lo contactó con el encargado de suscripciones del Boletín Informativo Gastronómico. «Era una revista de nicho, muy buena, con más de 8.000 suscriptores mensuales, y comencé a pautar en la revista. Así empecé, en 1993. No tenía ni marca, ni empresa, ni nada. El primer mes me llamaron de tres restaurantes y vendí un programa. Después otro más, y uno más y otro, y así. En 30 años llevamos más de 25.000 sistemas vendidos. Hoy lo usan casi 10.000 restaurantes. Estimamos que hay 80.000 personas usándolo todos los días».

Un modelo anti crisis

Lo primero que hizo Pecile fue ponerle nombre a su flamante emprendimiento. Lo resolvió en cuestión de minutos.

“Decidí juntar mi segundo nombre, Maximiliano, con la palabra restaurante y ahí surge Maxirest, sin estudios de mercado, ni agencia de marketing. Hoy con internet sería muy difícil. Cualquier palabra que se te ocurra resulta más difícil de registrar en Internet”.

Con el modelo de suscripción pasó algo similar. En plena década del ’90 decidió que cambiaría la manera de vender su software, para garantizarse un piso de facturación mensual.

“Siempre hicimos un modelo de recurrencia, y lo aplicamos en una época en la que todavía no existía el concepto de software as a service (SaaS) bajo suscripción mensual. Aplicamos una modalidad de venta mediante un abono mensual que incluía soporte, mantenimiento, actualizaciones y cubrir las necesidades que tuviera el usuario. Yo lo llamo modelo anticrisis y nos salvó en 2001, cuando llevábamos diez años como empresa”.

Para 2001, Maxirest era una empresa de apenas ocho personas, incluido Aldo y su hermano Gastón, quien se ocupó de la parte comercial y hoy es socio. En aquel momento, en el que miles de compañías de todo tamaño cerraron en la Argentina, Maxirest siguió adelante. Según Pecile, lo que funcionó como tabla salvavidas fue el modelo de suscripción.Gastón y Aldo Pecile, dueños de MaxiRest, en la sede de la empresa en el barrio de Once. Foto Guillermo Rodriguez AdamiGastón y Aldo Pecile, dueños de MaxiRest, en la sede de la empresa en el barrio de Once. Foto Guillermo Rodriguez Adami

“Estábamos en una instancia de crecimiento lento pero firme, y, salvo mi hermano, todo el personal era técnico, inclusive yo. El trato con los clientes era muy personal y había un alto índice de fidelidad: cuando adquiríamos un cliente, teníamos un abono mensual asegurado. Esa recurrencia hizo que tuviéramos siempre solidez económica y, siendo prolijos, una tranquilidad financiera. En la crisis de 2001 lo difícil fue adecuar las tarifas, pero se hizo. Al principio nadie sabía qué precio ponerle a las cosas, pero ningún restaurante cerró. Nosotros adecuamos el abono mensual y continuamos cobrando. Por eso nos jactamos, en el buen sentido, de tener un modelo anticrisis. Después vino la pandemia y por suerte también pudimos superarla. La pandemia fue jodidísima, porque perdimos un tercio de la cartera, pero a fin de 2020 la pudimos recuperar”.

Hoy Maxirest tiene un plantel de 170 empleados, con su cuartel general en la calle Catamarca al 100, y varias divisiones y productos. Hasta principios de noviembre de 2023 facturaba unos $150 millones por mes. «Estamos cerca de los dos millones de dólares por año, pero con un mercado más normalizado rondaríamos los cinco millones de dólares anuales» estimó Pecile.

Crearon incluso un equipo de customer experience que estudia los “puntos de dolor” en el trato con los clientes, además de equipos de ventas, de software y de implementadores del producto.

“Somos como consultores que probamos el sistema llave en mano. No somos una interfaz web donde ingresás usuario y contraseña, te registrás, cargás diez precios de productos y tenés que salir a facturar sin ningún tipo de asesoramiento. Igual, yo estoy convencido de que el modelo es escalable como los de las startups. Por eso lo estamos armando”.

El proyecto para transformar Maxirest de empresa local a una de expansión regional estaba previsto para principios de 2020. Pero fue puesto en pausa forzosa por la pandemia, y los hermanos Pecile lo retomaron a fines del año pasado.

“Llevamos un año en Uruguay, donde estamos teniendo un crecimiento lento. Parece un revival de lo que te venía contando, estamos construyendo una base sólida de clientes reales. Hace poco desembarcamos en Paraguay, estamos terminando las últimas cuestiones legales, la razón social y el back office en general. Pero estamos listos y ya tenemos usuarios también en Paraguay”.

Ese crecimiento orgánico consiste, sobre todo, en mucha interacción con el cliente. “El gastronómico te llama, lo conocemos de toda la vida. El gastronómico hace diez cosas a la vez, es un mini empresario pyme argentino que tiene que facturar, se da vuelta y tiene que entrar los cajones de gaseosas y después recibir a la gente en el salón. Y cuando falta un mozo lo cubre. Es un pulpo. Y no le puede dedicar mucho tiempo al software”.

-¿Qué le cobran ustedes a ese cliente?

-Antes teníamos la licencia de uso, nos la compraban a perpetuidad; con una compra la podían usar toda la vida. Después sumamos una suscripción mensual, con la que ofrecemos la mesa de ayuda, las actualizaciones del producto, y hoy, además, te incluye la conectividad hacia soluciones en la nube, un tablero online que te muestra lo que está sucediendo en tu local si vos no estás, más la interconexión con PedidosYa para que los pedidos te ingresen directamente al software, la interconexión con MercadoPago para que si te pagan con el QR se impute automáticamente. Todos esos servicios tipo Nube están incluidos en la suscripción mensual, cuyo costo depende de la estructura del negocio. Si tenés una sola computadora o si tenés varias terminales que usan los mozos, hay un valor, y después depende la cantidad de cosas que utilices. Algunas tienen un costo adicional.

-¿Cuántos usuarios activos tienen hoy?

-Habrá cerca de 10.000, de los cuales estimamos que algo más de 1.000 continúan usando sistemas viejos, versiones de cuando nos compraban las licencias perpetuas. Ese software no se conecta con nada y no sabemos si está vivo o no. Y tenemos cerca de 8.000 que son las versiones más nuevas y que todos los días abren el sistema.

Revelan cuál es el rubro que lidera en materia de atención al cliente

Fuente: Ámbito – Según un nuevo informe de Gett, el rubro Delicatesen está en la cima del servicio al consumidor, como uno de los mejores rubros en experiencia al cliente.

En un mundo cada vez más orientado hacia la satisfacción del cliente, la calidad del servicio al consumidor se ha convertido en un factor determinante para el éxito de cualquier marca. En este contexto, surge el análisis realizado por Gett, empresa de video mystery shopping, que arroja luz sobre los rubros que destacan por ofrecer experiencias excepcionales en atención al cliente.

Este ranking no solo revela a los líderes en este crucial aspecto, sino que también destaca la importancia de la excelencia en el servicio como piedra angular para la fidelización y el crecimiento empresarial. Adentrémonos en los sectores que han alcanzado la cima en la satisfacción del cliente, explorando las estrategias innovadoras que les han permitido destacarse en este competitivo escenario empresarial.

El estudio se llevó a cabo en 11 rubros que la empresa Gett auditó a través de la metodología de vídeo mystery shopping. De esta manera, un auditor visitó diferentes tiendas simulando ser un cliente incógnito con una cámara oculta, analizando y evaluando todas las dimensiones que hacen a la experiencia del cliente:

  • Abordaje y bienvenida.
  • Indagación de necesidades.
  • Asesoramiento y presentación de productos.
  • Venta, cierre, up selling, cross selling.
  • Manejo de objeciones.
  • Caja/cobranza.
  • Despedida.

De los rubros auditados, la que se destaca en mejor atención es el rubro de Delicatesen con una clara ventaja del 84%, dependiendo de factores como la calidad del producto, la personalización del servicio y la experiencia general del cliente.

Este rubro, destacado por atraer al turismo, es seguido en el ranking, con un 81%, por Estaciones de Servicios que fueron auditadas a lo largo y ancho del país, teniendo en cuenta la limpieza, la atención y la oferta de productos.

Otro sector a destacar en este ranking es el de Alimentos Frescos, que se posiciona con un impresionante 80% de satisfacción del cliente. Este rubro ha demostrado una dedicación excepcional a la experiencia del consumidor, ofreciendo no solo productos de alta calidad, sino también un servicio al cliente que va más allá de las expectativas.

Le sigue de cerca el sector de Cafeterías – Restaurantes, con un 71% en satisfacción. La industria alimentaria ha logrado consolidar su posición a través de un compromiso continuo con la excelencia en la atención al cliente. Mientras que el rubro de Heladerías, se ubica quinto en el ranking, con un respetable 66%.

En tanto que los rubros de Pinturas, con un 65%, y Telefonía, con un 63%, se sitúan en posiciones de notable relevancia. Ambos rubros han canalizado esfuerzos significativos hacia la satisfacción del cliente, reconociendo que la calidad del servicio debe ser excepcional para mantener la lealtad del consumidor.

Indumentaria, con un 61%, y Farmacia, con un 59%, reflejan que la moda y la salud no solo se definen por los productos, sino también por la atención dedicada a las necesidades individuales de los clientes.

Por último, el sector de Retail, con un 41%, y de Construcción, con un 20%, demuestra que hay oportunidades para mejorar la atención al cliente en el ámbito minorista. Este dato resalta la importancia de abordar proactivamente las áreas de mejora y de implementar estrategias que impulsen la satisfacción del cliente en este sector específico.

Cómo mejorar en el ranking

Capacitación del personal: Es clave que el personal reciba formación continua en servicio al cliente para mantener altos estándares en todas las interacciones. Enseñar técnicas de comunicación efectiva y resolución de problemas mediante actividades de role play, puede marcar la diferencia.

Crear un ambiente acogedor: Mantener el local limpio y ordenado, creando un entorno agradable que contribuya a una experiencia positiva desde el primer momento es muy importante. Asegurando que la iluminación y la música sean acordes y estableciendo una atmósfera que refleje la identidad de tu marca y haga sentir a los clientes bienvenidos.

Escucha activa: Prestar atención a las necesidades y preguntas de los clientes, indagando constantemente para comprender mejor sus preferencias, mostrando empatía genuina.

Tiempo de espera mínimo: Organizar eficientemente las colas y minimizar los tiempos de espera mediante sistemas de pago rápidos. En caso de demoras, crear un espacio de interacción agradable. Implementar juegos o actividades para hacer más ameno el tiempo de espera, contribuye notablemente a la satisfacción del cliente y la fidelización.

Ofertas personalizadas: Utilizar la información del cliente para ofrecer recomendaciones personalizadas, incluyendo descuentos especiales o promociones basadas en compras anteriores.

Comunicación clara: Asegurarse que la información sobre productos, precios y políticas sea clara, proporcionando instrucciones precisas sobre la ubicación de los productos en la tienda.

Programas de lealtad: Implementar programas de lealtad que recompensen a los clientes frecuentes, ofreciendo incentivos, descuentos o regalos para fomentar la repetición de negocios.

Feedback del cliente: Solicitar retroalimentación regularmente y utilizarla como base para mejoras continuas. Responder proactivamente a críticas y agradecer elogios, considerándolos oportunidades de mejora.

Personalización del servicio: Conocer a tus clientes habituales y personalizar el servicio saludándolos por su nombre, ofreciendo sugerencias basadas en compras anteriores para fortalecer la conexión.

Innovación tecnológica: Utilizar tecnología para mejorar la experiencia del cliente, como terminales de pago modernas o aplicaciones móviles. Ofrecer opciones de compra en línea y retiro en tienda para adaptarse a las preferencias del consumidor.

Promociones y eventos: Organizar eventos especiales o promociones para atraer a nuevos clientes, celebrando días festivos con ofertas exclusivas para fortalecer la conexión emocional con la audiencia.

Garantía de satisfacción: Ofrecer una garantía sólida y un proceso de devolución sin complicaciones para demostrar un compromiso constante con la satisfacción del cliente y construir confianza a largo plazo.

Este análisis destaca la diversidad en la calidad de atención al cliente en diferentes rubros, subrayando la necesidad de un enfoque personalizado y centrado en el cliente para prosperar en el competitivo escenario empresarial actual.

Son mendocinos y fabrican indumentaria calefaccionada con un sistema que es furor

Fuente: Mendoza on line – Nicolás, Matías, Julián y Kevin fueron pioneros en Argentina y vencieron al frío con un particular método de calefacción. La historia de cuatro amigos emprendedores que promete llegar más lejos de lo que alguna vez imaginaron.

Viven en Chacras de Coria, Luján de Cuyo. Cerca de la montaña, donde se pueden realizar un sinfín de actividades deportivas como andar en bicicleta, en moto, trekking y demás.

Cansados de sufrir las inclemencias del tiempo, Nicolás Molina, Matías Arias, Julián Sánchez y Kevin Schejter, decidieron emprender y cranear un invento que les permita realizar sus actividades al aire libre sin necesidad de cubrirse con muchas prendas para soportar el frío. Se juntaron, probaron diferentes alternativas, analizaron el mercado y finalmente decidieron crear WanderWarm.

Así surgió la marca

Kevin, es ingeniero industrial y gerente comercial de la empresa (lidera al área de marketing). En diálogo con diario Ámbito Financiero recordó que “en un principio, la idea originaria fue de Nicolas y mía; habíamos charlado en el año 2019 sobre la posibilidad de fabricar ropa calefaccionada. Intentamos comenzar, pero por el estudio de nuestras carreras universitarias, (no teníamos tiempo suficiente para dedicarle) no pudimos empezar. Año siguiente, plena pandemia (yo había viajado a esquiar a USA, donde vi guantes y medias con calefacción), los sumamos a Matías y a Julián (la familia de Julián es dueña de una empresa textil reconocida, ellos nos ayudaron mucho en el comienzo). Decidimos hacer algunas pruebas y le fuimos dando forma (primero hicimos chalecos). Ahora tenemos, chalecos, calzas y camperas con calefacción, por otro lado, también fabricamos buzos, remeras y comercializamos gorras”.

Los motivos por los cuales emprendieron fueron claros desde un principio. “En parte por una necesidad propia, a la hora de realizar nuestras actividades favoritas (los cuatro somos muy fanáticos de las actividades al aire libre), nos veíamos limitados en el invierno, a no realizarlas o a tener que usar demasiada ropa para abrigarnos (incomodidad)”, sostiene.

Y apunta en cuanto al objetivo de la marca: “Lo que buscamos con nuestros productos, además de nuestra propuesta de valor que es la calefacción, es que sean productos clásicos (estéticamente espectaculares y de una calidad superlativa), para que la gente que los compra, pueda utilizarlos tanto en temporada invernal como en el resto del año. Los clientes terminan usando los productos todos sus días, no se los sacan más”.

Los cuatros amigos se conocen desde los 2 años, fueron compañeros de colegio y además viven cerca. Hoy en día son tres los que están trabajando con el proyecto y “vamos a sumar nuevos productos, y nueva tecnología para el 2023, ¡es sorpresa!,” adelante Kevin.

Cómo se utiliza la campera

“El funcionamiento es el siguiente, dentro de cada prenda nosotros integramos el sistema de calefacción, quedando un conector USB y un botón para que el usuario pueda interactuar con el producto. El USB sirve para conectarlo a nuestra fuente de energía (un powerbank o un conector USB, se utiliza para conectarlo directamente al conector de las motos), este última alimenta al sistema de calefacción con corriente, y en cada pad se disipa esta energía en forma de calor (los pads tienen un entramado de cobre muy fino por donde circula la corriente). La energía que utilizamos no pone en riesgo al usuario, es muy poca cantidad (5 voltios y 2 amperios)”, explica en detalle el joven ingeniero.

Y agrega: “Con el botón, uno puede encender o apagar el sistema de calefacción (normalmente, no se tiene encendido todo el día el sistema, si tiene frio lo enciende, y cuando llega a un lugar con temperatura agradable lo apaga). El botón (switcher) nos permite regular la temperatura, los sistemas de calefacción tienen 3 temperaturas de operación. (37 C,45 C y 55 C).

Sobre el funcionamiento de las baterías, Kevin aclara que se recargan como un teléfono, dentro de su packaging viene el cable para cargarlo y es más, también sirve para cargar los celulares”.

La repercusión en el público

En cuanto a la devolución del público, Kevin se mostró muy agradecido con la repercusión que han tenido cada uno de los productos. “Al principio apuntamos a condiciones extremas de frío y después nos dimos cuenta que la gente lo utiliza para inmensidad de cosas (motociclismo, esquí, trekking, cliclismo, trabajo, pesca y para su vida cotidiana). Vendemos a través de nuestra página web wanderwarm.com.ar, también ventas al por mayor, tanto a nuestros distribuidores en las distintas provincias, como a empresas. Destacamos trabajos como con escuelas de esquí (SKIMAX en Bariloche), como también con concesionarios de autos (Yacopini Mercedez Benz en Mendoza)”.

Asimismo, agregaron que están “trabajando en nuevos canales de venta en el exterior y la producción de productos no para en ningún mes del año. Siempre trabajamos a contra temporada con la producción, ya que, con demandas estacionales sucede que en sus picos supera a nuestra capacidad real de producción (debemos de hacernos del stock para no incurrir en faltantes)”.

La expansión de la marca

Con objetivos claros y concretos, los jóvenes emprendedores apuntan a que la marca se expanda por todo el mundo. “Hemos hecho contacto con Chile, Brasil, Uruguay y Estados Unidos. Está más avanzado lo de Chile, que probablemente en 2023 tengamos distribución a nivel país, y por otro lado, lo de Estados Unidos también está en proceso, hemos mandado muestras a varias empresas interesadas en la distribución de nuestros productos (han quedado conformes con nuestra calidad, siendo esto gratificante, ya que el estándar americano es muy alto)”, aseguró Kevin.

Y completó, a modo de reflexión y ejemplo para los jóvenes que aún no se decidieron por emprender: “Los primeros 2 años fueron casi ad honorem (el primer año literal no cobrábamos sueldos y el segundo, sueldos que eran muy bajos). Hoy en día, por suerte, podemos vivir de esto, trabajamos mucho y con mucho esmero. Nos apasiona lo que hacemos y somos fanáticos de nuestra empresa. Tenemos oficinas y un depósito para el operativo diario, y la idea es seguir creciendo. Estamos trabajando en nuevos proyectos para fomentar la economía local y regional. Nuestra visión es ser la empresa de indumentaria calefaccionada líder en el mercado sudamericano (quien dice que el día de mañana, apuntemos a nivel mundial. Paso a paso…”

Los amigos que crearon «el Falabella de las marcas emergentes» y ya pusieron un pie en los shoppings

Fuente: Cronista – Dos socios crearon una red de tiendas físicas donde conviven distintas marcas digitales de moda y diseño. Con locales en Argentina y España, ahora apuestan por crecer en los centros comerciales y convertirse en unas «mini tiendas departamentales».

Con el boom del comercio electrónico, la dinámica de las marcas de ropa cambió por completo. Las inversiones en metros cuadrados muchas veces se vieron reemplazadas por el crecimiento de las tiendas digitales, y las vidrieras en las grandes avenidas perdieron fuerza. Ahora, para ser una marca exitosa, no hace falta tener un gran local en una zona comercial: la dinámica de los compradores mutó.

Pero cuando se trata de ropa, a muchos compradores les gusta probar las prendas o verlas personalmente antes de llevársela. Por eso, para establecer un punto medio entre el mundo digital y el físico, dos amigos crearon una solución especialmente pensada para las marcas emergentes: CoShowroom, una red de tiendas donde conviven distintas marcas de moda y diseño.

El concepto es sencillo: las firmas que necesitaban de un espacio físico contratan el servicio de CoShowroom y pasan a tener un lugar donde exhibir sus productos, personal que atiende, toma sus devoluciones y cambios. Hasta funciona como un pickup point y depósito. En contraparte, CoShowroom cobra un fee mensual por los servicios y un porcentaje por venta.

La idea surgió cuando Francisco Rey Petit estaba de viaje en Estados Unidos. Era 2018 y en Los Ángeles vio un local con esa dinámica. Filmó un video y se lo mandó a Joaquín Tommasone, un amigo del colegio que tenía una marca de camisas. «Se lo mandé y le dije que teníamos que armar algo así para ayudarlos a vender más. Con la tendencia del e-commerce, las marcas necesitaban ayuda para gestionar ese crecimiento. Tener esa parte ordenada ayuda a que la experiencia de compra sea buena. A todos nos pasó alguna vez de comprar algo por Internet y que el pedido llegue tarde o no poder devolverlo. Y si te pasa eso no volvés a comprar», dice Rey Petit.

La tienda del shopping DOT es su más reciente inauguración.

Él hablaba con conocimiento de causa. Licenciado en Administración de Empresas, había trabajado en distintas empresas del mundo del retail de lujo, en las áreas de Marketing y Ventas. Tommasone, por su parte, además de su marca de ropa había trabajado en Ventas y Marketing de empresas de agro y banca y es economista.

En 2019 el primer espacio, ubicado en Recoleta, abrió sus puertas. Aportaron US$ 20.000 de capital propia para poner a punto un local que estaba en desuso y apuntaron a convocar a margas emergentes. El segundo  abrió sus puertas en San Isidro y, pandemia de por medio, en 2021 llegó el tercero en Belgrano y un cuarto en Barrio Norte. En junio de 2022, se animaron a la expansión internacional e inauguraron un punto de venta en Madrid.

Pero la gran apuesta de este año llegó de la mano de los shoppings: hace pocos meses plantaron bandera en Dot y ya están planeando un segundo paso en Alto Palermo con vistas a marzo de 2024.

«Es un win-win para todos. El shopping necesita un refresh de marcas más jóvenes y de comunidades más pequeñas. Hace más atractivos a los shoppings y, a la vez, le damos la oportunidad a las marcas emergentes de jugar en las grandes ligas«, aporta Rey Petit. «Mientras, IRSA puede ver un semillero de marcas que eventualmente pueden llegar a tener su propio local», agrega Tommasone.

Hoy CoShowroom trabaja con más de 150 clientes y son su cara frente a los consumidores. «Es una relación de confianza que nos exige ser súper profesionales», suma el emprendedor que enfatiza la sinergia entre marcas que se genera en el local. Además, concretan 4000 entregas por mes de compras que se hacen por las tiendas digitales de las marcas.

«Estamos construyendo un concept store, donde el consumidor final encuentra un espacio muy en línea con las tendencias actuales y donde pueden empatizar con la persona que está detrás de la marca. Algo opuesto al fast fashion, que no es sostenible. Ayudamos a vender a las marcas y somos un partner logístico importantísimo», agrega Rey Petit.

La firma, que emplea a 25 personas y facturará $ 1000 millones este año (entre servicios y venta al público), está en un proceso de cambio de estrategia. «Hoy el shopping nos exige convertirnos en una tienda departamental en miniatura. Y el foco antes no estaba ahí. Estamos mirando como referencia tiendas departamentales como Macy’s y entendemos que cuanto más atractivos seamos, mejores marcas vamos a convocar. Estas marcas son las que se vienen y hay un nicho para ocupar«, menciona el emprendedor.

El año que viene seguirá la expansión por los centros comerciales. «Queremos ser el Falabella de las marcas emergentes. Dejar ese espacio que quedó libre e ir ganando metros cuadrados», concluye Tommasone.

En cifras

  • Fundación: 2019 (primer local en Recoleta)
  • Inversión inicial: US$ 20.000
  • Facturación 2024: $ 1000 millones (entre servicios y venta al público)
  • Cantidad de empleados: 25

Reconocen a PyMEs y emprendedores que obtuvieron el Sello Hecho en Córdoba

Fuente: El Objetivo – Destacaron a un grupo de empresas por el esfuerzo en posicionar y desarrollar sus productos en el marco del programa Hecho en Córdoba de la Secretaría de Comercio, que promueve al ecosistema emprendedor.

El Ministerio de Industria, Comercio y Minería de Córdoba a través de la Secretaría de Comercio, reconoció a las pequeñas y medianas empresas y a los emprendedores de la Provincia que han participado del programa Hecho en Córdoba.

Recibieron sus certificados: Croccanto S.A.S, Productos Plin S.R.L, Cervecería Cassaro, Miel de Monte, Juncalcor, Ruf Desarrollos S.A.S, Amaro Amore, Acero Llanos, Rossted S.R.L., Brett & CO Fermentados, Tronador Panadería, Fireboss Argentina, Lácteos Toro Pugio S.A., Nórdico Gin, Ronger sin TACC, Sinergia Group, A.P Concepto, TP3D Hellbot, CIEM S.R.L., Hesai Alimentos Saludables, Lamar reciclados descartables, Cervezas Medalla.

En la oportunidad el secretario de Comercio, Juan Pablo Inglese, felicitó a quienes recibieron el reconocimiento del Sello de Origen, rescató el esfuerzo que cada uno realizó para posicionar su producto y señaló que ya hay 3.500 productos cordobeses Hecho en Córdoba que se han integrado a la cadena de comercialización en las góndolas, en las vidrieras, en cada comercio, gracias al trabajo conjunto con la Cámara de Comercio y la Cámara de Supermercados.

“Nos sentimos orgullosos porque detrás del producto cordobés están ustedes, PyMEs y emprendedores y emprendedoras, Detrás del producto cordobés está el empleo y la movilidad económica de cada territorio”, sostuvo.

Luego, Inglese resaltó la calidad de los productos cordobeses que ha llevado  que la Tienda Oficial Córdoba en Mercado Libre, lidere por tercer año consecutivo el ranking de facturación en Argentina y ocupe el quinto lugar en Latinoamérica.

“El objetivo del ministro Eduardo Accastello durante su gestión es estar al lado de cada uno de ustedes para brindares soluciones a sus necesidades, desde las capacitaciones, las mentorías, las oportunidades y el financiamiento para que puedan avanzar, seguir invirtiendo y generar más trabajo”, indicó.

Asimismo, el Secretario de Comercio se refirió a Ofertón, el evento único en Argentina resultado de la articulación público-.privado  que en su última edición este 2023, permitió que en sólo tres días, en alianza con los sectores logístico y de financiero, movilizó más de 2.000 millones de pesos, vendiendo productos cordobeses a todo el país.

En otro momento de su alocución destacó las experiencias regionales a través de las cooperativas y mutuales del interior provincial y, la participación de las mujeres empresarias y emprendedoras porque “no hay ningún tipo de política productiva si no tiene perspectiva de género, de igualdad de condiciones en las acciones que llevamos adelante”.

Finalmente, Juan Pablo Inglese expresó: “Hoy ganamos todos y todas como Provincia”, y agradeció al ministro Accastello por la impronta del complemento con el sector privado en un camino virtuoso porque hoy podemos decir que “el entramado productivo y el ecosistema emprendedor cordobés es grande, potente y llena de valor”.

También estuvieron presentes, el subsecretario PyME, Ángel Quaglia; la coordinadora de Mujeres de la Córdoba Productiva, Laura Pedernera; y directores de la Secretaría de Comercio.

Le quedaban $600 y creó una marca de helados que hoy es furor entre los veganos

Fuente: iProfesional – Los primeros kilos de helado los hizo en la cocina de su casa y los repartió en su Fiat 147. En la actualidad, llega a todo el país y exporta a Uruguay

En 2022 y con solo tres empleados, Victoria Torterola vendió 50.000 kilos de helados veganos de su marca Haulani a lo largo del todo el país y exportó a Uruguay. Sin embargo, la medida del éxito para ella no son los números, sino su libertad. Libertad para hacer y deshacer, libertad para no atarse a un plan de negocio y libertad de mudarse para criar a su hijo en medio del monte cordobés sin tener que preocuparse si en Buenos Aires se corta la luz de la planta de elaboración.

Después de algunas sesiones de terapia, Torterola entendió que su gran miedo en la vida era quedarse sin plata. Unos años antes había visto a su padre quebrar económicamente por no haber podido reinsertarse en el mercado laboral luego de tomarse un año sabático e irse con toda la familia a Hawaii.

«Esa decisión habla de la libertad para darse permisos para salirse del libreto. Cada día podía elegir qué hacer, si me iba a la playa, si iba al cine o andar en bici. Esa forma de vida se incrustó muy profundo en mi ADN y cuando volvimos al país yo ya no podía entender cómo era posible que para ir al baño uno tuviera que pedir permiso al profesor», cuenta Torterola, quien tuvo que salir a trabajar desde moza hasta maestra jardinera para bancarse los estudios que su padre no pudo financiar.

La solución que Torterola implementó para superar el miedo de quedar en la lona fue justamente quedarse sin plata, pero a propósito. Renunció a su trabajo y gastó todos sus ahorros para volver a Hawaii por tres meses, pero no para trabajar sino para quedarse sin plata. Vivió en una casa prestada al amparo de un árbol, paradójicamente mangos, que le proveyó de frutos para su desayuno, aun fuera de temporada. «Fue increíble, pero viví la doble vida de no tener más que ataques de pánico y a su vez la abundancia de la vida demostrándome que estaba a salvo y que nunca me iba a faltar nada’, explica a iProfesional.

El miedo y la abundancia transformada en una marca de helado

Sentada en la playa con la mirada en el horizonte y pensando en qué significaba el miedo en la vida de alguien y en la libertad que en definitiva en ese momento sentía, se le acercó un joven a charlar. «Me contó que hacía helados a base de coco y quedé maravillada. Me acuerdo que pensé qué bueno sería hacer un helado que haga bien con superalimentos y endulzar con miel pura de abejas y cúrcuma o espirulina. Fue toda una revelación», recuerda la emprendedora.

En 2014, de regreso al país, Victoria invirtió los últimos $600 que le quedaban en una máquina de hacer helado y en su casa empezó a experimentar recetas hasta que encontró el equilibrio justo para hacer de las frutas, la miel y la leche de coco esa cremosidad perfecta que quería para sus helados Haulani, palabra que en hawaiano significa hielo celestial.

Invirtió los últimos pesos que le quedaban para comprar una máquina de hacer helados y fundó Haulani

Invirtió los últimos pesos que le quedaban para comprar una máquina de hacer helados

Su primer cliente fue un amigo dueño de un restaurante vegano que le encargó semanalmente 2 kilos para ofrecer como postre. «Para mí, 2 kilos era un montón, pero asumí el compromiso. Después fueron sus clientes los que me empezaron a contactar y después llegó más gente cuando abrí las redes sociales. Yo ya estaba al límite de mi capacidad productiva, que claro, era aún mi casa y mi auto Fiat 147 con el que hacía las entregas», cuenta.

Una marca que hoy vende 20.000 unidades al mes

Llegar a las 20.000 unidades mensuales que hoy vende a todo el país y al Uruguay fue un camino que recorrió con no pocos palos en la rueda: desde un socio que la dejó sin su fábrica hasta otro que le «robó» las recetas y armó otra marca para competirle a Haulani. Sin embargo, con el miedo como aliado, a Torterola ya nada la detiene y si tiene que barajar y volver a dar, lo hace.

En 2018, recibió unos u$s60.000 de tres inversores suizos que conoció por un amigo de la familia y consiguió entrar a las grandes cadenas de supermercados, pero esta vez, cuenta, tercerizando la producción. ¿Por qué? Porque su primer palo en la rueda fue cuando, luego de conseguir la habilitación de una planta para la producción de alimentos, los dueños con los que compartía el espacio le dijeron que se la querían quedar para ellos y su producción de leches vegetales.

«Tuve que volverme a mi casa, donde no podía enchufar la máquina industrial porque no tenía trifásica. Se quedaron con la planta, la habilitación y toda la plata que había invertido para ellos, pero en vez de enojarme y gastar energías en lo que había pasado doblé la situación a mi favor para ocuparme den todo caso de resolver y llegar a tiempor a la temporada».

Esto pasaba mientras en su vientre crecía su hijo y en su cabeza el deseo imperioso de salir de Buenos Aires para esta vez irse en familia a vivir a Traslasierra en Córdoba. Pero para ello, había que cambiar el modelo de negocio y como no hay mal que por bien no venga, cuando se quedó sin planta, tercerizó la elaboración de los helados con los dueños de Guapaletas y ella, desde Córdoba y con tan solo tres empleados, trabaja en la marca, su comunicación y la comercialización.

Actualmente, sus helados se encuentran en dietéticas, tiendas naturistas y supermercados de Argentina y Uruguay y para seguir creciendo está desarrollando un modelo de franquicias productivas, es decir, dándole la posibilidad a fábricas de alimentos que elaboren y comercialicen helados plant-based con su marca Haulani a cambio de una regalía mensual.

Haulani se lanza al modelo de franquicia productiva para seguir desarrollando la marca

Haulani se lanza al modelo de franquicia productiva para seguir desarrollando la marca

«Por ahora vendo los helados que produzco con Guapaletas y aunque aún no tengo nada cerrado, voy desarrollando este otro modelo de negocio que ya tiene su primer paso con una línea de quesos con un partner que tiene otros productos. De esta manera, la marca sigue creciendo sin necesidad de que yo invierta y ellos amorticen mejor sus costos’, detalla.

¿La idea es migrar al modelo de franquicias? «Mi idea es tener ideas todo el tiempo y ver con cuál me siento más cómoda y libre», concluye.

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