Cagnoli invirtió u$s15 millones en su nueva planta y ahora apunta a crecer en exportaciones

Fuente: Ámbito – La empresa de Tandil sufrió un incendio en marzo de 2021 y tuvo que volver a levantar su establecimiento productivo.

La firma Cagnoli logró renacer de sus cenizas. Es que tras sufrir un incendio que destruyó la totalidad de su planta en marzo de 2021, puso manos a la obra y una inversión de u$s15 millones puso en marcha su nueva planta de desposte en el Parque Industrial de Tandil y ahora apunta a crecer en exportaciones.

La nueva planta de desposte (ciclo II) cuenta con tecnología de última generación y permitirá abastecer más de 60% de sus materias primas para la elaboración de fiambres y chacinados, a la vez que proyectan incorporar nuevos productos de cortes de cerdo frescos y congelados.

“La planta nueva nos va a dar la posibilidad de tomar nuevos mercados, tanto el de exportación como algunos mercados locales que habíamos perdido”, destacó Fabio Cagnoli. Las proyecciones de la firma es crecer en producción y se despostará alrededor de 9.000 reses por semana.

En este contexto, Pablo Cagnoli señaló: “Seguimos apostando al desarrollo y crecimiento de Tandil y toda la región. Vamos a tener disponibilidad de carnes de cerdo seleccionadas de alta calidad. No tenemos dudas de que Cagnoli se va a posicionar como un referente en la producción de cortes de cerdo, fiambres y chacinados con los más altos estándares de calidad.”

Según resaltaron, la tecnología que incorpora esta planta, les permitirá tener un control de la materia prima acorde a los mercados internacionales más exigentes. Proyectan volver a exportar y abrir nuevos mercados.

Además de la nueva planta de desposte, la familia Cagnoli remarcó que el proyecto de reconstrucción incluyó desde el inicio incorporar nuevos espacios y servicios orientados a brindar mayor confortabilidad. Un nuevo comedor, nuevos vestuarios, espacios de descanso, sala de lactancia y sala de capacitación.

Antes del incendio, la empresa exportaba principalmente a China y Rusia, cerca del 30% de su producción, mercados que no pudieron seguir abasteciendo después del siniestro. De ahora en más, la compañía además re recuperar estos destinos para sus exportaciones y está trabajando para llegar a mercados como Vietnam y Uruguay, además prevé comercializar en el exterior alrededor del 50% de su producción

La historia de la empresa

La tradicional empresa de chacinados tiene una larga trayectoria en el país. Fue fundada en 1907 por el inmigrante italiano Pietro Cagnoli que trajo recetas de su patria y que en la Argentina comenzó a elaborar de manera artesanal pero con muy buena aceptación entre sus vecinos de Tandil.

Con el correr de los años la empresa se fue expandiendo y profesionalizando hasta convertirse en una de las empresas de chacinados más importantes del país. Según la estadística oficial de la secretaria de Agricultura de la Nación, durante el año pasado la empresa faenó poco más de 154.000 cabezas de ganado porcino y se ubicó octava en el ranking nacional.

Tiene 32 años, gerencia una industria pyme y es parte de la nueva dirigencia de Asinmet

Fuente: Diario UNO – Nair Tari es la gerenta general de una industria de desarrollo tecnológico. Asumirá la conducción de jóvenes en la asociación de industriales mendocinos.

Con apenas 32 años, Nair Tari es parte de una generación de mujeres emprendedoras y ya se incorporó al complejo mundo de la industria pyme. Complejo tanto por ser ella una mujer joven en un ambiente predominantemente de varones, y por haber apostado no solo a quedarse en el país, sino a desarrollar una industria local ligada a la tecnología. Un doble y difícil desafío, pero que ella lleva con soltura.

Si bien explicó que no ha sido fácil adaptarse y que los integrantes de la empresa se adapten a ella, también reconoció que le encantan los desafíos, que se mueve con comodidad en la industria y que se siente atraída por el debate político acerca del área a la que pertenece, por esto se sumó desde joven a la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet) Tanto es así, que este año dirigirá la comisión joven de esta entidad.

En diálogo con Diario UNO, Nair contó cómo ve la situación económica y de posibilidades de trabajo, cómo su industria ha navegado la crisis y qué espera del futuro en cuanto al desarrollo industrial en Argentina.

Diversificarse para afrontar los cambios

Un debate muy frecuente en la provincia es el de «diversificar la matriz productiva», una frase que muchas veces se repite pero pocas se reflexiona y tiene que ver con la posibilidad de abrir caminos alternativos tratando de adaptarse a los desafíos actuales. En este sentido, la empresa que gerencia Nair ha tomado decisiones de este tipo.

«Nosotros tenemos dos unidades de negocios, una es la que se dedica a desarrollar soluciones que integren mecánica, electrónica y firewire, que apuntan a satisfacer necesidades para transporte de carga, transporte de pasajeros y otros campos como medicina o el agro.

La marca

La marca «WA» de artículos de diseño para el hogar, una unidad de negocios que se creó para afrontar la crisis,

Como ejemplo, Nair mencionó el validador de la tarjeta Sube que todos los días utilizamos los usuarios de transporte público para pagar el viaje. Ese «aparatito amarillo», que adentro tiene un circuito integrado, se fabricó en la empresa de Nair.

En Ambiente lounge también se desarrollaron las estaciones inteligentes de bicicletas y han trabajado con el Iscamen para realizar trampas para la lobesia, con inteligencia artificial, un proyecto que lo investigaron a medias con el Instituto.

Algo que el común de la gente ni siquiera imagina que se desarrolla en Mendoza y no solo el fireware, sino todo lo que implica desarrollo de software para poner estas soluciones a funcionar. Sin embargo, la empresa de Nair no se dedica al software sino que trabaja con una empresa también mendocina que los provee.

Sin embargo, Nair contó que cuando comenzaron a tener problemas con las importaciones, puesto que cada vez se hacía más difícil conseguir traer de afuera los componentes electrónicos necesarios para los proyectos, decidieron abrir otra unidad de negocios,

«Ahora desarrollamos mobiliario para el hogar. Fuimos mutando y abrimos una marca de accesorios para el hogar. El fuerte maquinaria de corte laser y plegado CNC. Lo que buscamos fue crear una marca accesible a la nueva clase media argentina, una marca joven, así surgió «WA» en la que fabricamos accesorios para el baño, el dormitorio y la cocina, desarrollamos productos innovadores, con el acento en el diseño».

Esta fue una manera de adaptarse a los desafíos de la terriblemente fluctuante economía argentina, pero no abandonaron la empresa tecnológica.

Una gerenta en un mundo de varones

Si bien la Pyme que Nair gerencia es familiar, ya que su papá es el director y su hermana se dedica a la parte administrativa, reconoció que fue difícil no solo para ella.

«Hay desafíos que se siguen enfrentando y que son diversos y complejos, cuando yo ingresé al negocio, el 100% de la planta eran varones, y no sabían como expresarse conmigo. Tuvieron que adaptarse y cambiar, a mi la industria me encanta, yo estoy en la parte más política de la empresa, pero me gusta la producción. Fue un trabajo, una re educación interna. Hoy somos 6 mujeres, en puestos administrativos y de producción».

Otro objetivo: Formar parte de la política industrial

A Nair le gustan los desafíos y entendió que muchas veces las soluciones para los propios problemas hay que buscarlas en comunidad. Por esto, no se quedó solo viendo como mejorar su industria, sino que le interesó la política industrial y se sumó a Asinmet.

Los desarrollos tecnológicos de la empresa de Nair con los que nos encontramos casi todos los días los usuarios de transporte público

Los desarrollos tecnológicos de la empresa de Nair con los que nos encontramos casi todos los días los usuarios de transporte público

«Hace cuatro años que participo de la Asociación, a mi me interesa la política en general, yo soy profesora de matemática, y estuve ligada a políticas educativas, cuando entré en la empresa comencé a capacitarme y a reunirme con otros industriales y esto me fue llevando a la Cámara y así ingresé a Asinmet».

Desde este año, estará a cargo de la comisión de Asinmet joven, donde la esperan nuevos desafíos que está dispuesta a afrontar.

Cuál es el principal problema de la industria en la actualidad

Desde su visión de mujer industrial joven, Nair manifestó que el principal flagelo actual es la inflación.

«No nos permite tener previsibilidad. Nosotros trabajamos con proyectos a mediano y largo plazo, pero no podemos saber cuánto nos va a salir producirlo dentro de un mes. Es mucha la incertidumbre financiera y económica. Hace dos meses, era conveniente sacar préstamos, ahora el dólar volvió a aumentar, esto es lo que más se complica», enfatizó

Según Nair, ningún flagelo es tan grande para la industria como la inflación actual.

Según Nair, ningún flagelo es tan grande para la industria como la inflación actual.

También agregó que no faltan líneas de financiamiento, de hecho ahora los bancos tienen dinero para prestar, pero no se pueden tomar sin saber que luego se podrán pagar con trabajo genuino. Esto es lo que genera que ser industrial en Argentina se convierta en un desafío diario al que hay que ir adaptándose para seguir en carrera.

Letiti Pastelería: desde un mini departamento al próspero negocio en San Isidro

Fuente: Somos Pymes – Dialogamos con Sofía Lacentre, gerente General de Letiti, que a fuerza de buena calidad en la materia prima logró sortear la pandemia para crecer.

Desde una pequeña cocina en un departamento hasta un próspero negocio en Acassuso, San Isidro, Letiti ha recorrido un camino lleno de pasión y dedicación. Sofía Lacentre, la mente maestra detrás de esta deliciosa empresa, comparte con Somos Pymes la inspiradora historia de cómo surgió Letiti Pastelería, los secretos de su éxito y los planes de expansión que prometen endulzar aún más los días. Lee además

– ¿Cómo surgió la idea de la empresa?

Letiti nació en el año 2011. Con el nacimiento de mi primer hijo sentí la necesidad de empezar algo propio y de dedicarme a lo que siempre había amado hacer, que es cocinar. Así que hice un curso de pastelería en la escuela Gato Dumas, para afianzar algunos conocimientos autodidactas y perfeccionarlos. Empecé a cocinar en la cocina de mi departamento, que era realmente diminuta. Luego, con el tiempo y a medida que el proyecto fue creciendo, se asociaron Vicky, mi hermana y por último, hace ya 4 años, Tiki, una amiga.

– ¿Cuál es el modelo de negocio?

Hacemos pastelería tradicional con un especial cuidado de la elección de las materias primas y la presentación de los productos. Apuntamos a un público al que le gusta comer rico, darse gustos, y quedar bien con sus invitados ofreciendo tortas y minis riquísimos en sus eventos y festejos. También hacemos tortas personalizadas y mesas dulces para eventos sociales y corporativos.

– ¿Cuáles son las claves que sirvieron para solidificar el negocio?

El negocio creció porque nunca bajamos la calidad de nuestros productos y siempre hacemos foco en la atención personalizada. Hacemos todo lo posible para que nuestros clientes se lleven exactamente lo que estaban buscando. Trabajamos mucho y hacemos todo con mucho amor y dedicación, y eso el cliente lo nota, por eso vuelve, siempre vuelve. Tenemos clientes que nos siguen comprando desde que empezamos allá en el 2011. Eso lo dice todo.

– ¿Cómo es la actualidad y cómo proyectan la expansión de la marca?

Actualmente nuestro local está en Acassuso, San Isidro. En el local hacemos venta al público y también tenemos nuestra cocina donde elaboramos todos nuestros productos. En el mes de mayo hicimos el lanzamiento de una nueva unidad de negocios «Letiti Frozen», pastelería lista para hornear, que es algo que nos entusiasma mucho y tuvo muy buena repercusión. Comenzamos a comercializar nuestras cookies freezadas, son 5 sabores y el paquete tiene 8 unidades. Es una solución para quienes quieren tener algo rico para hornear y consumir en solo 20 minutos.

Nueva ley pymes, reforma tributaria, cambios en la AFIP y un mensaje a la CGT

Fuente: Cronista – El jefe de Gabinete dijo que se está trabajando en un proyecto de ley amplio para las pequeñas y medianas empresas. Los objetivos para el ente de recaudación y la Aduana. Negociaciones por la reforma política.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó que el Gobierno percibe una reactivación de la economía en la Argentina, que «hay un estado muy favorable de la opinión pública» al presidente Javier Milei aunque admitió que «no estamos en Miami» y adelantó que para que la mejora de la economía sea plena se está pensando en otra batería de medidas vinculadas a dar respuesta a las pymes, cambios en la AFIP, una reforma tributaria amplia y propuestas que se desprendan del diálogo en el Consejo de Mayo.

Francos se entusiasmó ayer con los datos del INDEC sobre un repunte en la actividad económica y dijo que ello marca también «un repunte en el consumo». El jefe de gabinete dialogó con El Cronista desde su amplio despacho en la Casa Rosada donde unas horas antes recibió a referentes de la oposición dialoguista para avanzar en los proyectos de reforma política profundos que impulsa Milei.

¿Qué lectura hacen de los recientes datos de la actividad económica y cómo se entiende ello en una argentina que muestra recesión?

-La verdad que no se entiende muy bien. Venimos observando que el Estado de opinión pública es favorable al Gobierno. En esta situación es contradictorio. Algo pasa. Es cierto que se quería un cambio de régimen, la esperanza, otra historia. Y a la vez se empieza a ver una reactivación que la gente percibe, porque vos lo ves en los supermercados, te dicen que cayó la economía, pero vos ves que la gente compra, que consume. Cuando hablas con algunos sectores ves que aumentaron porcentajes de actividad. Hay algunos semáforos que empiezan a ponerse verde dentro del rojo general que había hace un tiempo. Ahora sale este dato (del INDEC) que explica eso. Hay incremento de actividad creo que es desde abril, mayo, ahí se produjo para mí el primer cambio. La actividad te marca consumo también, obviamente. Te das cuenta cuando vas a un supermercado, vas a Coto o vas a Carrefour y vos te das cuenta por la gente que circula, ¿no? O sea, para mí hay actividad. No estamos en Miami, digamos, pero yo creo que se nota un movimiento en la actividad que todavía es pequeño, pero lo notas. Eso que le decían a (Luis) Caputo el otro día del sector automotriz y esto no es un dato menor.

¿Pero qué es lo que falta o qué medidas se están pensando para que haya una reactivación pena de la economía y no se quede todo a mitad de camino?

-Bueno, nosotros estamos por supuesto trabajando en la reglamentación de la Ley Bases, pero también estamos trabajando en un proyecto de ley pymes que no es un RIGI pero sí es un sistema que le permita a las pymes generar creación de empleo, incrementar su actividad.

¿Es más que un proyecto Mini RIGI como dijeron algunos? ¿Es una promoción de inversión pero a la vez con cambios más profundos para las pymes?

-Lo que tenés que pensar es cuáles son los temas que a las pymes le dificultan en generar más actividad. Hay temas de leyes laborales que hemos planteado, habrá que ver en la reglamentación de eso también. Tenés que ver temas tributarios, evaluar de qué manera el nuevo puesto de trabajo recibe algún tipo de beneficio. Hay varios temas que se van a considerar en una ley especial para las pymes.

¿Qué ejes de la Ley Bases reglamentada podrían concretamente mejorar la economía?

-Por una parte hay dentro de la propia ley alguna norma que establece la posibilidad de que las grandes inversiones que se hagan contemplen un porcentaje de actividad vinculada a las pymes. O la reforma laboral. Si haces una reglamentación de la ley que lo ponga un poquito más expreso, digamos. Están trabajando algo en eso. Yo me junté con varias cámaras y hay un reclamo.

-Concretamente, ¿los reclamos cuáles fueron? 

-Bueno, los reclamos en general son lógicos. Cuando te juntás con las cámaras pymes te decían que las grandes inversiones en realidad no van a generar una competencia. Claro. Y lo que tenés que plantear es cómo incentivas vos a las pymes para que puedan ser proveedoras de los grandes inversores en Argentina. Es decir, qué dentro de esos incentivos, qué ventajas le da para la generación de empleo. Este proyecto de ley sería una ley Pymes mucho más abarcador que lo que es un RIGI. Hay que ver cómo eso se coordina con todos los temas fiscales, disminuir fuertemente las contribuciones patronales, la reducción de algunos tributos. La baja de impuestos. Algo tenés que dar para promocionar también la actividad pyme.

¿Se está pensando en una baja de impuestos general?

-La Argentina está en una encrucijada que es muy compleja. Por un lado, nosotros repusimos Ganancias. Por el otro lado, bajamos Bienes Personales. Entonces vos tenés que empezar a ver cómo se equilibran tus cuentas fiscales porque el objetivo es por supuesto seguir manteniendo el déficit cero pero hasta ahora venimos con superávit. A la vez, el año próximo hay un vencimiento de deuda importante y hay que ver cómo se lo afronta. Ahí en esa ecuación hay que meter todo y ver de qué manera se hace.

¿Están pensando en todo esto hacer cambios en la AFIP o en la Aduana que son lugares muy sensibles para la marcha de la economía?

-Estamos pensando en una reforma más allá de lo que fue la reforma reglamentaria de AFIP y Aduana, una reforma en lo que tiene que ver con nombres, con gente de confianza del Gobierno, como para asentar ese espacio del gobierno. Se está trabajando en eso.

¿Cuál es la idea? ¿Se piensa en una reforma tributaria también?

-Bueno, no es para mañana eso, porque hay que considerar cómo impacta todo eso en la problemática fiscal. En cuanto a la DGI o la AFIP se está trabajando en una reformulación de la conducción, van a hacer cambios.

¿Pronto?

-Yo creo que están trabajando en eso ahora, sí.

¿Y la parte de la reforma tributaria, a grandes rasgos, conceptualmente cuál es la idea?

-No, no te lo puedo decir todavía. La idea es ir para un modelo, como dijo en su inicio el presidente Milei, donde haya baja de impuestos cuando se pueda.

¿Y la reestructuración en la AFIP a qué atiende?

-Hay una idea de reestructurar y reorganizar los cuadros de conducción de la DGI. Los cuadros de la DGI dentro de la conducción general de la AFIP que la dirige Florencia Misrahi. Ella está analizando esto también.

¿Y con la Aduana qué harán?

-Bueno, la Aduana acabamos de poner recién a un director que está viendo de reestructurar también toda el área.

¿Qué fue lo que se acordó con la CGT?

-Tuve muchas charlas con sindicalistas y hubo una acá con la CGT que se reunió con (el secretario de Trabajo) Julio Cordero y fue muy buena. Hay una comprensión muy clara del tema, ellos tienen claro que no pueden quedarse con la mitad del mercado laboral, tienen que tomar a todos los trabajadores informales de alguna forma, con lo cual saben que tienen que facilitar tanto el contrato como todo lo que hace a la relación laboral de manera de no seguir perdiendo trabajadores regulares.

¿Y qué acuerdos se puede lograr con la CGT entonces?

-Todavía no conversé sobre la reglamentación de las leyes (laborales). También plantean «ojo con Ganancias», porque Ganancias les va a impactar a los trabajadores también.

¿Y cuál es el compromiso que le dio a la CGT?

-Mi único compromiso es tratar de buscar las formas que sean factibles. Todos tienen que entender que el Gobierno tiene un objetivo absolutamente claro, transparente y terminante, que es: no vamos a emitir. Solamente voy a emitir para comprar. Si tenés eso claro en la cabeza, seas el sector que sea, empresario, sindical, vos sabés que el Gobierno no va a tirar más plata al mercado, hay que arreglarse con lo que hay. ¿Cómo distribuís lo que hay? Bueno, esa es la magia que tenés que hacer. Hay que arreglarse con lo que hay.

¿Cómo van a definir los nombres en el Consejo de Mayo?

-Vamos a tratar de acordar. Va a demandar un poquito de trabajo, de diálogo.

¿Puede complicar en las negociaciones con el Parlamento las acusaciones que hace el Gobierno contra Massa o Cristina Kirchner como operadores en el mercado?

-A nosotros no nos ayudó nada porque los votos que estaban ahí en la oposición, estaban todos ahí, eran de Sergio, de Cristina o sea, que no te modifica el status quo. ¿Cuál puede ser la discusión que tengamos de aquí para adelante en el Parlamento? El presupuesto.

¿Y podrá estar la Argentina otro año más sin presupuesto si es que no se ponen de acuerdo en el Congreso?

-Me parece medio jugado que no aprueben un presupuesto porque no podés seguir con el presupuesto de 2023. No sería una buena señal que no haya presupuesto otro año más. Pero para ellos tampoco. El Gobierno se puede manejar sin presupuesto, el Gobierno mide ingresos, tiene tales partidas de gasto, las va actualizando, el Gobierno se puede manejar. Tiene facultades delegadas. Lo puede hacer. Pero me parece que no es buena señal institucional.

¿Cómo van a repartir los fondos en las provincias para la obra pública?

-El Estado no va a participar en la obra pública. La infraestructura es fundamental para mejorar la competitividad pero no es que el Estado va a participar en la obra pública porque hay muchas obras que ya están en ejecución. Pero hay algunas obras públicas que por más que vos quieras que las hagas el sector privado va a ser imposible. Hay obras que no son rentables para el sector privado. El Estado va a tener un presupuesto para obras públicas nacionales y las provincias tendrán que hacer las provincias las que les corresponde.

¿Cuáles son las prioridades del Gobierno para todo el paquete de reforma política que están dialogando con la oposición en el Congreso?

-Desde nuestro punto de vista tenemos algunas cosas claras y tenemos que compatibilizar otras que no tenemos tan claras con el resto del arco político. Creo que la boleta única es un tema que está prácticamente, te diría, acordado y que hay consenso. Así que ese tema lo vamos a plantear. Veremos si el mecanismo es apurar la media sanción de Diputados que está en el Senado. Y también te diría que sobre ficha limpia hay varios proyectos, difícil ponerle el límite a qué instancia debe ser tomada como base para la ficha limpia, ahí hay algunas discusiones sobre ese punto. El otro tema era la eliminación de las PASO, que a mí me parecía que era un tema que no debía generar demasiados disensos, pero parece que hay algunos partidos que tienen diferencias con esto. Nosotros queríamos eliminarla totalmente. Pero algunos están planteando que fuera voluntaria. Habrá que ver.

¿Sigue vigente la idea de la ley anticasta para que el Estado deje de financiar a los partidos políticos?

-Esa es nuestra posición. Nosotros creemos que partidos políticos que tengan incidencia en la vida política nacional, tienen que tener la capacidad de financiarse a sí mismos y no depender del financiamiento del Estado. Si vos te pones a analizar la lógica de un esquema de partidos políticos con 770 partidos de distinto orden nacional y provincial en el país, es una cosa que no tiene ni pie ni cabeza, no debe pasar en ningún lugar del mundo que exista esta cantidad. Entonces vos, en realidad lo que ves es que toda esta organización de partidos políticos se ha convertido en un negocio de mucha gente. Te lo pongo en otros términos. Lo mismo que pasaba con las organizaciones sociales que utilizaban los planes en beneficio propio, también pasa algo parecido con muchísimos partidos políticos que se dedican a hacer negocio económico con sus personerías jurídicas. Para mí esas son las cosas que tenemos que cambiar en el sistema. 

Brubank lanzó su vertical para Empresas y quiere captar 3.000 pymes para fin de año

Fuente: Punto a Punto – El banco digital que fundaron Juan Bruchou y Pablo Sánchez ya captó unas 200 pymes. “Es un segmento al que lo bancos tradicionales han tratado mal”, dice Bruchou. Cómo funciona y qué ofrecen, en esta nota.

En Brubank están convencidos que la nueva coyuntura de la macro -con un Estado retirándose del negocio de la colocación de deuda para financiar su déficit- obligará a los bancos a volverse hacia el sector privada y la banca individual.

Y aunque ese movimiento ya comenzó, lo cierto es que el banco digital que fundaron Juan Bruchou y Pablo Sánchez ya había comenzado a recorrer el camino de la vertical corporativa. Así, hace un mes lanzaron Brubank Empresas, que tendrá fuerte foco en las pymes, un segmento que, según ellos, fue muy descuidado por la banca tradicional. En un mano a mano con Punto a Punto, Bruchou, habló de los productos con que arrancarán, las expectativas y también qué esperan de la siempre desafiante coyuntura doméstica.

“Más que un banco digital somos una empresa de tecnología enfocada en brindar servicios ágiles, simples y con todos los productos que se necesitan. Córdoba es la plaza más importante después de provincia de Buenos Aires, ya tenemos 350 mil personas operando y uno de los requerimientos era por una banca empresa, en general, lo que le pasa a la pyme y a la micro pyme es que no estaba bien atendida. Vamos a trabajar en banca pymes, hay 600 mil pymes en el país, la atención de los bancos no es buena y queremos llevar la mejor experiencia para esas empresas y comercios. Ya estamos empezando a abrir cuentas en Córdoba”, apuntó.

-¿Qué recepción han tenido?
-Lo lanzamos hace un mes y ya tenemos más de 250 empresas a nivel país que están trabajando con nosotros. La apertura de la cuenta es en minutos, totalmente digital, con un modelo de atención personalizada y se pueden hacer todas las operaciones, pagos y cobros de transferencias, créditos, payawall, cuenta remunerada, etc. Creo que vamos a tener muchas pymes que no han tenido experiencia bancarizada. Estamos buscando una experiencia superadora y simple, para que se pueda operar la empresa desde todos lados con un celular.

-¿Van a entregar créditos?
-Vamos a tener un sistema de scoring para otorgar créditos a muy buenas tasas. Lo que buscamos es que la tecnología permita simplificar los procesos y productos. Nosotros nacimos digitales, no estamos aplicando parches sobre parches, eso nos da una facilidad de cambios y una simpleza muy importante. Por más que al auto de 1980 lo llevas al taller y sigue funcionando no deja de ser un auto de 1980, esa es la diferencia que tenemos con los otros bancos. Lo que teníamos que invertir lo invertimos para llegar a los diferentes lugares de argentinas y queremos una inclusión financiera total.

-¿Van a tener productos más sofisticados? De pronto explorar el mercado de las ON para las pymes…
-Vamos a ir explorando, estamos saliendo con algunos productos. Sobre fin de año vamos a estar teniendo e-cheqs, y pago diferido. Lanzamos los productos básicos y luego vamos a ir sumando. También los productos de préstamos más sofisticados y a más largo plazo, a medida que vayamos conociendo las empresas vamos a poder ir alargando plazos.

-¿Qué están notando de la macro actual?
-Creo que es importante que se está logrando un equilibrio macro económico fiscal y financiero, creo que es importante lograr transmitir que se logre ese equilibrio porque eso es necesario para hacer bajar la inflación y tener un horizonte de más a largo plazo. Y después que salgan las leyes que tienen que salir. El Paquete Fiscal, el Paquete laboral despejaría ciertas dudas. Es un proceso que va a tardar en reactivar la economía, es una economía que va muy lenta, lo importante es sentar las bases de un crecimiento sostenido en el tiempo. Hoy se ve una economía más lenta, pero es parte del trabajo que se está haciendo. Nosotros estamos confiando en el proceso y por eso estamos invirtiendo en el segmento pyme de Brubank Empresas, estamos invirtiendo para acompañar a las empresas, creemos que una vez que pase este período las pymes van a necesitar a los bancos para crecer.

-Hoy se habla de que los bancos tienen que volver a trabajar de bancos, ¿a ustedes también los interpela eso?
-Absolutamente, es así, los bancos tenemos que volver a trabajar de bancos, mirar al sector privado, era muy fácil colocar en títulos públicos pero hay que prestar más y analizar a los clientes. Nosotros tenemos nuestro propio análisis crediticio y empezamos a dar crédito a personas que estaban completamente afuera del sistema bancario. Los bancos tenemos que utilizar los depósitos que tenemos, con mucho cuidado y responsabilidad, pero prestar y apoyar a las empresas que tengan buenos proyectos. Creo que va a haber una oportunidad muy grande y canalizar el ahorro de la gente para apoyar a las empresas.

-¿Va a volver con fuerza el crédito productivo?
-Yo creo que sí, creo que va a volver con fuerza. El crédito hipotecario es muy incipiente, pero en la medida que se estabilicen las variables macro va a permitir al sector bancario prestar al individuo y a las empresas. Somos 340 personas en Brubank, unos 100 trabajando en el proyecto de banca empresa. Hoy nos hemos convertido y queremos ser el banco de los emprendedores, estamos teniendo reuniones con emprendedores y escuchando proyectos. Queremos mantener la calidad del producto y aprender, tenemos la expectativa de llegar a entre 2500 y 3000 empresas de acá a fin de año.

Basso, la empresa argentina que fabrica válvulas para Ferrari y sobrevivió a la competencia china

Fuente: Clarín – La empresa argentina Basso produce válvulas de combustión interna para motores. Es una de las piezas más delicadas de un vehículo, encargadas de permitir la entrada de combustible y aire, y la salida de los gases. La precisión de una válvula se mide en micrones y su fabricación requiere de decenas de procesos durante dos semanas, desde que una barra de acero importada desde Alemania, hecha con una aleación especial, ingresa a la primera máquina. Una vez que la válvula sale lista, aquel acero multiplicó su precio unas diez veces.

Todo eso ocurre en Rafaela, en el corazón de la cuenca lechera de Santa Fe. Hoy, Basso factura unos 50 millones de dólares por año, de los cuales casi 90% provienen de la exportación a más de 30 países.Producción de válvulas en la fábrica de Basso, en Rafaela, Santa Fe. Producción de válvulas en la fábrica de Basso, en Rafaela, Santa Fe.

¿A quiénes les vende? Si se mide por volumen de exportación, al tope de la lista hay dos clientes de Estados Unidos, John Deere (maquinaria agrícola) y Polaris (cuatriciclos y vehículos de nieve). Otra forma de medir hasta dónde llegó esta empresa son las marcas top del automovilismo que le confían las válvulas para sus motores, como destaca Leandro Basso, director de Negocios del grupo y el más joven de la tercera generación.

«Hoy es mucho más fuerte para nosotros Ferrari, la división de autos de calle de McLaren y también Maserati. Son los más grandes para nosotros, porque para estas marcas somos el principal proveedor de válvulas», cuenta Basso.

Apellidos piamonteses

La empresa fue fundada en 1963 por tres socios, Juan Basso, Dante Benincá e Italo Bottero, apellidos de la zona del Piamonte italiano, cuyos inmigrantes poblaron el sur de Córdoba y Santa Fe a comienzos del siglo pasado. Con las iniciales de los apellidos crearon la marca 3B o BBB, que hoy sigue presente en las casas de repuestos.La primera planta de Basso, en 1963. La primera planta de Basso, en 1963.

Juan Florentino Bienvenido Basso había nacido en la localidad santafesina de Humberto 1º, y cuando tenía 24 años se radicó en Rafaela, donde entró como empleado en la mueblería Scossiroli, donde a los pocos años pasó a gerente. En paralelo llevó adelante otros emprendimientos. El primero fue una empresa de turismo de un único colectivo, que él mismo manejaba los fines de semana y durante sus vacaciones en la mueblería. ¿Cuál era el nombre de la empresa? El mismo que más adelante tendrían las válvulas: BBB. Le siguieron una fábrica de potes de cartón y una de mermeladas, con la marca Dul-Cas.

Casado, con dos hijos adolescentes, Basso acababa de cumplir 40 años en el ’63 cuando, junto a Benincá y Bottero, decidió poner un taller de recuperación de válvulas para motores. Eran ellos tres y un único operario a sueldo. Mientras, Basso mantenía su trabajo en la mueblería.

“Mi abuelo, antes de de fundar esta empresa ya había fundado otras cuatro o cinco, había vendido su casa y había sacado a mi padre del colegio privado de la ciudad, solamente con el objetivo de poner su empresa. Siempre tuvo ese sueño, desde que era gerente de la mueblería hasta transformarse probablemente en uno de los industriales más importantes de la historia de la ciudad”, agrega el joven nieto de Juan Basso.

Cuenta la leyenda que para entonces Benincá ya era un próspero empresario, con curtiembres y concesionarias, y fue quien convocó a Bottero, a quien conocía a través de su hermano, y a Basso.

De los tres, «Botica» Bottero era el que sabía cómo se fabricaban las válvulas: se había formado en Edival, una fábrica que diez años antes había fundado Edison Valsagna, también de Rafaela.

Cuando Bottero se fue de Edival y al poco tiempo BBB comenzó a competirle en la fabricación de válvulas originales, quedó establecida entre las dos empresas una fuerte rivalidad que se prolongaría durante décadas. Fue una puja cabeza a cabeza, no exenta de enconos personales, pero con las dos empresas embarcadas en una competencia por ganar mercados en Argentina y en el exterior.Juan Florentino Basso (de pie) junto a sus socios Dante Benincá (al medio) e Italo Bottero (al frente) en los años '70.Juan Florentino Basso (de pie) junto a sus socios Dante Benincá (al medio) e Italo Bottero (al frente) en los años ’70.

Aquella rivalidad histórica perdió impulso a comienzos del siglo XXI, cuando Edival fue adquirida por el gigante industrial alemán Mahle. Para ese momento Rafaela ya era uno de los principales centros industriales de la Argentina: ubicada lejos de todas las capitales, la ciudad tiene hoy 100.000 habitantes y siete sedes universitarias. La primera de todas, una sede de la UTN, tuvo a Juan Basso como uno de sus impulsores.

La transición

La generación fundadora de BBB condujo la empresa durante 27 años. Desde 1963 a 1985 se mantuvo la sociedad original, con una fuerte expansión en el mercado interno y unos primeros intentos de exportación a partir de 1971.

A mediados de los ’70 se incorporaron José Luis y Juan Carlos Basso, los hijos de Juan, ambos ingenieros. Para entonces, BBB ya sumaba unos 70 empleados y con un crédito del Banco Nacional de Desarrollo iniciaron la construcción de una nueva fábrica en Ruta 70 y Martín Oliber. Por entonces, con los dos hijos muy activos en el negocio, los Basso comenzaron a adquirir acciones de los otros socios fundadores.

A comienzos de los ’80, tras la devaluación de la «tablita» de Martínez de Hoz, la producción automotriz local había caído fuertemente y muchas fábricas habían cerrado (General Motors, Chrysler) o habían vendido su filial argentina (Fiat, Peugeot). En aquel contexto adverso, en plena guerra de Malvinas, la multinacional Thompson Ranco puso a la venta su fábrica de válvulas. Y los Basso vieron la oportunidad.

La fábrica de Thompson Ranco estaba frente a Fiat Concord, en Córdoba, pero sus principales clientes eran Ford y Dodge, según contaba Juan Carlos Basso, el hijo menor de Juan Florentino.

«Decidimos comprarla nosotros, y traer toda la maquinaria a nuestra fábrica. Eso nos permitió ser proveedores de empresas norteamericanas y fortalecer nuestra presencia en el mercado de exportación, en el que ya estábamos desde el ‘71″.

El mercado de «repuesto original» para las válvulas se había achicado, ya que la producción local de vehículos había pasado de 280.000 a menos de 170.000 unidades por año. Los integrantes de la segunda generación armaron las valijas y comenzaron a viajar a ferias y exposiciones en los Estados Unidos.

Hacia 1985 Juan Basso terminó de comprar las acciones de la empresa a sus socios Bottero y Benincá, y la sociedad BBB se transformó en una empresa familiar, con el nombre Basso. Mantuvieron, tal como hasta hoy, la marca BBB y 3B en sus cajas de válvulas.Juan Carlos y José Luis Basso rodean a su padre, Juan Florentino, el día que formalizaron la compra de las acciones a sus socios Benincá y Bottero en 1985.Juan Carlos y José Luis Basso rodean a su padre, Juan Florentino, el día que formalizaron la compra de las acciones a sus socios Benincá y Bottero en 1985.

Un año después, en 1986, luego de 11 viajes a los Estados Unidos, concretaron su primera exportación de válvulas a ese país. Y también ese año, en la localidad de Lehmann, ubicada a 15 kilómetros de Rafaela, abrieron Motor Parts, una segunda fábrica dedicada a válvulas de alta competición. Esa fábrica (hoy con dos plantas) tuvo su propia expansión y con el tiempo colocaría sus válvulas en los circuitos más exigentes del mundo, como Le Mans.

Estaba todo dado para que padre e hijos iniciaran una nueva etapa de expansión al frente de la empresa, ahora familiar. Pero en 1990 falleció, todavía muy joven (67 años), el fundador Juan Florentino Basso. Sus hijos apenas pasaban los 40 años, la misma edad que su padre al fundar la compañía. Y completaron la tarea de salir al mundo.

La expansión

Cuando José Luis y Juan Carlos se hicieron cargo de las riendas de la empresa se estaba conformando el Mercosur y a los pocos meses se firmaría el acuerdo automotor con Brasil, de arancel cero entre los dos países.

Con aquel esquema de comercio administrado con Brasil y de arancel cero (que sigue vigente hoy), el parque automotor se modernizó y salieron de producción modelos con décadas de historia como el Ford Falcon, el Peugeot 504 y el Renault 12.

La contracara fue que en la Argentina se dejaron de fabricar motores: incluso los vehículos ensamblados acá llevaban motores hechos en Brasil o en países de extrazona.

En esa nueva realidad, a los fabricantes locales les quedaba sólo el mercado de reposición. La respuesta desde Basso fue abrir nuevos mercados en el exterior.

«Nuestra apuesta por la exportación fue una estrategia de círculos concéntricos alrededor de nuestra base de Rafaela. Empezamos con Uruguay. Después, Chile, Paraguay y Bolivia. De a poco, fuimos ampliando los círculos», contaba José Luis Basso. Para 1995 habían sumado a Peugeot de Francia como el principal cliente de exportación.

Agregaba el mayor de los dos hermanos: «A medida que avanzó la década del ‘90 y que la situación económica argentina se ensombrecía, nosotros seguimos con un empuje arrollador. La recesión del mercado interno no nos perjudicaba, porque muchos de nuestros clientes estaban en Europa y los Estados Unidos».

De hecho, en plena crisis de 2001, y mientras la recesión y la deuda financiera ahogaba a las empresas, Basso compró en los Estados Unidos a Manley Engine Valves, una empresa en convocatoria de acreedores.José Luis Basso en la fábrica, en 2004. Foto José Almeida. José Luis Basso en la fábrica, en 2004. Foto José Almeida.

«Nuestra intención original era producir desde allá, pero resultaba difícil. Así que finalmente cargamos las máquinas en treinta y dos contenedores, y las trajimos a Rafaela en 2002″, agregó Basso. Las máquinas de Manley fueron instaladas en la fábrica de Motor Parts, en Lehmann.

Para 2002, además, había cobrado notoriedad un joven integrante de la familia, Martín Basso, hijo de José Luis. Era piloto, había salido campeón en la Fórmula Renault y subcampeón en la Fórmula Super Renault a fines de los ’90. También compitió en la fórmula Atlantic en los Estados Unidos y en la Fórmula 3000 en Europa, que durante algunos años fue el reemplazo de la Fórmula 2 como trampolín a la Fórmula 1. El joven piloto rafaelino volvería a competir a nivel nacional en el TC2000 al año siguiente, y sería subcampeón en 2007.

Durante su experiencia europea de 2002 en la Fórumula 3000, Martín Basso hizo contactos con Ferrari: fue el inicio de un vínculo entre las fábricas de Rafaela y Maranello que exigió dos años de pruebas, ensayos y errores hasta que, en el segundo semestre de 2004, José Luis Basso confirmó a Clarín la primera exportación de válvulas a Ferrari.

Para entonces, el grupo sumaba 500 operarios y una facturación de 24 millones de dólares anuales. Ya había conseguido el objetivo comercial de exportar 90% de su producción.

Sobrevivir a los chinos

La tercera generación de los Basso la integran los cuatro hijos de Juan José y los dos hijos de Juan Carlos. Tres de ellos están en la empresa: Martín y Mariana Basso, hijos de José Luis, y Leandro, hijo de Juan Carlos. Con 36 años, Leandro es bastante más joven que sus primos, licenciado en Administración de Empresa (UCES) y está a cargo del área de Negocios del grupo. Ingresó como empleado de la empresa ni bien se recibió, hace 11 años, y pasó los últimos años trabajando en un área de investigación sobre electro movilidad. Leandro es ahora la «cara» de la empresa, si bien su padre y su tío siguen siendo los que la dirigen.Martín Basso, ex subcampeón de TC2000 y su primo hermano Leandro son, junto a Mariana (hermana de Martín), los tres integrantes de la familia con funciones ejecutivas en la empresa. Foto BassoMartín Basso, ex subcampeón de TC2000 y su primo hermano Leandro son, junto a Mariana (hermana de Martín), los tres integrantes de la familia con funciones ejecutivas en la empresa. Foto Basso

¿La tercera generación podrá mejorar lo que habían conseguido? ¿Qué sigue después de haber logrado venderle piezas fabricadas en el interior del interior de la Argentina nada menos que a Ferrari?

Si se mira la foto actual, la primera respuesta sería que la tercera generación está encaminada: hoy, en lugar de los 500 empleados de hace dos décadas, Basso tiene 1.000. La facturación también se duplicó, de los 25 millones de dólares en 2004 a US$ 50 millones previstos para este año. Y eso lo consiguieron exportando un producto caro.

«El año pasado se fabricaron unas 18 millones de piezas, este año se prevé una baja, depende un poco de la situación de los mercados, pero también sobre el mix a fabricar, hay piezas mucho mas complejas y lentas que otras», afirmó Leandro. «El número de piezas no es lo mas representativo en nuestro negocio, sino el precio promedio, ya que tenemos sin lugar a dudas uno de los más altos (o el más alto) en toda la industria de las válvulas a nivel global. Este año esperamos terminar exportando el 85% de esas piezas».

En estas dos décadas los motores a combustión comenzaron a ser reemplazados por motores eléctricos, un recambio que al joven Basso no le quita el sueño (“nuestra lectura es que hay vehículos con motor para muchos años”). El verdadero desafío que encaran no comenzó hoy sino hace casi diez años, cuando entendieron que no podían competir contra fabricantes del Lejano Oriente.

“Basso era una empresa local que se propuso exportar y lo logró como pocas empresas en la Argentina. Después sobrevino el boom histórico de las válvulas, porque se duplicó la cantidad de válvulas en los motores y Basso pasó a ser un jugador global, competíamos uno a uno con los grandes fabricantes pero teníamos una estructura muchísimo más chica. Y cuando todo se acomodó y se volvió a estancar el modelo, vimos que como competidores algunos pantalones nos quedaban muy grandes. Los costos, la capacidad de inversión (viviendo además en un país cambiante como el nuestro) no nos permitían entrar en Hyundai o venderle al Corolla. Íbamos, cotizábamos y podíamos realmente tener un negocio dinámico».

El cambio de estrategia fue en 2015 y coincidió con la llegada de la tercera generación a cargos directivos.

“Nos planteamos cambiar el modelo, ir a otro tipo de válvulas, a otro tipo de nicho donde realmente nos valoran y que los grandes platos los coman los grandes proveedores. Además, cambiamos el enfoque comercial, nosotros habíamos llegado a vender el 50% de nuestra producción a un único cliente, que era Peugeot de Francia. Eso hoy no existe ni cerca: el cliente más grande no pasa del 10% de nuestras ventas. Atomizamos mucho más nuestra cartera de negocios e invertimos muchísimo en tecnología, capacitación de gente y procesos productivos”.La marca BBB/3B sigue presente en las casas de repuestos. La marca BBB/3B sigue presente en las casas de repuestos.

Con clientes tan atomizados, la producción de válvulas cambia de un modelo a otro, con diferente costo y precio. Pero en promedio, Leandro Basso estima que hoy el precio del acero alemán hecho de una aleación especial que importan como materia prima, ronda los 8.000 dólares la tonelada. Cuando salen listas las válvulas, luego de 25 a 35 procesos diferentes, ese valor se transformó en 55.000 a 60.000 dólares por tonelada.

Los principales clientes de Basso son las estadounidenses John Deere y Polaris, seguidos por Ferrari, constructores de motores de México, distribuidores de piezas en Estados Unidos, CNH Iveco, Kawasaki, McLaren y Maserati. “Todo lo que no hace un chino, vamos a decirlo así”, remató con ingenio Leandro.

El presidente de IDEA, a fondo: de las «malas costumbres» de los Gobiernos a Milei y el RIGI como «hot sale» de la inversión

Fuente: Cronista – Santiago Mignone habla del cambio cultural de la Argentina y los empresarios. También, de la relación con Milei, el próximo Coloquio y la necesidad de «volver» a la Constitución: «A los gobiernos argentinos, les encantó afectar la propiedad privada. Y nos hemos acostumbrado, que es lo peor».

La memoria vuelve a octubre. En la sala de prensa históricamente montada en el primer piso del Sheraton de Mar del Plata, Santiago Mignone, presidente del Coloquio de IDEA, intentaba, en sus palabras, «desdramatizar un poco» las ausencias de Sergio Massa y Javier Milei al tradicional cónclave empresario. En particular, por el desaire del Libertario, que -además de no asistir al evento- protagonizó su contracumbre en otro rincón de La Feliz. «Lamentamos cuando no vienen. Pero siempre hacemos las invitaciones y vamos a seguir invitando a todos», dijo en ese momento.

La mente vuelve al presente. Mignone está sentado a la cabecera de la sala directorio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina -tal el nombre de la entidad-, con la porteña postal de Florida y Viamonte a sus espaldas. El ex CEO de PwC en el país -desde agosto, responsable de coordinar a las oficinas de la Big Four en los mercados de habla hispana de América del Sur- fue elegido a fines de abril como nuevo presidente de IDEA, sigla que, en sí misma, es toda una institución en el Círculo Rojo.

«Creemos que va a ir», dice, acerca de la presencia del Presidente de la Nación –Milei, justo Milei– este año. «Nosotros lo vamos a invitar. Históricamente, lo hicimos con todos los presidentes. Aspiramos a que vaya. Nos gustaría que fuera», expresa.

El próximo Coloquio será especial. Por un lado, porque se tratará de la edición número 60 del evento. Pero, también, porque después de la arenga del año pasado («Argentinos, volvámonos a ilusionar», fue el lema), buscará debatir sobre el rol del empresario y los factores -impuestos, costo laboral, afectación de los derechos de propiedad- que traban lo que debería ser su agenda principal: ganar productividad y competitividad.

-¿Qué posicionamiento tendrá IDEA con el actual Gobierno?

-El tiempo es desafiante. Estamos en medio de un período de transición, de ordenamiento de las variables macro de la economía y de otras cuestiones. Estamos en el inicio de un gobierno que decidió modificar muchas cosas. Desde el punto de vista de la institución, mi nombramiento es una continuidad de lo que se venía haciendo. Si algo caracterizó a IDEA en los últimos años es que hemos intentado no quedarnos cómodos con la queja, sino ir hacia propuestas específicas, con una mirada constructiva y no colaborativa. Y una mirada no sectorial: nos ponemos por encima. No hacemos declaraciones, ni lobby. Queremos mantener eso.

-Este Gobierno es pro-empresa, pro-inversión.¿Escuchará a IDEA más que el anterior?

-Siempre tuvimos diálogo. Hemos sido escuchados por los distintos gobiernos. No quiere decir que nos hayan hecho caso. Lo que es probable, y se está dando en algunos casos, es que la agenda tenga más similitudes. Desde hace tiempo venimos bregando por una mayor desregulación y ordenamiento de la economía. Y, por supuesto, con inventivos hacia la inversión. La inversión es lo que nos puede llevar al desarrollo. Si queremos más divisas, más empleo, más crecimiento, necesitamos inversión. Estamos convencidos de que la inversión y el sector privado son los motores de la economía y el crecimiento. En eso, el Gobierno opina lo mismo.

«Lo que, en el mundo, es ‘podés hacer todo lo que no está prohibido’, acá, pareciera que es ‘sólo podés hacer lo que está expresamente permitido'». 

-¿Cuál es su balance del primer semestre del Gobierno?

-El Gobierno hizo muy bien en enfrentar el principal problema de la Argentina -y, creo, la principal demanda de la sociedad- que era atacar la inflación. Y atacándola en su causa, no en la consecuencia. El ir a cerrar el déficit fiscal y mantenerlo con tozudez es un valor importante. Por supuesto, no todo termina ahí. Como en todo ordenamiento macro, hay un período amargo, que es la recesión que estamos viviendo. Pero es consecuencia directa de reordenar variables económicas muy desordenadas al inicio.

-¿Qué le falta?

-¿Qué le falta? Un montón…Primero, que le den las herramientas que pidió. La sociedad eligió a un gobierno, el Gobierno pidió herramientas y durante meses no las pudo tener. Eso no sólo es inédito sino, además, absurdo. Elegimos un mecánico para que arregle el auto y no le damos el juego de llaves o las herramientas. Una cosa es mejorar las herramientas, otra cosa es no darlas. La consecuencia de no darlas es estirar la transición, que es la recesión. Tiene un efecto social.

-Hago de abogado del Diablo: la política puede responder que, con cosas como el RIGI, el mecánico quiere hacer un auto más rápido pero sin frenos o con cinturones de seguridad nada más que para los que van en los asientos de adelante.

-Vamos al RIGI. Estamos de acuerdo en que, si queremos más divisas, empleo y crecimiento, necesitamos inversión. ¿Vamos a seguir haciendo lo mismo que en los últimos 20 años? Vamos a tener la misma inversión que hace 20 años. El Gobierno dijo: «Quiero este camino». Entonces, elabora medidas de excepción. Tiene que ser visto como medida de excepción. El RIGI es el Hot Sale de la inversión.

-¿Qué significa eso?

-¿Vos creés que el consumidor que compró un televisor la semana anterior al Hot Sale no se siente mal? Lo pagó 100 y ahora hay 40% de descuento. Es una medida de excepción: el comercio busca vender más, liberar stock, hacerse de liquidez…El Gobierno, acá, plantea que necesita inversión. ¿Es injusto para algunos? Sí, obvio. Toda medida de excepción lo es. Pero tampoco escuché a nadie quejarse de otras medidas de excepción, como el blanqueo o la moratoria. Lo que no puede hacerse es eternizar la excepción.

-¿Qué piensa sobre las críticas puntuales al RIGI?

-Me parece bien que sea por dos años o dos prorrogables por otros dos. Sí estoy de acuerdo con la UIA cuando plantea que se les den beneficios arancelarios a insumos que también se producen en la Argentina. Eso me parece bien, fantástico: competí. Pero, si no se hace en la Argentina, y vienen inversiones de US$ 200 millones, ¿les vamos a decir que no?

«El cambio cultural debería ser que los empresarios manejemos la agenda empresaria y salgamos de la agenda pública».

-También se les critican las ventajas impositivas y cambiarias a los inversores.

-Uno de los temas del RIGI es que lo que se mencionan como excepciones es una economía normal. Que te den de excepción la disponibilidad de la divisa es porque nos acostumbramos, como el secuestrado, a que nos afecten la propiedad privada. Que el Estado nacional se apropie de mi divisa es una locura. Puede ser una excepción en un período de guerra, catástrofe… No puede ser la normalidad. En la Argentina, nos acostumbramos a que el Estado sea el dueño de las divisas. «Vamos a tener las divisas del campo», dicen muchos. ¿Qué «del campo»? ¡La divisa del campo es del campo! Deberías tener disponibilidad libre de divisa. Pasa lo mismo con la tasa del 25 por ciento del Impuesto a las Ganancias. O no pagar el impuesto PAÍS. Es ir hacia una Argentina normal.

-¿Qué impacto cree que tendría el RIGI?

-Si funciona, tenemos que ir a una Argentina normal: darle disponibilidad de divisa a todo el mundo, estabilidad regulatoria a todo el mundo. ¿Por qué? Porque tenés una demostración empírica de que, si hacés eso, vienen las inversiones. Lo más fuerte que tiene el RIGI es eso: basta de regulaciones absurdas e impuestos distorsivos porque es lo que está evitando que haya inversiones.

-¿Y si no funciona?

-Algunos tendremos que reescribir los libros.

-¿Le sorprendió lo que vio del Gobierno hasta ahora?

-Me sorprendió la velocidad en lograr el equilibrio fiscal y el ataque frontal a la inflación en sus causas. También, me sorprendió el DNU. No esperaba un DNU. O todo este tema de los candidatos a la Corte. Uno habría esperado que ahí pusieran a gente menos discutida. Esperaba algo más coherente entre el discurso, la narrativa, y la acción.

Javier Milei y su «contracoloquio» del año pasado. «Creemos que va a ir. Lo vamos a invitar», dice Mignone, sobre el próximo Coloquio de IDEA, que se realizará en octubre.

-¿Por qué no esperaba un DNU?

-No nos gustan los DNU en IDEA. A mí, personalmente, tampoco. Creo que las cosas tienen que salir por ley. Pero también me sorprendió el empaco del Parlamento, que no da las herramientas que pide el Gobierno.

-«Tenemos que ir a una Argentina normal». ¿En qué hay que avanzar para eso.

-En principio, desregular. Ordenar y desregular. Y, después, ir a la Constitución. Este es un país federal, donde hay una superposición entre las tres jurisdicciones que asfixia. El ordenamiento también implica que cada uno se haga responsable de lo suyo. ¿Es un país federal? Que los gobernadores asuman sus responsabilidades en salud, educación y seguridad, y no sólo pidan por la coparticipación o los fondos adicionales.

-¿Por qué desregular?

-En la Argentina, tenés todo regulado. Estás mirando y cuando no encontrás una regulación, te preguntás por qué. «Alguien se olvidó; ¿lo podré hacer?». Lo que, en el mundo, es «podés hacer todo lo que no está prohibido», acá, pareciera que es «sólo podés hacer lo que está expresamente permitido». Eso no es así. No es lo que dice la Constitución. Desregulación implicaría, primero, digitalizar. Eso da más transparencia y permite rendir cuentas. Además, evita que las personas -físicas y jurídicas- vivan haciendo trámites. En las empresas, hay un batallón de gente simplemente para cumplir con esto, más todo el management attention que significa ese exceso de regulaciones.

-¿Qué quiere decir con lo de «ir hacia la Constitución»?

-Dejar de afectar a la propiedad privada. A los gobiernos argentinos, les encantó afectar la propiedad privada. Y nos hemos acostumbrado, que es lo peor. Tenés afectación de la propiedad privada cuando te incautan la divisa. La divisa es mía, es del exportador. No del Estado. Es como un bien cualquiera. Nos acostumbrados a la afectación de la propiedad privada, también, en los impuestos irracionales. O sobre la superposición en los tributos: sobre la misma base imponible (tus ventas), pagás impuestos nacionales, provinciales y municipales. Pagás impuestos a los Bienes Personales y, en algunas provincias, a la herencia. ¡Me cobrás el flujo, me cobras el stock y, también, cuando me muero! Es una sumatoria de cosas que hace agobiante a esa intromisión de la propiedad privada. Como lo fueron también los controles de precios…

«Sinceramente, no veo inversiones mientras subsista un cepo para operar. Y que el Congreso no responda rápido a los requerimientos del Ejecutivo también afecta a los procesos de inversión».

-Caputo aclaró que, ahora, se controlan conductas.

-Conductas son conductas. Pero el control objetivo de precios es injusto e inequitativo. ¿Por qué mi precio? ¿Qué? ¿El Príncipe decide, con su dedo, qué precio sí, qué precio no? O las prohibiciones a exportar, cupos… El dedo del Príncipe diciéndote qué podés importar… Todo eso es afectación a la propiedad privada. Volvamos a la Constitución. La Constitución da garantía sobre la propiedad privada. El problema es que los argentinos, como sociedad, nos acostumbramos a que nos afecten la propiedad privada por caprichos del Príncipe. Ojalá que, culturalmente, haya un cambio en ese sentido.

-¿Lo hay entre los empresarios?

-El cambio cultural debería ser que los empresarios manejemos la agenda empresaria y salgamos de la agenda pública. ¿Qué es eso? Dentro de las propuestas que hacemos, hoy, están temas de educación, del mundo laboral… Casi todos asuntos legislativos. Incluimos desde la registración, control y auditoría de los fondos de los fideicomisos, que no están en el Presupuesto. Demandamos equilibrio fiscal. Pedimos que se bajen los impuestos distorsivos. Es mucho de agenda pública cuando debería ser una agenda más orientada a la productividad y la competitividad. Si mudamos a esa agenda, el cambio cultural se habría producido.

-¿Pero ve que esté ese cambio cultural entre los empresarios?

-Creo que hay algo de cambio cultural. Sobre todo, en las generaciones más jóvenes, que tienen una mirada más global. Cuando uno ve a las empresas más nuevas, se da cuenta de que están pensadas globalmente y no sólo de manera doméstica. También me parece que es consecuencia del cambio tecnológico. Hoy, se tiene interacción con gente de todo el mundo. Tanto Internet como la industria aeronáutica acercaron mucho más que hace 40 años.

-La relación de los empresarios con los Kirchner fue compleja y con Macri hubo desilusión. ¿Qué es Milei? ¿La última esperanza?

-Soy medio adverso a las miradas apocalípticas. En los países no existe una «última oportunidad»: se sigue viviendo y uno se va adaptando. Si tuviese que ordenar las expectativas, me preocupa menos el signo del gobierno o si habla más o menos con los empresarios. Lo que me preocupa es que me den reglas de juego claras y sostenibles. Que me muestren la cancha y, después, me adapto y armo mi equipo. Pero no que, en la mitad del partido, cambies el tamaño del área o de los arcos. Ahí, no se puede jugar. Todavía no conocemos al Gobierno de Milei, en términos de las reglas de juego y su permanencia en el largo plazo. Está por demostrarse. Soy auditor, con lo cual, soy escéptico por naturaleza: quiero ver cómo funcionan las cosas. En ese «quiero ver cómo funcionan», siempre apoyo. Por eso, cuando veo que el Gobierno pide herramientas y no se las dan, no me gusta.

-¿Cuál será el foco del Coloquio este año?

-Conversar sobre el rol del empresario. Ir hacia esa agenda más empresarial, de hacia dónde queremos ir, apuntando a la productividad, a la competitividad. Pero -siempre, con esa orientación- tratando el tema impuestos, el laboral, la inserción en el mundo y los temas institucionales que tienen que ver con esta afectación de la propiedad privada. Queremos tomar una agenda que siga siendo propositiva pero más orientada hacia lo que nos debería importar a los empresarios.

-Van a invitar a Milei. ¿Ya tendieron puentes para recomponer la relación después del desaire?

-La relación nunca fue tensa desde nuestro lado. Cuando me preguntaron el año pasado, dije que nosotros invitamos. En campaña electoral, hay mucho orejeo de cartas, de si voy, no voy, si suma o no en términos electorales. Tenemos bastante diálogo con el Gobierno. Creemos que va a ir. Nosotros lo vamos a invitar. Históricamente, lo hicimos con todos los presidentes. Aspiramos a que vaya. Nos gustaría que fuera. Nunca hubo tensión de la relación. No la llegó a haber. Le respeté lo del año pasado porque lo interpreté como una decisión táctica.

-Volviendo al tema inversiones, se habla mucho de aprovechar el momento para la Argentina. ¿Esa ventana es corta?

-La ventana para invertir en la Argentina no necesariamente es corta. Faltan las reglas de juego de carácter permanente. Hoy, hay buenas noticias: la inflación baja. Pero, todavía, es alta. El cepo sigue existiendo. Sinceramente, no veo inversiones mientras subsista un cepo para operar. Y que el Congreso no responda rápido a los requerimientos del Ejecutivo también afecta a los procesos de inversión. Para que la inversión sea sostenida, todavía falta. La inversión financiera es otro cantar: es más de oportunidad, de precio. Pero no es la que, necesariamente, va a generar crecimiento. Aunque tampoco es menor porque genera buen humor y una dinámica de mercado que es buena.

-Cuando habla con pares, clientes o inversores de afuera, ¿qué ven hoy de la Argentina?

-Es expectativa con cierto escepticismo. Pero hay una atención hacia la Argentina, a ver qué pasa. Hay un interrogante. No es un entusiasmo. Sí que, por lo menos, volvimos al mapa. Ya empiezan a preguntarse: «Che, miremos qué pasa».

(La versión original de esta nota se publicó en la edición número 366 de Apertura, junio de 2024).

PedidosYa: “A nuestra industria le vendría muy bien una regulación”

Fuente: Clarín – Patricio Greco, managing director de la empresa, asegura que la normativa debería fijar claramente la relación entre la plataforma y el repartidor.Los planes de la compañía para potenciar su propio supermercado y cómo la crisis cambió los hábitos de sus clientes.

El delivery está tomando nuevas formas. De estar ligado casi exclusivamente a las entregas de restaurantes, hoy las cosas se dieron vuelta. Pedidos Ya se convirtió en el principal supermercado online del país, por encima de las marcas tradicionales, con una participación del 30%. Tiene 70 locales propios a puertas cerradas en 12 provincias.

Su estrategia a futuro va por ese lado: invertirán US$ 60 millones para relocalizar y ampliar varios de esas sucursales o dark stores, reforzar la oferta de negocios de cercanía (carnicerías, panaderías, veterinarias), mejorar la tecnología y marketing.

Patricio Greco es quien desde febrero del año pasado está al mando en Argentina de la empresa propiedad de la alemana Delivery Hero. Ingeniero industrial, con pasado en empresas de consumo masivo, dice que después del bajón postdevaluación del primer bimestre del año, se empieza a ver un repunte. Pero la composición de las ventas está cambiando, tanto por el crecimiento de Pedidos Ya Market -el nombre de su supermercado- como por la caída del poder adquisitivo de los clientes.

El rubro supermercado avanza 35% interanual, aunque todavía representa solo 10% de sus ingresos. Otro 10% son negocios de cercanía y el restante 80% son restaurantes, en los que la gente está reemplazando el sushi por la pizza y las empanadas.PedidosYa Market, el dark store de la empresa que funciona como un supermercado.PedidosYa Market, el dark store de la empresa que funciona como un supermercado.

Esta baja en el ticket promedio vino de la mano de un incremento en la cantidad de repartidores que buscan incorporarse a la empresa para conseguir un ingreso extra. La compañía tiene 45.000 “riders”, trabajadores independientes que pueden formar parte de otras plataformas también y que facturan como monotributistas.

-¿Respecto a los repartidores, lograron un equilibrio o sigue habiendo tensión por la cuestión laboral?

-El ecosistema necesita de los “riders”, con lo cual hay que poner las condiciones necesarias como para que quieran trabajar con nosotros. Si esas condiciones no están, no tenemos repartidores. Y la propuesta de valor hacia los riders es tal que tenemos 45.000 que trabajan todos los días con nosotros. De hecho, el 70% de ellos trabajan un promedio de tres horas por día. Eso habla de que es generalmente un segundo trabajo o un ingreso de alguien que tiene otra actividad principal, como un estudiante. Eso les da mucha flexibilidad, que es lo que valoran precisamente.

-¿Piensan que el modelo de negocios de repartidores seguirá así, con trabajadores independientes?

-A nuestra industria le vendría muy bien una regulación del sector, que sea moderna y entienda las nuevas modalidades de trabajo, cómo funciona la economía de las plataformas y el deseo de los repartidores de seguir siendo trabajadores independientes. Sería bueno que pudiera existir una regulación que transparente esta relación mucho más, de manera de que todos puedan estar más contentos.

-¿Cómo debería ser esa regulación?

-Tendría que reconocer que el repartidor es un trabajador independiente fundamentalmente, y que establezca claramente cómo debería darse la relación entre la plataforma y el repartidor, de manera que sea justo para ambas partes y fomente el crecimiento del ecosistema, generando más fuentes de trabajo. Sería imposible tener 45.000 empleados. La regulación pondría claridad sobre diferentes temas, como los seguros u otras cosas que la industria hoy no hace por temor a la litigiosidad. Hay muchos proyectos dando vueltas. Cristian Ritondo presentó uno en septiembre, que representa mucho el espíritu de la industria. Es una ley laboral que debe caracterizar la figura del repartidor o conductor de plataformas como independientes.Patricio Greco, Managing Director de PedidosYa ArgentinaPatricio Greco, Managing Director de PedidosYa Argentina

-¿Los repartidores quieren seguir siendo independientes?

-Sí, en gran medida lo que aprecian son las virtudes que les da este ecosistema, la independencia, no tener un jefe, poder trabajar las horas que quieran, los días que quieran, con total flexibilidad. Y un ingreso por hora razonable.

-¿Hoy cuánto gana un repartidor?

-Y, si hace tres horas por cinco días a la semana, le da un ingreso de $ 264.000 por 15 horas semanales, sin propinas. Y las propinas que se dejan a través de la app van 100% al repartidor. Los que están full time (40 horas semanales) hoy pueden ganar $ 704.000 por mes promedio más propinas. Es importante destacar que según un estudio de la consultora Invecq el 70% de los repartidores se conectan en promedio 3 horas por día.

-¿Tienen más repartidores por la situación económica?

-Somos una red de contención para mucha gente, «cocinas» y repartidores. Hay más repartidores que antes, 20 o 25% más que hace un año.

-¿La baja del consumo se nota en la plataforma? ¿Hay cambio de hábitos?

-Lo que pasó en los últimos cinco meses, por ejemplo, es que algunas cosas crecieron mucho, como helados. A lo mejor, un hogar no puede comprar la comida lista, pero compra el postre. Vemos mucha migración. De la comida al postre. Y, dentro de la comida, el sushi o la carne sufrieron en detrimento de la pizza, empanadas o a lo mejor hamburguesas. Han caído más los pedidos de comida lista los lunes, martes, miércoles, que jueves, viernes y sábado. Y eso es porque la gente necesita darse un gusto. Lo que más aguanta es el gustito. Entonces, hay que ofrecer helado, chocolates, golosinas. También vemos crecimiento de segundas marcas en supermercado. En una primera instancia, en febrero vimos que se achicó el tamaño de la canasta, pero en los últimos dos o tres meses empezó a recuperarse.

-¿Cómo vienen las ventas?

-Todo lo que es producto de supermercado y cercanía está creciendo fuertemente. Lo más tradicional, que es restaurantes, está cerca de empatar con el año pasado, está levemente negativo. En total estamos creciendo 1%, pero el supermercado avanza 35% (cuando hoy el consumo cae 10%) y por eso estamos invirtiendo fuertemente y vemos perspectivas de crecimiento. Somos optimistas para el segundo semestre.

-¿Cuáles son los planes?

-En una primera etapa vamos a reubicar y ampliar la red de locales. Y, en una segunda etapa, vamos a seguir cubriendo más geografías. Hoy estamos en doce provincias y es probable que cubramos cuatro o cinco más en los próximos dos años. Estamos necesitando superficies más grandes para tener más referencias, hoy tenemos unas 4.500 (que es 80% de lo que compra la gente en general) y queremos ir a 7.000, con más profundidad de oferta.

-¿Cómo crecen tan rápido con el consumo en baja?

-Si vos pedís con un supermercado tradicional, la entrega es al día siguiente en un rango de seis horas. Nosotros llegamos en 20 minutos y te decimos exactamente dónde está el rider y cuándo va a llegar. Nuestra base de usuarios está creciendo 5% mensual.

-Los accionistas son alemanes, ¿les preguntan por Javier Milei?

-Estuvieron preocupados en algún momento por la situación económica. Argentina representa 40% de los ingresos en América Latina, donde están en 15 países. Pero vieron que el negocio está aguantando y que los precios en dólares se recuperaron. Antes dividían por 300 el dólar. Acá el volumen no se cayó y recuperamos los precios en dólares.

La necesidad de incluir a las PyMES en el RIGI desvela a la industria metalmecánica argentina

Fuente: Perfil – Las fábricas de equipos agrícolas no quieren quedar fuera de la estructura de beneficios que propondría el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones incluido en Ley Bases que está discutiendo el Senado, ya que aseguran que les haría perder competitividad en el ámbito productivo, impositivo y crediticio.

El debate en el Senado de la Nación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), incluido en la Ley Bases, pone en peligro a las pequeñas y medianas empresas a juicio de la industria metalmecánica ya instaladas en el Interior del país que producen equipos para el campo argentino y el resto del mundo. Las fábricas radicadas en pueblos y ciudades del interior advierten que quedarían desprotegidas para competir lealmente ante grandes inversiones, las cuales se verían favorecidas por la nueva normativa.

En diálogo con “Aire de Campo”, por radio Perfil, Néstor Cestari, titular de Industrias Metalúrgicas Cestari, empresa fundada en 1927 e instalada en la localidad bonaerense de Colón, comentó que las fábricas de equipos agrícolas esperan ser incluidas dentro RIGI, que trata el Senado.

Al respecto, Cestari ponderó la necesidad de que las pequeñas y medianas empresas queden también protegidas dentro del esquema de competencia que tiene frente a las grandes empresas inversoras. “Hace falta un régimen que dé previsibilidad a la planificación de las industrias, pero, sin embargo, esperamos desde el sector PyMES que ese régimen sea parejo para las empresas que actualmente están instaladas en la Argentina”, explicó el empresario

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Agregó que “sin duda hay necesidad de generar un cambio, pero no hay que olvidarse que las PyMES estamos cautivas de las malas administraciones de los gobiernos que se fueron sucediendo en el país. Y aquí también incluyo a los productores, ya que en general el que produce en la Argentina se tiene que adaptar a la modalidad que imponen los gobernantes y observamos que asuma quien asuma, esa línea de trabajo no se cambia”. 

“Esto del RIGI está muy volcado y hay mucha diferencia entre lo que hacen las grandes empresas y cómo afecta a las pequeñas empresas. Ya que en el Régimen propuesto hay artículos que allí se muestra las grandes diferencias (con propuestas para beneficiar a las grandes empresas) y que afectan las PyMES” que actualmente operan en el mercado doméstico, comentó el titular de Industria Metalúrgica Cestari

Agregó que “este nuevo régimen, que propone el proyecto del RIGI que evalúa el Senado, se genera para cautivar o atraer nuevos capitales al país sin tener en cuenta que hay gente que viene trabajando desde hace tiempo en el país. Cestari es una empresa chica, quizás no movemos la aguja a nivel nacional, pero si te puedo asegurar que somos parte importante de nuestra ciudad, como asi también muchas fábricas en muchas ciudades de las distintas provincias. Por ello pedimos que el RIGI también abarque a las PyMES”. 

El industrial comentó que entre los beneficios que estaría recibiendo las grandes empresas que se instalen en el país a través del RIGI figura la importación de bienes de capital y piezas; incluso se potenciaría la compra en el exterior de bienes usados; y la devolución del IVA Técnico, que plantea la diferencia de vender equipos con un IVA del 10,5% de gravamen cuando los insumos se adquieren a una alícuota del 21%. “Allí no se tendría en cuenta a las empresas locales que viven invirtiendo y acumulando deuda por devolución de IVA”, explicó Cestari.

Reclamo de CAFMA

El sector realizó un pedido formal ante la Cámara de Senadores a través de una exposición que estuvo a cargo de Enrique Bertini, presidente de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA). Allí el referente sectorial ponderó la necesidad de atender la situación de las PyMES del Interior del país dedicadas a la fabricación de equipos agrícolas y enumeró los beneficios que este sector requiere que sean incluidos en la Ley Bases, enviada por el gobierno de Javier Milei al Congreso Nacional. 

Durante su disertación ante los miembros de la Cámara Alta, Bertini refirió los reclamos que mantiene un sector integrado por 1.200 empresas radicadas en todo el Interior productivo de la Argentina, donde trabajan unas 40 mil personas de manera directa y decenas de miles mas de forma indirecta. Estas empresas vinculadas a la fabricación de equipos metalmecánicos para el campo forman parte de ADIMRA (la Asociación de Industriales Metalúrgicas de Argentina), que suma el 78% del empleo privado argentino. 

Desde las fábricas que integran CAFMA, se vienen realizando trabajos en conjunto con organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y también el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para mejorar los equipos e innovar en todos los procesos de inversión actualmente en marcha para mejorar “know how” de las empresas.

También Cestari planteó otra de las deudas que tiene el Congreso con el sector, ya que no trató la propuesta de Ley de Maquinaria Agrícola que promovieron las empresas que integran CAFMA, por el cual “se pide un DNI para la industria nacional: allí no se prohíbe que ingrese lo importado, pero sí conocer qué es nacional y qué es importado, ya que hoy vamos a los bancos y se ofrecen máquinas importadas que, con antecedentes similares al que propone el RIGI, se declararon equipos como industria nacional y no lo son”. 

Pedro Bergaglio: “Yo quiero competir, pero hagan leyes que nos permitan ser competitivos”

Fuente: La Columna Vertebral – Hace ocho años, cuando salió por primera vez La Columna Vertebral al aire, una cosa teníamos clara: contar historias de trabajadores. “La Storia siamo noi” cantaba Francesco De Gregori, y le hicimos honor. No se puede entender la realidad si no conocemos quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos. El pasado lunes, Nora Anchart entrevistó Pedro Bergaglio, quien además de ser tesorero de la Fundación Pro Tejer, presidente de la Cámara Argentina del Sweater, cuya empresa Pyme textil se llama Tricofix S.A., es hijo de Hilario y Elsa, dos inmigrantes piemonteses, llegados al país allá por los años 1948, electricista él y modista ella.

En 1957 esta pareja de inmigrantes obtuvo los frutos de todos sus esfuerzos: nacía su primer y único hijo, Pedro, y se embarcaban en un emprendimiento laboral: tejer sweaters. Así nacía Tricofix en el barrio de Villa Luro, una pequeña empresa que por entonces era un taller que funcionaba en su casa, de tres ambientes, en donde abarrotaban máquinas y aprendían un oficio. “El primer sweater que hice tenía tres mangas”, solía recordar don Hilario. Mientras Elsa, intentaba aplicar todo el conocimiento que tenía como modista y admiradora de Coco Chanell.

Había nacido una PYME, una industria nacional que crecería al son de sus éxitos, y viviría los vaivenes de la política económica argentina que en más de una ocasión, como con la dictadura o con Menem, acorraló la producción de nuestros pequeños empresarios con una política de apertura de importaciones que los dejaba fuera de competencia.

Hoy, la Ley de Bases y el RIGI intentan echar por tierra lo que tardó décadas en construirse. “Bienvenidas sean las inversiones pero que se nos permita a los empresarios argentinos los mismos beneficios”. Bergaglio habla con vehemencia, orgullo, pasión y bronca. A fines del año pasado estaba pasando por uno de sus mejores momentos. Había renovado toda la maquinaria haciendo una gran inversión, las ventas marchaban bien, y el futuro era seductor. Hoy dice que sólo tiene aguante para resistir 45 días más de producción. No va a cerrar. No quiere cerrar. “Nunca despedimos, en 67 años, a ningún trabajador, fuimos una escuela taller del oficio, si cierra Tricofix para mí es como morir”.

¿Cómo llegamos a esta situación, con un gobierno que vuelve a repetir políticas tantas veces vistas y funcionarios que hablan de lo que no saben? “El gobierno anterior debe haber hecho las cosas muy mal”, conjetura. Una cosa tiene clara Pedro Bergaglio: “Como dijo Carlos Pellegrini: sin industria no hay Nación”.

Los invitamos a escuchar la entrevista completa, para conocer, desde adentro, un fragmento de nuestra historia.