El drama de una empresaria Pyme: «Planificar hoy es un lujo, el estrés es permanente»

Fuente: iProfesional ~ Desde la Pyme familiar Salve Regina cuentan cómo es el día a día de una firma para seguir produciendo en medio de la incertidumbre total.

Trabajar sin precio de referencia en medio de una inflación creciente. Esto es lo que le pasa a quienes llevan adelante a Salve Regina, una empresa que diseña y vende regalos y accesorios «con valor emocional». Nacida en 2012, esta Pyme familiar vive en estos días una incertidumbre inédita en su historia.

Los diseños en tono pastel, con imágenes naif y frases inspiradoras son precisamente lo que hoy necesita esta pequeña empresa. ¿El motivo? Debe encontrar en el escenario actual una brújula de la que aferrarse para seguir operando, pero haciéndolo prácticamente a ciegas.

En este escenario Samanta Schnabel, directora creativa de Salve Regina, no esconde cuánto los afecta la crisis económica actual. Y también cómo cambió su día a día: la planificación es hoy un lujo, como para muchas otras Pymes en la Argentina.

«Es muy difícil conseguir algunos insumos, nada tiene precio, ni fecha de entrega. Comprar insumos se volvió un trabajo complejo», explica Schnabel.

Con inflación es imposible definir precios

La falta de insumos tiene una lógica: los proveedores no pueden definir los precios y eso impacta en la cadena productiva de Salve Regina. Pero este mismo problema se replica cuando a ellos les toca vender los accesorios.

«La inflación nos afecta muchísimo, nada tiene precio real. No sabés qué está bien o qué está mal. Y tomar decisiones en este contexto, que las Pymes las tomamos todo el tiempo, hace que el estrés sea permanente», se lamenta Schnabel.

Seguir produciendo pese a la inflación y la incertidumbre

No es para menos: la ansiedad surge al no saber si lo que hoy están cobrando les permitirá seguir trabajando en el futuro cercano. Está claro que las Pymes no tienen el mismo respaldo que una gran empresa, y por ende trabajar al costo o a pérdidas no es un lujo que puedan darse.

«Le pedimos al Gobierno Nacional que ponga todos sus esfuerzos en frenar la inflación. También son necesarias reglas claras: todos los días hay cambios para importar materia prima y eso afecta directamente a los puestos de trabajo«, observa la directora creativa, dando dimensión a todos los problemas que se esconden tras la suba de los precios, las disparadas del dólar y la diversidad en los tipos de cambios.

Inflación, precios y responsabilidad

El estrés que cuenta está padeciendo Schnabel no es para menos. En Salve Regina trabajan 60 personas en la fábrica que está en Palomar, partido de Morón, el en conurbano bonaerense.

Y es que esta Pyme ya venía reacomodándose previo a la pandemia, y ésta aceleró todo. «Hasta mediados de 2019 el foco estaba puesto en los locales. Pero, luego de analizar nuestro negocio y preguntarnos qué nos gustaba más, empezamos a priorizar la venta mayorista. Así la pandemia nos encontró en pleno proceso de cambio», relata Schnabel.

Aquel primer trimestre de 2020 los encontró con los locales cerrados recientemente, pero también sin poder ir a la fábrica. Esto es lo que sintieron como el comienzo de una incertidumbre que no tiene fin.

«Cuando pudimos volver a la fábrica, mejoramos mucho el sitio web para que todos nuestros clientes pudieran seguir comprando y no extrañaran venir a vernos y poder encontrase con los productos en persona», recuerda la directora creativa.

Apuntar a seguir trabajando y preservar los puestos de trabajo, los objetivos de Salve Regina

¿Cómo es que siguen operando? Porque las ganas de ir por más los guían. Actualmente la empresa está exportando el 5% de su producción. Aunque, «más que un negocio, es apostar a la expansión a largo plazo», dice Schnabel.

Inflación, talentos y financiamiento

En un segundo plano, en Salve Regina también reconoce que está cambiando el mercado de los colaboradores. «Tuvimos algunos problemas para contratar, pero fuimos armando nuestro propio semillero. Tenemos un acuerdo de pasantías con la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) y en general terminan trabajando con nosotros una vez que finaliza la pasantía», sostiene la ejecutiva, con una sonrisa.

Para saltar este obstáculo de conseguir los colaboradores adecuados, es que, dice la directora, se enfocaron en «ser disruptivos. Tenemos muchas chicas que es su primer empleo, y eso genera oportunidades donde no las suele haber».

Por último, la Pyme asegura que en el primer semestre tuvo un buen acceso al financiamiento y a tasas convenientes, «pero en estos últimos días es imposible tomar créditos a tasas que rondan el 80%«, explicó la referente.

«Este tipo de financiamiento no sirve de mucho, las tasas son demasiado altas. Es complicado financiar un negocio con estos valores y terminamos usando nuestro propio capital», resume Schnabel.

El desafío de avanzar, en medio de la inflación y de la falta de previsibilidad

Fuente: La Nación ~ Juan Marotta y Patricia Bindi del HSBC destacaron el rol de las pymes en la economía de la Argentina.

“Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son los superhéroes de esta película”, definió Juan Marotta, CEO de HSBC Argentina y CEO de HSBC LAM Sur. En una conversación mano a mano con José Del Rio, secretario de Redacción de LA NACION, durante la quinta edición del Premio Pyme, el ejecutivo se refirió a las trabas que hoy enfrentan los emprendedores. Y recordó que “sin ellos, nada funciona”.

“Las pymes buscan planificar lo básico: cuánto van a cobrar, a pagar y cómo replantear en precios el incremento de los costos; esa es la dinámica del día a día”, detalló. Por eso, en un año que luce por demás desafiante, Marotta planteó que “no se puede seguir retrasando el reordenamiento de la economía”, e indicó que el país debe buscar un sendero fiscal para llegar al equilibrio entre lo recaudado y lo gastado por el Estado. Además, agregó que se tiene que asegurar una tasa de interés que sea positiva, una política monetaria acorde y un tipo de cambio “que funcione de acuerdo a la inflación del país, para evitar apreciaciones o devaluaciones fuertes”.

“La Argentina genera dólares, pero no los puede retener. Tiene que haber estímulos y políticas públicas que impulsen aún más las exportaciones, y también un mínimo de sendero pre-acordado, una previsibilidad que trascienda a los gobiernos y que permita recuperar parte de la confianza. Hoy, lo que no funciona y está quebrado es la confianza. No hay certeza de nada y todo lo que se dice se pone en duda. Hay que decir, planificar las medidas y tomarlas. Después de meses de demostrar que la actividad está relacionada a lo que uno planificó, vas recuperando la confianza que hoy está perdida”, agregó Marotta.

Hacia el final del encuentro en el que se entregaron los premios a las pequeñas y medianas empresas, Del Rio dialogó también con Patricia Bindi, directora de Banca Empresas de HSBC Argentina, quien destacó el rol de “Mujeres al Mundo”, ya que conformó una comunidad de más de 15.000 empresarias. E indicó que durante el año pasado, a través de este servicio financiero del banco se desembolsaron préstamos por $16.400 millones. El 70% fue para pymes.

Patricia Bindi, de HSBC, con José Del Rio, de LA NACION
Patricia Bindi, de HSBC, con José Del Rio, de LA NACIONFabián Malavolta – LA NACION

Por otra parte, Bindi mencionó que en los últimos cinco años en el Premio Pyme se inscribieron más de 3000 empresas para competir y para que se den a conocer sus historias. “Es impresionante el esfuerzo y la resiliencia de las pymes, las ganas de cambiar, de proyectarse internacionalmente. Y nos consultan. Trabajamos en equipo y decidimos hacer esto porque es difícil que se conozca a estas empresas, que son unas perlitas; nos encontramos con grandes historias inspiradoras. Y está bueno que la sociedad argentina las conozca, porque están haciendo un montón de cosas”, concluyó la directiva.

“New Bag”: la historia de la Pyme de triple impacto que fabrica las bolsas ecológicas

Fuente: Todo Provincial ~ En una nueva edición de “Historia Pyme”, Todo Provincial RADIO entrevistó a Roberto Sabolcki de la empresa “New Bag” que fabrica bolsas ecológicas de friselina y en pandemia sumpo una línea para la confección de barbijos.

“En 2017 pusimos en Morón la planta más moderna del país para fabricar las bolsas que remplazan a las bolsas de un solo uso que tanto daño hacen al planeta”, contó Roberto Sabolcki de “New Bag”.

Esta planta tiene capacidad para producir más de 3 millones de bolsas reutilizables por mes. “Son bolsas de friselina con más de 200 usos y totalmente reciclables porque la tela es 100% polipropileno“, detalló el empresario pyme oriundo de La Plata.

“New Bag” es una empresa de triple impacto económico, social y medio ambiental. “Tnemos más de 100 empleados de los cuales más del 70% es el primer empleo, entre ellos muchas mujeres”, remarcó Roberto Sabolcki.

Esta Pyme exporta sus bolsas a diferentes países de la región, aunque su propietario que ahora “ahora está un poco complicado por las trabas a la importación de insumos, entre otras cuestiones”.

El próximo paso para la Pyme de Morón será comenzar a fabricar la tela de polipropileno, lo que le permitirá cerrar todo el proceso de producción ya que también sumarán un sector de reciclaje.

“Vamos a comenzar a fabricar la tela, imprimirla, procesarla y también haremos el proceso de reciclaje”, destacó.

Cómo se hacen las bolsas ecológicas

El propietario de “New Bag” explicó que las bolsas ecológicas se confeccionan con ultra sonido que permite “la soldadura de la tela sin necesidad de sumar otro material”.

“Una vez que se les hace la impresión pasa a confección. Entra la tela impresa de un lado y sale la bolsa terminada del otro. Tenemos 7 líneas de producción que pueden hacer hasta 70 bolsas por minuto”, subrayó.

Por otra parte, el empresario consideró que Argentina debería avanzar en la prohibición total del uso de bolsas de un solo uso ya que actualmente esta medida se aplica solo en algunos distritos.

Durante la pandemia, “New Bag” desarrolló la confección de barbijos bajo la marca “New Mask”. “Podemos elaborar 4 millones por mes. somos la segunda empresa en capacidad de elaborar barbijos del país“, remarcó.

La fórmula del éxito de la PYME familiar que exporta alfajores premium

Fuente: A24 ~ Silvia Chus, co-fundadora de Cielos Pampeanos, reveló la estrategia para llevar uno de los productos estrella de la gastronomía local al mundo. Aciertos, errores y próximos pasos.

En una entrevista con Gonzalo Otálora, Silvia Chus, co-fundadora de Cielos Pampeanos, hizo un repaso histórico de la firma que logró llevar el producto estrella de la gastronomía local al mundo, alcanzando objetivos inéditos en el ámbito exportador durante los últimos veinte años.

La idea inicial del emprendimiento nació en 2001 y seis años después se tradujo en la presentación -primera vez- de una carpeta en Cancillería para alguna vez poder cumplir con la meta de exportar alfajores argentinos de calidad.

Con el tiempo, Silvia y su esposo, Ricardo Vittore, accedieron a un crédito del Banco Nación, con el que pudieron comprar una nueva planta elaboradora ubicada en Banfield que les permitió mejorar la calidad de sus productos.

De esta manera, comenzaron a exportar a San Pablo, Belo Horizonte, Curitiba y Río de Janeiro, entre otras ciudades de Brasil.

Recorrido desandado

Luego llegó la incorporación de María Luján, la hija del matrimonio, quien a partir de su licenciatura en Comercio Internacional recibió una beca del Programa ‘Mi Primera Exportación’ en 2019, para capacitarse en Barcelona.

Actualmente, la línea de productos de Cielos Pampeanos incluye alfajores de chocolate semiamargo rellenos con dulce de leche, recubiertos con chocolate blanco y de maicena.

Las distintas presentaciones, tanto a nivel packaging como en tamaño de los productos, ya se comercializan en España, Italia, Alemania e Inglaterra.

«En 2001, cuando teníamos la confitería, nos dimos cuenta de que las personas venían a buscar un producto de calidad para llevarle a sus familiares y conocidos a los lugares desde donde habían venido, como Italia y España, particularmente», manifestó la emprendedora en el comienzo de la entrevista.

«A ese rumbo empezaron a salir los alfajores de nuestra PYME familiar. Sobre la base de esa idea, empezamos a pensar con mi marido en la idea de crear un producto que se pueda exportar», subrayó Chus.

«En ese año se le dio posición arancelaria al alfajor argentino dentro del Código Alimentario, algo que no existía antes. Ahí comenzó el camino exportador de lo previamente se conocía como una golosina», describió.

Historia de vida

«Empezamos con una carta de presentación a un obispo del Vaticano, porque pensábamos que ese mercado era el punto justo de referencia para llevar nuestros alfajores», recordó la referente del rubro.

Y admitió: «Eso fue un error porque el embajador argentino en Roma nos explicó que debíamos empezar a exportar en los países limítrofes y después adquirir la experiencia para llegar al mercado de la Unión Europea».

«Cancillería nos explicó cómo obtener todas las certificaciones para poder comerciar con otros países, y luego nos incluyó en las próximas misiones multisectoriales para Brasil y Paraguay», puntualizó, sobre el camino que la PYME supo encontrara con el tiempo.

«En San Pablo, descubrimos que había 25 empresarios interesados en nuestros productos. Y lo mismo pasó en Belo Horizonte. La mayor oferta fue la de un supermercado que nos hizo una propuesta comercial por 30 mil dólares a pagar a 90 días», expresó Chus.

«Insistieron en cerrar el negocio inmediatamente pero nos dimos cuenta de que cumplir con lo que nos pedían era inviable para nuestra PYME por un tema de producción», reconoció la fundadora de Cielos Pampeanos.

«Esta operación implicaba el 200 por ciento de nuestra capacidad productiva por ese entonces con destino al exterior, algo que no es bueno», ilustró.

«A través de una charla con un periodista que luego fue publicada en un diario, el país se enteró de que no podíamos acceder al financiamiento para alcanzar ese objetivo. Ahí la gente empezó a mandarnos e-mails para ayudarnos», describió la empresaria, de manera inocente.

«Más tarde, me llamaron del Banco Nación para saber qué necesitábamos a nivel crediticio, en pos de poder construir una empresa y elaborar el producto», subrayó.

El salto internacional

En otro tramo de la charla, Chus celebró el ingreso reciente la firma al mercado de la Unión Europea y describió cuál es la postura que debe adoptar una PYME para empezar a pisar fuerte a nivel internacional.

«Si uno está convencido de poder lograr algo, todo se conspira para que lo puedas hacer. El ejercicio de abrir mercados te potencia como PYME, para saber qué grado de competitividad tenés y cómo está tu producto», expresó Chus.

«Sabés qué certificaciones le tenés que incorporar al producto para que tenga una validez importante en el exterior. Hay que apoyarse en la ‘Marca País’ que tienen los alimentos argentinos», puntualizó.

Ya alertó: «Las PYMES deben tener planes de negocios adaptados a las circunstancias actuales. A medida que se agranda la empresa, necesitás tercerizarte para operar con otros laboratorios y organismos estatales, para ubicarse dentro de una cadena virtuosa».

«Pudimos tercerizar tres sectores importantes de nuestra empresa en PYMES de mujeres, como son la comunicación, exportaciones y seguridad alimentaria en el proceso productivo», celebró la empresaria, en ese sentido.

«Tenemos una responsabilidad muy grande en el trato directo con los importadores para que conozcan el producto y lo cuiden en sus mercados, Queremos que los alfajores tengan la misma calidad con la que se pueden conseguir en Argentina», concluyó.

Rafael Dahl, la historia de un empresario Pyme que no para de emprender

Fuente: Todo Provincial ~ Rafael Dahl de MWSA Group pasó por la sección “Historia Pyme” de Todo Provincial RADIO. Recibido en una escuela técnica se especializó en minería pero nunca dejó de emprender en sectores nuevos. “Es necesario mostrar a las pymes para que alguien vea que se puede y siga el ejemplo”, destacó.

“Estamos en el parque industrial de Luis Guillon. Somos grupo empresario con multiempresas asociadas. Atendemos distintas áreas desde productos médicos hasta minería”, detalló Rafael Dahl y destacó: “Este sistema de asociatividad empresaria nos permite ser creativos y avanzar más porque al que va solo les cuesta mucho más”.

Dahl se recibió como técnico en automotores en una escuela industrial de Lomas de Zamora. Luego empezó a trabajar en una Pyme familiar hasta que comenzó a trabajar en empresas del interior del país.

“Conocí el petroleo, me enseñaron a manejar explosivos. Cuando volví entré a una carrera sueca donde me formé en minería. Hace 35 años que me dedico a eso, especificamente al tema perforación de rocas”, detalló el titular de MWSA Group.

Y profundizó: “Me dediqué a la exploración minera en todo el país desde La Quiaca hasta Usuhaia. A fines del 90 la actividad cayó mucho por un problema internacional por lo que me empecé a dedicar a las telecomunicaciones y luego al negocio del gas y el petroleo”.

Luego de trabajar en empresas multinacionales, Rafael Dahl decidió cumplir el sueño de armar su propia empresa: “Luego del año 2000 y la gran devaluación decidí encarar mi proyecto de vida que era criar chivos. Estaba muy entusiasmado pero me encontré con un amigo ingeniero agrónomo que me dijo que mejor me dedicara a lo que sabía hacer”.

Yo sabía hacer minería y luego de investigar empresas del sector en el mundo que pudieran ser negocio en Argentina, definí un producto y empecé. Lo que más sabía era sobre el tema explosivos, ahora tambien tengo sismógrafos y otros equipos para mediciones, entre otras sectores”, detalló.

“Definí un producto que podían consumir los fabricantes de explosivos en Argentina que eran cuatro. El primero me dijo, cualquier cosa lo llamamos, el segundo me dijo ahora no, el tercero me dijo que me iban a llamar y el último me pidió una muestra”, contó el empresario Pyme.

Y continuó: “A la semana le dejé una muestra, a las 48 horas me llamó y me pidió una partida para probar en el campo. Las usaron, me dijeron que funcionó y me pidió firmar contrato pero el precio que pagaban era mucho más bajo que mi costo. A partir de unos meses pude comenzar a sacar mi ganancia. Esa empresa la vendí en 2018 a un grupo alemán”.

Ahora todo el consorcio de MWSA Group tiene unos 120 empleados en distintas sociedades. “En pandemia desarrollamos un respirador de bajo costo junto al INTI y lo logramos registrar en la ANMAT. Eso nos abrió la cabeza para fabricar productos médicos y ahora, por ejemplo, producimos implantes dentales“, contó Dahl.

Sobre la posiblidad de exportar, comentó: “Actualmente no exportamos porque hay muchos tipo de dólares y el dolar exportación no sirve. No se puede ganar un mercado externo para luego tener que abandonarlo porque no sirve. Necesitamos pasar este temporal”.

En cuanto a su participación en la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires (ADIBA) subrayó: “Es mi lugar, es donde me siento con mis pares y me formo. Uno no sabe todo en la vida, todo el tiempo aprendemos cosas nuevas. Hay muchas cámaras asociadas, son todas distintas y se aprende mucho”.

Una nueva empresa rionegrina certificó el nivel más alto de CAME Sustentable

Fuente: CAME ~ La comunidad de empresas certificadas bajo el sello CAME Sustentable sigue creciendo. En esta oportunidad, la pyme Ambar obtuvo el nivel más alto de esta herramienta única en su tipo en Latinoamérica.

Desde hace más de 15 años, la empresa emblema de productos artesanales de la ciudad de San Carlos de Bariloche se dedica a la elaboración y prensado en frío de semillas para aceites vegetales de rosa mosqueta. Asimismo, elabora harinas y polvos deshidratados de dicha planta, utilizada tanto en la gastronomía como en productos estéticos, y reconocida mundialmente por sus beneficios en la salud.

A través de una auditoría de tercera parte, Ambar certificó su proceso productivo, al responder no solo a los protocolos específicos de su actividad, sino también a sistemas de gestión sustentables, ambientales, sociales, de calidad y mejora continua. Marcelo Gurrea, su gerente general, mencionó que esta herramienta representa un “broche de oro” para el camino transitado, así como también agradeció y destacó el espíritu de CAME Sustentable “para la transformación de las dinámicas empresariales”.

¿Qué es CAME Sustentable?

CAME Sustentable es una certificación de procesos basada en el paradigma del Triple Impacto (crecimiento económico con conciencia social y ambiental), que busca verificar el cumplimiento de los requerimientos de la demanda nacional e internacional, relacionados con el desempeño ambiental, la protección de los Derechos Humanos, la inocuidad y la trazabilidad, entre otros.

Para obtener más información acerca de este Programa de Certificación, enviar un correo a sellocamesustentable@came.org.ar o bien ingresar a su sitio web www.camesustentable.com.ar

«Si la gente tiene dinero para gastar, las pymes tienen negocios»

Fuente: Radio Nacional ~ El empresario textil y presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Medias habló sobre las prioridades que deberá atender Sergio Massa como nuevo ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura.

«Creo que la urgencia que apremia al sector pyme es el acceso a la materia prima de origen importado por una parte, y por otro lado que estabilice el tema inflacionario que ha tomado un ritmo muy acelerado. Esas dos cosas serían para una implementación inmediata», expresó.

«Todo va a depender de la recuperación del poder adquisitivo de la mayoría del pueblo, que la actividad de las pymes se mantenga en alto dependerá de las ventas. Si la gente tiene dinero para gastar, las pymes tienen negocios. Cuando la gente pierde el poder de consumo, se acaba el negocio de las pymes», agregó.

Regalini explicó además cuál es el insumo que se importa en la producción de medias en la Argentina, y cómo dicha dependencia crece cuando no hay apoyo a las industrias: «Con cada interrupción del proceso industrialista, la cosa empeora. Hemos vivido en los últimos 4 años del gobierno de Cambiemos, pérdida de empresas que se dedican a este producto en el rubro textil. La dependencia de productos importados se va a agudizar si volvemos a tener un gobierno que no cree en la industria».

Desesperado reclamo de empresario Pyme: «Entran máquinas chinas que podríamos fabricar pero no hay insumos»

Fuente: iProfesional ~ Alberto Pérez fundó una Pyme metalúrgica en 1990. Hoy sufre los problemas para importar insumos clave por el cepo del BCRA y no puede competir.

Alberto Pérez es dueño de Cilindros FAP Hidráulica SA, una pyme metalúrgica que fundó él mismo en 1990 en un galpón de Avellaneda.

Se sobrepuso a numerosas crisis y hoy fabrica cilindros hidráulicos, que son indispensables para las maquinarias agrícolas e infinidad de industrias, desde siderúrgicas a alimenticias.

Sin embargo, todo el fruto de su esfuerzo hoy pende de un hilo. ¿La principal razón?: el súper cepo a las importaciones, que lo está dejando sin insumos clave para seguir produciendo. 

Hoy está a un paso de parar todo y eso lo desvela. «Estamos en una situación muy crítica». 

«Se empezó a complicar todo con las normativas del Banco Central poniendo cupos para el pago de insumos del exterior. Esos cupos son insuficientes, porque fueron tomados por un máximo del 5% por encima de lo que se había importado en 2021, y ya hubo un 20% o 30% de inflación en los precios de insumos y fletes», comenta.

«El Banco Central da dólares para importar una máquina completa, pero no para importar insumos y partes y fabricarla aca», se lamenta. 

Esto, según Pérez, está generando una situación paradójica y que lo desespera: «Estamos viendo cómo entran máquinas chinas que podríamos fabricar nosotros, pero no podemos porque no contamos con insumos».

Si la situación continúa, no le quedará más remedio que apagar completamente las máquinas, algo que se está viendo en varios sectores.

«Están faltando insumos importados entre los productores de máquinas agrícolas, por ejemplo. Hay empresas que han suspendido gente, o dieron vacaciones adelantadas y frenaron su línea de producción», detalla.

Son historias que conoce de cerca, como tesorero de la Asociación Argentina de Fabricantes de Máquinas-Herramienta (AAFMHA).

Qué generan las restricciones para conseguir dólares

Cilindros FAP Hidráulica está al borde de su capacidad productiva por falta de insumos

«El Gobierno solo atiende a la falta de energía. Pero si las empresas no tenemos insumos, esa energía va a sobrar«, apunta. Y admite que «las restricciones para conseguir dólares generan que las empresas salgan a buscarlos en el mercado paralelo para pagar los insumos importados».

«Ante la necesidad de cumplir con compromisos asumidos por máquinas ya vendidas, no queda otra que comprar el dólar blue, depositarlos en tu cuenta en dólares y de ahí transferirlos. Y esto está empujando al dólar para arriba», confiesa.

FAP cilindros tiene más de 20 años de historia

En las últimas semanas, a partir de la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía, «las ventas se están frenando porque no hay precios de referencia. Sinceramente, no sé cuál va a ser el precio en pesos al que voy a reponer los insumos importados que necesito», se lamenta.

Una empresa que soportó muchas crisis

En sus más de 20 años, FAP cilindros pasó por la hiperinflación de 1990, el «corralito», el estallido social de 2001, y diversas devaluaciones y corridas cambiarias. «Pero nunca nos había pasado algo así. La industria está en marcha, tenemos pedidos, pero empieza a haber faltantes, y me preocupa no poder cumplir con las entregas», dice su fundador.

Perez estudió ingeniería mecánica en la UBA, y se formó en el oficio en otra fábrica. Arrancó solo, «con un torno prestado y ganas de progresar», recuerda. «Después necesité alguien que me ayude, y después alguien más, y ahora somos 22», cuenta.

Desde 2019 lo secunda al frente de la empresa Pablo Chávez, quien había ingresado en 1998 como operario. Pérez cuenta esto con orgullo «es alguien que se formó y creció dentro de la empresa», dice. No obstante, el ambiente actual en la fábrica, «es de desánimo. A la gente no le alcanza el sueldo y eso se nota», dice el fundador de FAP.

Desde su cargo como tesorero de AAFMHA, Pérez intenta todos los días llevar su reclamo -y también acercar soluciones- a los funcionarios del gobierno. «Ofrecimos al Banco Central y al Ministerio de Producción colaborar para direccionar los permisos a la importación de partes e insumos y no de equipos completos, y ser punto de verificación en la aduana. Es algo que ya habíamos hecho en gestiones anteriores, cuando estaban Guillermo Moreno y Augusto Costa en la Secretaría de Comercio», comenta. Hasta ahora, no tuvo respuesta, pero lo sigue intentando.

Si querés contarnos tu caso o el de algún conocido que esté padeciendo los efectos de las restricciones a las importaciones, falta de insumos, pérdida de mercados o fuerte derrumbe en ventas, hacé clic aquí y contanos brevemente la situación para que tomemos contacto.

Padre e hijo, con creatividad en el papel de empresarios pyme

Fuente: La Voz ~ Orlando y Martín Irigoyen son padre e hijo y un ejemplo viviente de lo que tiene que enfrentar una pyme cada día para seguir adelante en una economía tan cambiante y desafiante como la argentina.

Iniciada el 1º de mayo de 2001, meses previos a la crisis del fin de la convertibilidad, Multipack logró un lugar en el rubro de fábricas de bolsas de papel. Es la historia de dos empresarios que usan su creatividad para mejorar la productividad y dar empleo.

–Cuéntenme cómo empieza la historia de la empresa.

–Orlando Irigoyen (O.I.):En realidad, comienza cuando yo llegué a Córdoba en 1966 desde Gualeguaychú, Entre Ríos. Empecé a estudiar ingeniería y, como tenía formación técnica, conseguí trabajo como matricero en una metalúrgica. No terminé la carrera, pero pasé por otras empresas donde aprendí mucho, Perkins, Fiat, hasta que llegué a Barrado, la fábrica de papel.

–Martín Irigoyen (M.I.): Ahí empezó la actividad de él en la industria gráfica y de papel.

–O.I.: Era el año ′80 y ahí estuve 20 años. Era muy grande, se hacían cinco millones de bolsas por mes. Cerró por la crisis, en 1999.

–¿Y qué pasó?

–O.I.: Como yo conocía por Barrado a unos extranjeros que vendían repuestos para máquinas, me llamaron para hacer una instalación en Haití. Estuve un par de meses, hasta que mis hijos me plantearon poner un fábrica acá, para no estar tanto tiempo fuera del país. Ileana, que ya se había recibido, y Martín, que estaba cursando la facultad, empezaron a investigar cómo podíamos hacer y así surgió la idea de abrir Multipack.

–¿Cómo fue el comienzo?

–O.I.: Los suecos me habían contratado para hacer instalaciones en otras partes del mundo, les dije que no. Era muy bien remunerado, en dólares, pero opté por quedarme acá. Trabajé con mis hijos, buscamos una máquina en Brasil. El brasileño que me la vendió me ofreció quedarme allá, me daban dos máquinas más y un galpón de tres mil metros cuadrados. Opté por venir acá, y para traer esa máquina a la Argentina me cobraron un arancel del 17 por ciento.

–M.I.: Eso muestra la importancia de los empresarios pyme en querer seguir. Allá, en Brasil, te ofrecían el oro y el moro y acá te castigan y te pegan de todos lados.

–O.I.: Los que me ayudaron fueron los de Papel Misionero, una fábrica que en ese momento era del Estado. Los conocía de la época de Barrado y después los seguí asesorando. Y fue la primera instancia para empezar a fabricar nuestras bolsas.

–¿Eso en qué año fue?

–O.I.: Fue en 2001, en plena crisis, cuando lanzamos Multipack. Pasamos por varios percances, hasta se nos dio vuelta el camión y tuvimos que reparar la máquina en ese año. Pero 2001 era incluso mejor que ahora porque teníamos materia prima, podíamos hacer arreglos y no teníamos tantos problemas con el abastecimiento como ahora.

–¿Qué tipo de bolsas hacían?

–O.I.: Al principio sólo hacíamos bolsas de carbón, de dos a cinco kilos. Luego incorporamos bolsas para botellas de vino, para cervezas familiares. Martín desarrolló bolsas para Delicatessen. Sin tener vendedores, tenemos presencia en todo el país.

–¿Cómo fue la evolución en estos 20 años?

–O.I.: Empezamos a elaborar tres toneladas de papel por mes y hoy estamos en 40 a 45 toneladas. Fuimos creciendo paulatinamente. Trato de no crecer en forma tan extrema, con solvencia para poder trabajar con tranquilidad, en un país tan inestable. Nos sirvió toda la investigación y desarrollo que hicimos en las máquinas.

–¿Cómo es eso?

–O.I.: Tenemos una gran ventaja, porque dibujamos todo nosotros. Hacemos los repuestos y así disminuimos los costos de mantenimiento porque hacemos las piezas. Lo único que tenemos importados son los nuevos desarrollos. Hicimos investigación con gente de ingeniería, les incorporamos muchas mejoras a las máquinas. Esto nos permitió incrementar la producción y pasar de 50 a 60 bolsas por minuto a 100 por minuto.

–M.I.: Lo que hizo Orlando con esa máquina fue transformar un R-12 en un Tesla. Es una máquina de la década del ′80 con tecnología del siglo 21. El desarrollo es de él, es humilde y no lo quiere decir.

–¿Es la misma que trajeron de Brasil en un principio?

–M.I.: Sí, la fue adaptando y más que duplicó la producción. Él sigue siendo amigo del proveedor brasileño y no puede creer lo que hemos hecho con la máquina. Tenemos dos: una impresora en cuatro colores y la brasileña, que es la confeccionadora de las bolsas.

–O.I.: También incorporamos un taller de serigrafía que trabaja con tintas en base acuosa.

–M.I.: Es una línea de productos para pequeñas cantidades, para eventos, por ejemplo. Con la línea de serigrafía podemos hacer 300 bolsas y lo novedoso es la base acuosa, no es usual, porque siempre la tinta es en base solvente. Esa línea anda muy bien porque le da muy buena terminación.

–¿Estuvieron siempre en la misma fábrica?

–M.I.: Siempre estuvimos acá, en barrio Talleres Oeste. Compramos un lote para trasladarnos, pero fue muy difícil porque el apalancamiento es poco y el crédito es terrible. Es difícil para una pyme como nosotros dar el salto a una empresa más grande.

–¿Cuántas personas trabajan?

–M.I.: En total somos 18 personas, la mayoría son operarios.

–O.I.: A lo largo de los años fuimos formando gente porque no se consigue. No hay colegios técnicos para este tipo de actividad de impresión o fabricación de bolsa. Tomamos personas del ramo de la construcción y los formamos como maquinistas, impresores. Nos costó bastante este tema.

–M.I.: También apoyamos a chicos con becas para que terminaran la secundaria. Hicimos un programita de incentivos para que terminaran el colegio. En los empleados buscamos más la calidad humana y las ganas.

–¿Quiénes son los clientes actuales?

–M.I.: Vendemos a todo el país. Literalmente, desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego. Antes, teníamos un mix de venta que era 90 por ciento bolsas de carbón y 10 por ciento lo que llamamos otras bolsas; vinotecas, boutiques, bodegas. Hoy, pasó a ser 70/30 o 60/40. Se incrementó la participación de los productos con mayor valor agregado y el carbón bajó considerablemente, como muestra de la caída del consumo de carne.

–¿Cuántas bolsas producen?

–M.I.: Hacemos entre 600 mil y 800 mil bolsas por mes. Todos nos dicen que tenemos la posibilidad de crecer. Pero yo ando con pies de plomo. No quiero crecer a lo loco y después estar, como ahora, con dificultades para obtener materia prima. ¿De qué vale crecer, tener varias máquinas, si después no les podés dar de comer?

–¿Cómo está hoy la situación del sector?

–O.I.: Está muy baja la oferta de materia prima. Tenemos muy buena relación con los proveedores y no tenemos tanto cuello de botella, pero es complicado. Compramos gran parte a Papel Misionero, pero hay otro papel que es importado, de alta resistencia, que no se consigue mucho por la guerra de Rusia. Es uno de los grandes proveedores de la región. A eso se suma la paralización de las importaciones. Hay proveedores que tienen contenedores parados en el puerto porque el Banco Central no les habilita a girar los dólares.

–¿Sólo importan papel?

–O.I.: Sí, pero ahora también está faltando la tinta en base acuosa. Se hace acá, pero es a base de pigmentos importados que no se fabrican en el país.

–¿Y del lado de la demanda?

–M.I.: Las bolsas de carbón bajaron porque se come menos carne. Pero hay dos rubros que tienen buena demanda: la yerba mate, sobre todo orgánica, que ha crecido bastante, y las vinotecas y bodegas. Tendríamos que hacer una inversión para ampliar la capacidad productiva porque no estamos dando abasto con esos dos rubros que nos están demandando una mayor producción.

–O.I.: Estamos investigando para hacer un desarrollo propio con uno de los proyectistas. Es otra de las falencias que tiene el país: proyectistas que sepan de materiales. Estamos diseñando una máquina para tratar de hacer más rápido la entrega de bolsas de vino.

–Otro desarrollo propio.

–O.I.: Es difícil hacer una inversión y estar pensando día a día si vamos a tener insumos o no. Y para traer una máquina del exterior hay muchos obstáculos y no conviene por el precio en dólares. Pero, finalmente, creo que lo vamos a poder hacer acá, como hicimos los anteriores desarrollos.

Un negocio de familia

Nombre. Orlando Irigoyen.

Edad. 74 años.

Hobby. Viajar. Investigar.

Hijos. Ileana y Martín.

Nombre. Martín Irigoyen.

Edad. 44.

Profesión. Abogado. Magíster en Dirección de Empresas.

Casado con. Virginia

Hijas. Constanza, Candelaria y María Paz.

Hobby. Leer. Hincha de talleres

Empresa. Multipack SRL.

Rubro. Fábrica de bolsas de papel.

Colaboradores. 18.

El dato. Tienen una producción de 600 mil bolsas mensuales.

Sitio web. www.multipacksrl.com.ar

Las claves de esta PYME innovadora que apuesta al valor agregado

Fuente: A24 ~ Diego Alonso, dueño de una empresa líder en cápsulas de café y yerba mate, contó los planes de crecimiento en un contexto de crisis económica.

Diego Alonso, dueño de Mito Espresso, habló sobre la actualidad de la empresa líder en cápsulas de café y yerba mate, y su potencial de crecimiento en un contexto de crisis económica.

«El que consume cápsula paga un plus de practicidad que te permite tomar varias clases de bebidas e infusiones», resaltó el empresario en el programa Somos Pymes Radio, por La Red AM910.

«Somos la primer fábrica de cápsulas de infusiones del país. Empezamos en el año 2009 a fabricar bajo el formato de espresso point y después se sumaron clientes de café locales», puntualizó el emprendedor, al relatar la historia de la compañía.

Coyuntura complicada

«Hace dos años, a razón de la pandemia, incorporamos una línea de cápsulas en formato Nespresso. Pero esta última semana fue muy complicada», admitió.

«A la incertidumbre por los precios locales e internacionales de los insumos, se sumó el tema de las restricciones de las importaciones al café verde, nuestra principal materia prima», subrayó Alonso.

«Tomando en cuenta el consumo de otros años, nos queda stock disponible de crudo para solo 45 días. Tenemos muchos pedios retenidos por el tema de la habilitación del giro de divisas», graficó el hombre de negocios.

E ilustró: «Nuestros proveedores ya tienen más de 50 años importando café al país en el mercado disponible. Ellos están teniendo problemas con las compras que están siendo diferidas a largo plazo, porque no están los depósitos de dólares ya que el BCRA nos los habilita».

«Eso genera mucha bronca con los exportadores porque ellos podrían estar haciendo este negocio con cualquier empresa del mundo».

Cuál es el estado de la industria

«El café genera un montón de mano de obra y valor agregado dentro de una industria con muchas variables y productos», exclamó el ejecutivo.

«Estas complicaciones se van a empezar a ver en góndola, con la falta de productos. Proyectar más allá de seis meses es muy complicado en Argentina», reconoció Alonso.

«Hace más de un año que innovamos con las cápsulas de mate. Llevamos adelante la idea que nos propusieron unos chicos jóvenes, luego de hacer una investigación sobre el producto», expresó entusiasmado el líder de Mito Espresso.

«Después de un tiempo de prueba y error en nuestra cadena de producción, podemos decir finalmente que somos los primeros en hacer yerba encapsulada», festejó.

«Tenemos un producto que es más parecido al mate cocido (yerba intensa) y otro más similar a la infusión té (yerba suave). Este último producto está siendo promovido para exportación, porque ofrece un valor agregado que nos diferencia de Europa y Estados Unidos», mencionó Alonso.