Fuente: Cronista – En un contexto de recesión económica, la digitalización impulsa las ventas de las pymes argentinas. Cuáles son sus principales desafíos hoy.
De las más de 800.000 empresas que están registradas en la Argentina, más del 90% son pymes. Estas, a su vez, emplean una fuerza laboral superior al 70%, por lo que representa la mayor parte del sistema productivo. Sin embargo, el atraso tecnológico es uno de los principales problemas para las compañías.
Agustín Viola, director senior de Pymes y Emprendedores de Mercado Pago, participó del evento y aseguró: «Durante los últimos años se transformó la manera de pagar, cobrar e invertir en el sector pyme argentino».
De esta manera, develó cuáles son los principales desafíos de las pymes locales: «Nueve de cada 10 aseguran estar muy preocupadas por el impacto de la inflación en sus ganancias. Es por eso que las ayudamos con una solución de cobro que les acredita el dinero en el momento para que tengan disponibilidad de efectivo», dijo Viola. Y siguió: «También ofrecemos una cuenta remunerada que permite que, con los saldos de sus ventas, su plata genere rendimientos».
La segunda preocupación es la caída del consumo interno, aseguró Viola. «La gente pide pagar con medios digitales y los comercios se dieron cuenta de que cinco de cada 10 clientes gastan más cuando pagan con medios digitales, que cuando lo hacen con efectivo».
Leandro Tangreti, director comercial corporaciones y empresas de Movistar Empresas Argentina,destacó:»Actualmente atendemos a 270.000 pymes (casi un tercio del total de pequeñas y medianas empresas argentinas). Nueve de cada 10 clientes aseguran que piensan invertir en transformación digital en el corto y mediano plazo. Lo ven como una necesidad para crecer, desarrollarse y ser sustentable».
Y siguió: «Luego de la pandemia, todas las empresas entendieron que ninguna puede sobrevivir sin encontrar nuevos mercados. Eso las llevó a trabajar el mundo digital».
En este contexto, la conexión a internet se vuelve indispensable. Ramón Robles Gorriti, gerente corporativo & Pyme de Metrotel,aseguró que la compañía «está focalizada en las zonas industriales. Creemos que es un polo donde se está desarrollando un fuerte crecimiento de pymes».
La compañía brinda servicios de conectividad, seguridad ante ataques cibernéticos, nubes de almacenamiento, cuidado de datos de clientes y wifi a las pequeñas y medianas empresas del país.
«Las pymes necesitan herramientas de financiación y una baja de impuestos. Son dos problemas que existen hace mucho tiempo y que les impide ser competitivos internamente y poder, en el caso de ser necesario, exportar. Nosotros los ayudamos en materia de conectividad para que sean una vidriera al mundo», aseguró.
Analía González, especialista en Pymes y Startups de Ucema, explicó: «Estamos atravesando una fuerte recesión y eso se traduce en una pronunciada caída de ventas para las pymes. Si bien la baja demanda no es nueva, y es algo que se venía relevando desde 2023, durante los dos primeros meses del año las caídas fueron de entre el 20% y el 30 por ciento».
Sin embargo, comentó que, a la caída de ventas se le sumó un aumento de los «alquileres, combustible, servicios públicos, impuestos, tasas provinciales y municipales y paritarias. En este contexto, las pymes tuvieron que repensar sus estrategias y cambiar la forma en la que venían trabajando».
Fuente: Economía Sustentable – Fue desarrollada por la pyme cordobesa Starplastic junto a investigadores del Conicet, con financiación de la Fundación Sadosky. Cómo funciona.
La pyme cordobesa Starplastic, junto a investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y el Conicet, desarrollaron una plataforma web para mejorar la producción de envases de plástico reciclado.
La firma, con 120 empleados, se dedica desde hace más de cuatro décadas a la producción de envases plásticos para todo tipo de industrias: desde limpieza, a alimentos y productos químicos. Y en los últimos años se enfocó en reemplazar el plástico virgen importado, por plástico reciclado.
En busca de optimizar este proceso, el año pasado participó de la convocatoria Soluciones Innovadoras para Desarrollos de Software de la Fundación Sadosky. Su proyecto, “planificación y control IoT de la producción de envases con plástico reciclado” resultó seleccionado por la Fundación, que financió con $5,3 millones la participación de tres investigadores y un project manager (administrador del proyecto) para llevarlo adelante.
La iniciativa consiste en utilizar tecnologías como IoT (internet de las cosas) para conectar las máquinas entre sí y monitorear su funcionamiento. Y también utiliza modelos matemáticos para programar la producción según las estimaciones de demanda.
Como contrapartida, la empresa invirtió una suma similar en la maquinaria y el capital de trabajo necesario para afrontar el proyecto.
De este modo, los investigadores, junto al personal de la empresa, desarrollaron una plataforma web que permite conocer el estado de todas las máquinas, la productividad, los tiempos de mantenimiento y limpieza. “Esto nos permite estimar mejor los costos reales de producción”, apunta Claudio Acosta, gerente de producción de la compañía en diálogo con Economía Sustentable.
A su vez, gracias a su módulo de programación de la producción, podemos identificar los recursos necesarios para cumplir con los pedidos, lo que se traduce en una mejora de los costos operativos del 25-30% ”, afirma.
Industria 4.0 para la economía circular
Starplastic fue fundada en 2006 en Córdoba por Hugo Moccagatta y su hijo, como nueva unidad de negocios de la pyme familiar Caro Micromecánica, que había surgido en los años 70 como fabricante de máquinas de tejer, y a partir de los años 80 se dedicó a la fabricación de envases plásticos por extrusión.
En 2013, la firma comenzó a producir bidones para productos químicos utilizados en el agro, comopesticidas y fungicidas.En 2016, con la sanción de la ley nacional 27.279, que regula la gestión de envases usados de agroquímicos, Starplastic incursionó en la recuperación y reciclado de dichos envases.
Lo hizo participando del programa “Campo Limpio”, que impulsa la recolección, acopio y traslado de los bidones desde los campos hacia las plantas de reciclado. Según la normativa vigente, estos envases se deben entregar en los centros de acopio con un triple lavado y perforados, para evitar su rellenado o reutilización.
Una vez en la planta de reciclado, se utiliza una técnica de “coextrusión de tres capas” para la confección de los nuevos envases. Eso implica que el plástico reciclado proveniente de envases usados queda encapsulado entre dos capas de materia prima virgen, logrando así reemplazar el 90 % del peso del envase por material reciclado.
“Esta estrategia apunta a la sustentabilidad económica y ambiental, ya que se reducen las importaciones de materias primas plásticas provenientes de Estados Unidos por material reciclado localmente, y se obtiene un producto de calidad y seguro para quienes lo utilizan”, destaca Hugo Moccagatta, director de Starplastic.
La planta de reciclado tiene una capacidad de procesamiento de 300 toneladas de plástico mensuales, aunque está trabajando muy por debajo de esa capacidad. Actualmente, se reciclan unas 60 a 80 toneladas al mes, un número que irá subiendo a medida que aumente la recolección de bidones. Se trata de un mercado altamente informal, y se calcula que un 80% de los envases usados son desechados o enterrados en los campos, sin un tratamiento adecuado.
Fuente: Perfil – Por medio de la Resolución General 5.508/2024, se redujeron significativamente los datos necesarios para proceder al alta inicial de un empleado.
El trámite se oficializó por medio de la Resolución General 5.508/2024, se redujeron significativamente los datos necesarios para proceder al alta inicial de un empleado.
De esta manera, a través de esta norma, se agiliza la gestión que deben realizar los empleadores, facilitando el proceso de registración del trabajador y otorgando seguridad jurídica a las relaciones laborales.
¿Cómo se realiza a partir de mayo la registración de un empleado frente a AFIP?
Tal como establece la nueva normativa, a partir del día de la fecha, para comunicar el alta de un trabajador ante la AFIP bastará con:
informar simplemente el CUIL y/o CUIT,
domicilio donde se desarrolla la actividad económica,
fecha de inicio de la relación laboral,
modalidad de contratación,
obra social y
la fecha de finalización de la relación, en caso de que sea un contrato a plazo fijo.
¿Hasta cuándo se extiende el plazo para registrar a un nuevo empleado?
En ese sentido, AFIP informó que se extiende el plazo para cargar los datos restantes hasta la primera liquidación del sueldo, tales como el monto de la remuneración mensual o el puesto en el que se desempeñará el trabajador.
Vale considerar que anteriormente, debían hacerlo previo al comienzo efectivo de las tareas.
De esta manera, el ente recaudador justificó la medida al asegurar que, con la nueva disposición, los empleadores contarán con más tiempo para completar la información restante, «lo que redunda en una menor carga burocrática para los empleadores y mayor celeridad en la registración del trabajador», sostuvieron.
Fuente: Cronista – Para integrarse a la cadena de valor de las grandes compañías hoy las pymes deben analizar sus procesos de trabajo y adoptar prácticas más sustentables. Cómo lo logran y qué resultados obtienen
Conciencia ambiental, compromiso con el entorno, demanda de los clientes y exigencias de la cadena de valor son algunos de los motivos que activan la transformación hacia un paradigma productivo más sustentable, pero las formas de encarar este cambio dependen de distintos factores.
En primer lugar, hay algunas industrias en las que la innovación es más compleja y costosa, esto exige una evaluación minuciosa de cada eslabón de la cadena para detectar oportunidades de mejora. Pero a su vez, enfrentar este proceso de cambio es una decisión que requiere también de un cambio cultural, para que todos los actores involucrados entiendan el valor que subyace en este tipo de proceso de cambio.
Desde BDO Argentina, Joaquín J. Tribolo, ESG & Compliance Leader explica que «siempre es clave recordar que se trata de un proceso gradual y que no necesariamente representa grandes inversiones de recursos. Incluso muchas veces ya hay prácticas de sostenibilidad que la empresa practica pero que no son reconocidas como tales». Usualmente las Pymes reciben pedidos de información por parte de empresas más grandes que están comenzando a mirar su cadena de abastecimiento buscando la oportunidad de volverla más sustentable y en esos casos, detalla el especialista, «el primer paso consiste en comprender de qué hablamos cuando hablamos de sostenibilidad. Siempre decimos que debe existir un ‘triple impacto’ que tenga en consideración los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, que son representados por sus siglas en inglés ESG (Environmental, Social & Governance) o ASG en español. El siguiente paso consiste en identificar y evaluar los riesgos y oportunidades materiales del negocio y de los grupos de interés clave en cada uno de los 3 ejes mencionados«. Esto también sirve para detectar prácticas no institucionalizadas que representen una mejora respecto de la normativa interna, por ejemplo.
Por dónde comenzar
«Nuestra experiencia demuestra que uno de los aspectos más difíciles de gestionar en el ámbito de las Pymes es el tema de los recursos, el presupuesto. Por lo general las grandes empresas tienen el camino más allanado en ese aspecto, incluso pueden negociar mejor el valor unitario de cada producto o servicio que requieren. Por eso es importante señalar que se pueden llevar adelante muchas iniciativas en materia de sostenibilidad que no representen o demanden demasiada inversión», explica Tribolo.
Una de las claves es evaluar para asignar prioridades de acuerdo con las posibilidades que tenga cada empresa de asumir compromisos duraderos. Así como el cambio es progresivo e involucra una mirada hacia adentro muy a conciencia, también los aportes que genera la sostenibilidad pueden presentarse en diferentes grados. «Los cambios más urgentes dependerán de cada industria y de las posibilidades materiales de cada empresa. En los aspectos ambientales de baja inversión (pero también bajo impacto) encontramos la separación de residuos, la optimización energética y el cuidado del agua. Para el pilar social podemos mencionar la incorporación del llamado ‘CV ciego’ y remuneración igualitaria para todas las personas que trabajan haciendo las mismas tareas; y para gobernanza podría ser la implementación de políticas anticorrupción y comportamiento ético«, todos estos son ejemplos concretos de cambios con baja inversión que sirven para dar los primeros pasos en la materia, que enumera Tribolo.
A continuación, llegará el momento de avanzar y contemplar otros factores importantes que las grandes empresas toman en cuenta a la hora de sumar pymes como proveedoras que son, como detalla el especialista, la documentación que respalde la condición de sustentables o sostenibles siempre «esta documentación debe tener una explicación de por qué se hace de esa forma, qué materiales se adquirieron para su producción y en qué condición se contrató la fuerza de trabajo y a su vez dejar trazabilidad de ésta hacia las instancias previas en la cadena de suministros. La predisposición para hacer los ajustes necesarios también es vista con buenos ojos, ya que soluciona la necesidad concreta que pueda tener la organización por pertenecer a uno u otro sector».
Industria del caucho: con foco en la transformación
Jomsalva es una empresa familiar con 50 años de historia en la industria del caucho, y al contrario de lo que se podría pensarse sobre este tipo de productos, la gestión en sustentabilidad que encabeza su presidenta Patricia Malnati es un claro ejemplo de que todas las industrias pueden hacer una revisión que les permita transitar hacia la sustentabilidad e, incluso, la economía circular.
En el caso de Jomsalva, esta transición tuvo un punto de partida bien definido, que sentó las bases sólidas de un recorrido que ya va dando frutos. «Muchas pymes llevan adelante acciones relacionadas a la sustentabilidad sin conocer la agenda de los objetivos para el desarrollo sustentable (ODS). Pero para nosotros, conocer esta agenda fue un antes y después. Gracias a ese caudal de conocimientos pudimos lograr un orden, una guía de trabajo y un saber hacer que nos llevó, incluso, a certificar la norma 9001″, explica Malnati.
La compañía tiene una historia muy fuerte relacionada con la recuperación de materiales, ya sea de neumáticos de auto, de avión y hasta de camiones. Y siempre estuvo enfocada en la extensión de la vida útil de los productos, así como también en el reaprovechamiento de compuestos Por Mariana Brizi y lo económico, porque sabemos que necesitamos ser económicamente sustentables.y la búsqueda de alternativas a las materias primas para desarrollar compuestos que permitan la reutilización. «La agenda de ODS cambió mi forma de liderar la compañía, pensando en el liderazgo sostenible. Y personalmente creo que la agenda es un camino porque nos permite un lenguaje común en el que todos podemos hablar. Gracias a ella salimos de lo voluntario y pasamos a lo obligatorio», resume Malnati y apunta que, ese primer acercamiento sentó bases firmas que les permitieron disminuir el impacto negativo y aumentar lo positivo; y definir un nuevo propósito: generar un nuevo sistema de la industria del caucho y llevar los aspectos de gobernanza y lo económico, porque sabemos que necesitamos ser económicamente sustentables.
Asimismo, la empresa definió nuevos indicadores de seguimiento, específicamente con la gestión de compliance y la ética. Para lograrlo, explica la presidenta, «nos acompañaron siempre contadores, abogados y especialistas en seguridad e higiene. Eso nos abrió una posibilidad enorme de capacitarnos». Esos nuevos espacios de aprendizaje se hicieron extensivos al entorno de colegas y proveedores. Específicamente, la directiva generó, desde la Mesa de Desarrollo Sostenible un nuevo ámbito donde las pymes pueden obtener información. «En Europa hoy preguntan cuántas mujeres hay en una empresa y si tenés certificado ambiental. En el mundo pasan cosas que si no las miramos vamos a quedar afuera, por eso tomamos una actitud proactiva», dice Malnati y agrega que, si bien a nivel local hay más interés, esto proviene más de la mirada del cliente todavía, que decide hacer compras sostenibles.
Compras, finanzas y consumidores sostenibles: son temas que están traccionando para que las pymes se pongan en forma. Las cadenas de valor necesitan estar a la altura.
«El caucho natural, por ejemplo, es una materia prima muy importante en la industria, donde trabajan muchas familias desde la agricultura. Desde Jomsalva trabajamos para que esas familias tengan sus derechos. Que el caucho no provenga de bosques reforestados y que podamos sumar cada vez más materias primas vegetales y menos minerales», apunta y comparte un dato que ejemplifica el esfuerzo de la compañía: hoy, entre el 30 y 40% de materias primas que utiliza la empresa son residuos, «logramos que todo ese material no vaya a un basural e incluso utilizamos polvo de neumáticos. Por suerte hay mucha tecnología nueva para que, a partir del neumático fuera de uso, se generen nuevas industrias verdes y muchos puestos de trabajo nuevos».
Aprendizaje y espacio colaborativo
Enfrentar cambios puede ser difícil, más aún para las pymes en el contexto actual. Por eso los espacios de intercambio pueden resultar una buena estrategia. Con este espíritu surgió Unipyme, un ecosistema que fomenta la innovación y prepara a las Pymes para crecer, con una cápsula de sustentabilidad que se enfoca en brindar herramientas concretas sobre el desarrollo de estrategias sustentables, procesos más eficientes y mejoras en su relación con el ambiente.
La iniciativa surgió en plena pandemia de la mano de Unilever, una compañía que hoy produce localmente el 95% de sus productos gracias a su red de más de 2000 pymes que trabajan como proveedoras de la firma.
«Unipyme potencia el negocio de las pequeñas y medianas empresas a través de consultorías especializadas y capacitaciones estratégicas gratuitas sobre desarrollo de negocio, cultura organizacional, herramientas financieras, sustentabilidad, transformación digital y logística. Parte de la tarea de Unipyme es preparar y acompañar a que cada vez más pymes puedan operar de manera más ágil y eficiente. Hoy más de 5700 pymes ya forman parte del programa», explica
Una plataforma para generar y ampliar redes; así define Iaquianandi a este espacio que ya generó alianzas con más de 50 organizaciones, públicas y privadas. Asimismo, comparte, «en una encuesta de 2022 observamos que el 79% de las pymes no generó prácticas que promuevan la inclusión de personas LGBTIQ+, es por eso que junto a Human Rights Campaign (HRC), llevamos adelante un proyecto para promover la formalización de políticas y prácticas de Diversidad, Equidad e Inclusión en las pequeñas y medianas empresas. Además, la alianza con Argos Energía nos permitió proporcionar soluciones integrales e innovadoras para ayudar a las pymes a identificar oportunidades de mejora en materia de consumos de energía y de transición hacia energías limpias«. Este año, la plataforma sumó una articulación con la Subsepyme con el propósito de acercar información acerca de las diferentes líneas de créditos que tiene la entidad actualmente para el sector pyme.
Certificar como estrategia de visibilidad
Las certificaciones ambientales son uno de los caminos que eligen las empres para demostrar su compromiso. En ese sentido, la Certificación de Empresa B es una de las que actualmente funciona como gran activo que simplifica esta ardua tarea de mostrar y asegurar el compromiso ambiental.
Ivan Buffone, socio de Business Sustainability, consultora que acompaña a las empresas para acceder a este tipo de certificación, explica que «la certificación implica una auditoría. Entonces los protocolos y las evidencias de todo lo que se va respondiendo queda demostrado, sobre la mesa». Lo primero que debe hacer una empresa que quiere ser B es visualizar su valor ya creado, porque muchas veces ya se vienen haciendo cosas en materia de sustentabilidad, pero cuesta categorizarlas, conceptualizarlas y, por ende, mostrarlas. «En función de eso y dependiendo de los objetivos de la organización, habrá que potenciar, alinear los próximos pasos a seguir. Y la gran ventaja que tienen las pymes es su capacidad de decisión y de movilidad, porque no hay tanta burocracia interna para movilizar«, explica Buffone y agrega que «casi todas las empresas pueden ser Empresa B, si cuentan con la convicción adecuada».
Y claro que los motivos son muchos. Algunos más que apunta el especialistas son, la búsqueda de «historias de impacto positivo» que hoy priorizan los grandes compradores, cada vez más exigentes no solo con la calidad, sino con el impacto de los procesos productivos. «Básicamente porque ellos luego capitalizan todas esas historias. En sus informes a accionistas y en sus publicidades, las grandes empresas reportan y todo se convierte en un valor«. Además, ser una Empresa B permite una gran visibilidad que a una pyme le costaría ganar de otra forma. Este es otro aporte de valor que apunta el especialista, «mucho más, por su puesto, si la empresa están mirando la posibilidad de exportar o pretende acceso a financiamiento». Finalmente, otro eje por el cual este tipo de certificaciones es cada vez más buscado es la posibilidad de atraer y fidelizar talentos, «los colaboradores, sobre todo cuanto más calificado sean, más se fija en este tema».
Los especialistas coinciden en que el cambio cultural y la concientización es la clave. Todo se capitaliza como aprendizaje y se potencia cuando todo el equipo se involucra en el proceso. «Transmitir en nuestras propias cadenas de valor es un trabajo bastante de hormiga, ese es nuestro principal desafío. Pero por suerte el equipo interno está superalineado, porque llevo un liderazgo muy fuerte en el tema, quiero ser un referente y trabajo para eso», enfatiza Malnati.
La manera de concebir la producción y el consumo debe transformarse, la sustentabilidad ya no es una idea, es un hecho y es una prioridad. «Si entendemos que el desarrollo sostenible es un desarrollo que no deja afuera al cuidado de los recursos, tenemos que tomar conciencia y hacer algo desde nuestros metros cuadrados», apunta.
Leer la agenda de los ODS, vincularte con organizaciones a modo de guía parecen ser la clave para repartir esfuerzos y potenciar resultados.
Fuente: CAME – La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) junto con la Federación Argentina de Parques Industriales (FAPI) se reunieron con la Secretaría de Energía de la Nación para avanzar en un proyecto de ley que convierta a los parques industriales de todo el país en sujetos de crédito para la generación distribuida de energías renovables en función de lo que establece la Ley 27424. “No hay industria del futuro afuera de un parque industrial. Las dificultades energéticas nos complican en los procesos industriales”, dijo el presidente de CAME, Alfredo González.
Por su parte, el subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación, Santiago Yanotti, destacó que “Argentina tiene muchos recursos naturales, como el agua, el viento y el sol, que deben ser aprovechados”. Asimismo, la titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis, y la rectora de la Universidad Nacional de Cuyo, Esther Sánchez, sostuvieron que es fundamental la colaboración y el trabajo conjunto entre la academia, las empresas y el Estado. Por último, el coordinador de Cooperación Internacional de la Oficina de la ONU en Argentina, Pablo Basz, sostuvo el compromiso del organismo internacional para el financiamiento de los proyectos.
También estuvieron presentes el secretario general de la entidad, Ricardo Diab; el secretario de Hacienda, Blas Taladrid; el secretario de Organización, Silvio Farach; los directores de Economías Regionales de CAME, Eduardo Rodríguez y Pablo Vernengo; el director de Comercio Exterior de la entidad, José Luis Lopetegui; el titular de FAPI, Alfredo Cecchi; la secretaria general de FAPI, Sonia Mochón; el presidente de la Asociación de Parques Industriales Argentinos (APIA), Rodolfo Games; el vicepresidente de FECHACO, Gustavo Delbon; el director del Instituto Balseiro, Mariano Cantero, y el asesor en temas energéticos, Gabriel Negrín, entre otros.
Fuente: La Capital – Tres investigadoras rosarinas y un joven economista crearon esta empresa en diciembre del año pasado. El potencial es enorme, porque el bio cuero que fabrican es ideal para la industria de la moda y, a diferencia del eco cuero que es plástico, el de ellos es 100% sustentable.
Esta historia es una clara muestra de que la investigación cuando llega a buen puerto puede ser fenomenal. Mycorium es una startup que nació tras años de desarrollo en biotecnología cuando un equipo de investigadoras encontró la forma de crear cuero para la industria de la moda a partir de hongos filamentosos. El proceso despertó gran interés de parte de las marcas internacionales porque los mal llamados eco-cueros son en realidad hechos con plástico por lo cual la necesidad de reemplazarlos urge. Y cuando hablamos de marcas número uno, estamos refiriéndonos a las europeas Ralph Lauren, Adidas y Topper, las tres se contactaron con la startup rosarina a partir de conocer el bio cuero que están desarrollando en el edificio del Conicet de Mitre e Ituzaingó.
¿Cómo empezó todo? Era pandemia y un emprendedor de la industria de indumentaria les consultó si eran capaces de hacer un cuero a base de hongos utilizando orujo de vino, que es el residuo que queda tras la elaboración de esa bebida. Diana Romanini, bioquímica, recuerda ese momento con esta frase: “Veníamos de hacer moléculas para la industria alimenticia y cosmética y este emprendedor nos dice: ¿serían capaces de hacer esto? Si a un investigador le decís eso no para hasta lograrlo”.
Fueron tres las investigadoras que no pararon, codo a codo con Diana trabajan Adriana Clementz y María Rocío Meini y en sólo un año tenían el cuero hecho. Fue en ese momento cuando acudieron a SF500, un fondo que “se contacta con el mundo científico, buscan proyectos, te invitan a hacer una capacitación y te empiezan a conectar con el ambiente de los negocios”, explica Diana y agrega: “Al terminar esa etapa nos dijeron que debíamos completar el equipo, buscar a alguien del área de negocios”. Ese fue el momento en el que ingresó al grupo el actual CEO de la compañía, el economista y licenciado en Finanzas, Agustín Schiavio. Juntos constituyeron en diciembre la empresa Mycorium Biotech que finalizó su primera ronda de inversión en mayo donde se capitalizaron con u$s250.000 que hoy destinan a la compra de equipos, pago de patente de propiedad intelectual, gastos operativos y también invirtieron en bienes de capital.
Transformar la matriz de producción
Agustín es de Vicente López y viaja a Rosario todas las semanas, él venía de trabajar en bancas de inversión y en el 2019 empezó a estudiar el ecosistema de empresas biotecnológicas, a estudiar las startups, hablar con los fondos, y vio que en estos procesos se podía transformar la matriz de producción. Como es vegetariano, tenía especial interés en la fabricación de bio cuero como reemplazo al cuero vacuno, pero cuando empezó a investigar notó que en realidad el cuero más dañino para el medio ambiente es el sintético y allí comenzó un camino que lo llevó hasta las tres rosarinas.
Uno de los puntos clave de Mycorium es ser parte de lo que se denomina economía circular, Agustín explica que “nosotros nos posicionamos con respecto al resto con la revalorización de residuos agroindustriales donde nuestra solución es un concepto de circularidad, intentamos posicionar nuestra ventaja ahí”. Mucha competencia no tienen, porque en Argentina no hay otro startup que fabrique lo mismo, pero sí hay tres en Estados Unidos.
Producción en bandeja
La producción de este cuero se realiza en este momento en el laboratorio, donde se coloca en bandejas el hongo y se “le da de comer” determinadas sustancias para que ese hongo se transforme en el cuero a partir del proceso de degradación. En sólo diez días se transforma en bio cuero. Lo que están estudiando ahora para poder escalar es, por un lado, lograr que el cuero tenga mayor resistencia para su uso y, por el otro, empezar un camino para una producción a gran escala. “Lo que queremos lograr es que venga Adidas y nos diga necesito un millón de metros de cuero y lo podamos hacer”, proyecta Agustín.
Para crecer buscarán partners industriales que tengan la posibilidad de ser parte de este proceso, con espacio para poder tener en un ambiente controlado bandejas de grandes dimensiones haciendo el proceso de degradación. Eso sí, esos partners no necesariamente deben ser de Argentina, porque en realidad ellos necesitan estar cerca de los mercados que ya están consumiendo sostenidamente productos de economía circular. Para ellos la meta está puesta en tener la producción en Europa para estar a mano de esos mercados.
En lo que respecta al financiamiento, recibieron ahora $60 M de la Agencia I+D+i que asigna mediante el Fondo Argentino Sectorial estos fondos que provienen del BID. Y ahora, con la meta alta, a corto plazo lo que se viene es prepararse para la próxima ronda de inversión que será en febrero, para seguir construyendo esta empresa que parece tener un futuro prometedor, sostenible y de grandes augurios.
Fuente: Ámbito – La Secretaría de Energía y el Banco Provincia impulsan esta financiación para la implementación de sistemas de generación distribuida de origen renovable en la Provincia de Buenos Aires.
Como parte del impulso hacia la transición energética y en el marco del Fondo Para la Generación Distribuida de Energías Renovables (FODIS), la Secretaría de Energía y el Banco Provincia impulsaron una línea de crédito para la implementación de sistemas de generación distribuida de origen renovable en la Provincia de Buenos Aires.
La secretaría de Energía, Flavia Royon y el presidente del BICE Fideicomisos, Jorge Tamús, suscribieron con Juan Cuattromo, titular del Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO) un acuerdo que permite bonificar la compra, obras e instalación de equipamiento de Generación Distribuida en empresas Pyme, industrias e instituciones públicas.
“La firma de este acuerdo representa un avance en el fomento y en el incentivo para la instalación de la generación distribuida en la provincia de Buenos Aires, todo en el marco del plan de transición energética que está llevando adelante esta Secretaría”, expresó Flavia Royon.
Por su parte, el Presidente del Banco Provincia sostuvo que “para nosotros la articulación con el gobierno nacional es fundamental por la agenda de sostenibilidad que venimos llevando para acompañar a las empresas en su transición energética”.
Participaron de esta actividad, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, el Director Nacional de Generación Eléctrica, Maximiliano Bruno, la directora de Energías Renovables, Florencia Terán y el subsecretario de Energía de la Provincia de Buenos Aires, Gastón Ghione.
50 millones de pesos para financiar a 4 años de plazo
Este convenio prevé un mecanismo de bonificación de 18 puntos de tasa en créditos de inversión productiva destinados a la compra y mano de obra de los equipos fotovoltaicos. La línea de crédito contará con hasta 50 millones de pesos para financiar a los solicitantes con 4 años de plazo máximo para el pago.
Además, se firmó una carta de intención con el Banco Nación para avanzar con otra línea de créditos, con el objetivo de promover el desarrollo de la Generación Distribuida de Energía Renovable. La misma fue suscripta entre la secretaria de Energía, Flavia Royon y la presidenta de la entidad financiera, Silvina Batakis.
En esta firma estuvieron presentes por parte del Banco Nación, Carina Angeletti, Gerente Asuntos Económicos, Cristian Deus, Gerente Transición Ecológica y Tiñendo Pablo, Subgerente Negocios Sustentables.
Fuente: Somos Pymes – Lo lanzó la organización Sistema B. Apunta a acercar empresas y líderas a herramientas y procesos que ayuden a lograr una mejor sustentabilidad. Qué contenidos tiene, cuándo es y cómo anotarse.
Sistema B es una organización regional, parte de un movimiento global, que trabaja por un sistema económico equitativo, inclusivo y regenerativo para todas las personas y el planeta.
La organización Sistema B abrió la convocatoria a un programa online de medición de impacto social y ambiental para pequeñas y medianas empresas de cualquier industria. Con el objetivo de acercar a las empresas herramientas y procesos para conocer y mejorar su impacto en las personas y el planeta, para que sus líderes puedan gestionarlo, identificando fortalezas y oportunidades de mejora, sin perder de vista los resultados del negocio. Lee además
El programa Camino+B edición PyMEs se trata de un ciclo dirigido a pequeñas y medianas empresas de hasta 250 colaboradores y de cualquier industria, que estén interesadas en la sostenibilidad de sus negocios o en iniciar el proceso de certificación como Empresa B.
“El principal valor de Camino+B es que los participantes se llevan una radiografía del impacto que genera su empresa en términos sociales y ambientales y una hoja de ruta concreta que les permite gestionarlo y mejorarlo”, dijo a Somos Pymes la directora Ejecutiva de Sistema B Argentina, Marina Arias.
«Durante estas cuatro semanas, tendremos la oportunidad de conocer más sobre el Movimiento B y casos de éxito de Empresas B de Argentina, Latinoamérica y el mundo. Además, trabajaremos sobre el diagnóstico de las empresas participantes utilizando como principal herramienta la Evaluación de Impacto B, haremos dinámicas prácticas y todos los participantes tendrán un espacio de revisión personalizada de su caso”, detalló Arias.
Sistema B es una organización regional, parte de un movimiento global, que trabaja por un sistema económico equitativo, inclusivo y regenerativo para todas las personas y el planeta. Promueve, como principal agente de cambio a las empresas, impulsando la creación de impacto positivo en tres dimensiones: social, ambiental y económico.
Nació en 2012 con la misión de construir ecosistemas favorables para Empresas B y otros actores de triple impacto que utilicen la fuerza de mercado para resolver problemas sociales y ambientales. En el mundo, existen 7.273 Empresas B y 1.085 de ellas están en Latinoamérica, de las cuales 205 son argentinas.
El programa consta de cinco encuentros, que se llevarán a cabo los días 27 de septiembre, 4, 11, 18 y 25 de octubre entre las 9.30 y las 12.30h de manera online, por lo que pueden participar empresas radicadas en cualquier punto del país. Los contenidos de cada sesión, lideradas por consultores especializados en triple impacto, son:
Contexto global y experiencias de impacto: tendencias económicas, Sistema B y la Evaluación de Impacto B como herramienta de gestión.
Evaluación de Impacto B: primeros pasos en la medición, áreas Gobernanza y Trabajadores.
Evaluación de Impacto B: siguientes pasos en la medición, áreas Ambiente, Comunidad y Clientes.
Modelos de negocio de impacto: diseño de soluciones a través de modelos de negocio innovadores.
Reporte de mejora: entendimiento de los resultados, identificación de oportunidades de mejora y planes de acción.
Durante el programa, pueden participar hasta 3 personas por empresa en cada encuentro, que pueden variar según la temática de cada reunión. Sistema B sugiere la participación de los tomadores de decisiones de las 5 áreas de la organización que se evalúan durante el programa: Gobernanza, Trabajadores, Ambiente, Comunidad y Clientes.
«Hacer el programa nos permitió validar nuestro modelo de negocios, que aunque teníamos claro que tenemos un ADN de triple impacto, nos faltaban métricas, nos faltaban reportes, y todo eso lo trabajamos en el programa, nos enseñó cómo medir nuestro impacto”, relató el CEO de Green Computer, Daniel Jaimes , cuando su empresa participó el año pasado.
Por su parte, el CEO de la Empresa B Dar Sentido, Sergio Novikov, recuerda: “Nosotros participamos del programa dos veces: la primera fue en 2017 y teníamos la intención de certificar como Empresa B. Nos sirvió mucho porque conocimos cómo es todo el proceso de certificación y al equipo de Sistema B. Y la segunda vez fue en 2023, con el objetivo de recertificar. Lo que buscamos fue que todo el proceso lo hiciesen los líderes de área, de manera tal de conocer en profundidad lo que significa ser una Empresa B y comprometerlos”.
Fuente: El Tribuno – Paz Corominas fue distinguida por su emprendimiento de recuperación de plástico para crear accesorios.
La emprendedora jujeña Paz Corominas ganó en la categoría emprendimiento de la primera edición del Premio Argentina Economía Circular, entre 180 inscriptos y 40 seleccionados. Fue la única pyme jujeña y se destacó por su labor en el desarrollo de un textil – fanplástico que obtiene de recuperar plástico al que aplica termofusión, con el que fabrica accesorios, bolsas y merchandising.
La tarde del pasado lunes, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la emprendedora y arquitecta jujeña, Paz Corominas, recibió el premio en la categoría de emprendedurismo, siendo distinguida entre 180 participantes inscriptos y entre los 40 premios entregados.
LÌNEA ECOHOGAR, BOLSAS
«El proceso de transformación lo hacemos a través de una técnica que se llama termofusión, para crear un nuevo material que se llama textil fanplástico, y con él hacemos diferentes líneas de productos», precisó Paz Corominas, referente de la pyme jujeña premiada Fanplástico, diseño sustentable, quien lo creó hace cuatro años.
Para ello recupera plástico mediante campañas en redes sociales. Radicado en San Salvador de Jujuy, desde donde proveen domicilios que separan en origen y cuentan con un punto limpio ubicado en Guajira Restó Bar, socios estratégicos en la recolección y es donde se recibe el material. También se hace recolección en bocas de salida comercial, con empresas.
ACCESORIOS HECHOS EN TEXTIL PLÁSTICO
Utilizan polietileno de alta y baja densidad, aquéllos de bolsas y empaques plásticos que incluye por ejemplo bolsa «camiseta» que viene con manija, la de residuos, sachet de leche, de yogurt, envoltorio de rollos de papel higiénico, servilletas de papel, y pan lactal, en condiciones de higiene.
«Hace cuatro años empecé este proyecto, tiene una escala de emprendimiento, no somos una industria», precisó Corominas y detalló que su taller está en el barrio Alto Padilla. «Soy arquitecta de profesión y recicladora de oficio y en principio inicié este trabajo quizás como una cuestión más artística de poder explorar una nueva materialidad, entendiendo que se podía recuperar plástico post consumo, que es uno de los contaminantes del planeta», precisó.
Es que entiende que la basura que produce cada persona en Argentina, por estadística se estima es de un kilo por día, donde solo el 30 % se recupera y se recicla. Por ello se interesó en forma artística, luego aprendió a coser y después lo desarrolló como un emprendimiento, mientras se capacitaba en emprendedurismo, redes de negocios, temas en los que aún se forma.
Actualmente el equipo, que lleva un año de trabajo, está integrado por Leonor Ríos, Ana Peñaranda en el área de costura y moldería, mientras Coromina se ocupa de la confección del textil, comercialización, marketing y distribución.
RIÑONERAS Y GORROS
Una vez que producen el fanplástico por diferentes técnicas, se incorpora el material al área de moldería y costura. Allí elaboran tres líneas de productos, EcoHogar donde desarrollan bolsas de distintos tamaños y funciones; otra Glow fashion de accesorios de moda sostenibles donde desarrollan billeteras y riñoneras. La tercera línea es la de Ecomerchardising, destinada a empresas e instituciones que quieren impactar en el ambiente en forma positiva con su merchandising, entre ellos llaveros, cuadernos, bolsas de diferentes tamaños, algunos desarrollados a pedido.
El premio Argentina Economía Circular es el primero en otorgarse y fue organizado por la Fundación Observatorio Federal Pyme, el Grupo de Transición Justa, y la Fundación Regenerar, Fundación Banco Ciudad, Fundaciones Grupo Petersen, gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Jujuy, empresas de seguros.
Buscan impulsar iniciativas que potencien la economía circular en todas las regiones del país; premia proyectos que promueven una transición eficaz hacia la economía circular, contribuyendo al desarrollo productivo sostenible y busca también la mejora de la productividad y rentabilidad de las empresas, así como la adaptación de los gobiernos al cambio climático.
Fuente: Ámbito – En Argetina 3 de cada 4 empresas piensan que la sostenibilidad se ha vuelto un pilar importante y que aplicar criterios ESG favorece la atracción y retención del talento joven.
La Transformación Digital (TD) impulsó una tendencia de cambio tecnológico en las organizaciones, mientras que la Environment, Social, Government (ESG) trae otra revolución al mundo de los negocios al privilegiar la inversión socialmente responsable; es decir, la inversión que no solo busca la rentabilidad, sino que también se considera el impacto medio ambiental, social y de gobierno corporativo.
Actualmente, al momento de invertir en Argentina, Colombia y Chile, se tienen muy en cuenta los criterios que van más allá de los resultados financieros, que llevan a invertir o desinvertir en aquellas empresas donde el historial ESG sea deficiente o deban mejorar la calidad de la información de sostenibilidad antes de tomar decisiones. Informate más
Entre los criterios que se tienen en cuenta se destacan:
Medioambientales (ENVIROMENT): consumos de energía, cambio climático, huella de carbono, el uso del agua, la utilización de materiales y el impacto en la biodiversidad de las operaciones, economía circular, etc.
Criterios sociales (SOCIAL): las condiciones laborales, la diversidad de los empleados, el clima laboral, los Derechos Humanos, el relacionamiento con las comunidades locales y las cuestiones de salud, seguridad, formación de los empleados, entre otros. Cabe destacar los avances de las soluciones de Inteligencia Artificial y su impacto en las organizaciones y en materia educativa, generando nuevos criterios y oportunidades que requieren de la revisión de los paradigmas para avanzar.
Gobierno corporativo (GOVERNMENT): abordan la independencia de los/as directores/as, su remuneración, la estructura de la organización, su estrategia fiscal, de transparencia y los programas anticorrupción, entre otros.
La ruta de la transformación ESG invita a las organizaciones a planificar, implementar y operar de manera diferente, es decir, repensando estrategias, incentivos y gobierno, además del uso de la tecnología tanto para gestionar riesgos como para visualizar nuevas oportunidades; aquellas de mayor rentabilidad financiera, como así también con beneficios y compromisos sociales.
El marco teórico de la investigación, desarrollada junto a la Dra. Sandra Vanessa Welsh, Dra. Marina Santucci, Dr. Eduardo Carrillo, Lic. Carolina Morisigue y Lic. Agustín Panetta, nos permite enunciar algunos datos iniciales del impacto de la ESG en los países estudiados. Por ejemplo, en Argentina, son cada vez más las empresas que optan por tomar políticas de ESG debido a que, de esta forma, realizan un gran aporte a la sociedad desde un aspecto social y sustentable, además que generan confianza en los inversores para los desafíos del futuro.
En 2022, dentro de nuestro país, 3 de cada 4 empresas piensan que la sostenibilidad se ha vuelto un pilar importante y que aplicar criterios ESG favorece la atracción y retención del talento joven -de las nuevas generaciones-. Es cierto que aún queda camino por recorrer, pues resta que muchas empresas integren estos reportes: tan solo 1 de cada 3 los tienen.
Como consecuencia de la creciente demanda por el tratamiento e inclusión de políticas ESG en sus estrategias, el 50% de las empresas confía en que esto les permita obtener mejores fuentes de financiación.
La situación en Colombia sigue esta tendencia, teniendo diferencias en cuanto a las prioridades ESG, tales como la educación y la lucha contra la contaminación del aire y el agua.
En el caso de Chile, la ESG tiene una percepción de importancia del 54% y un 78% de la confianza se traslada a cómo afrontan este tema las empresas. Las prioridades apuntan a mejorar las condiciones de empleo y remuneración con un 51% y alrededor de un 40% a la lucha contra el hambre y la pobreza, teniendo como uno de los instrumentos más valorados las donaciones con un 22% de aceptación.
Algunas de las ventajas de aplicar los criterios TD + ESG en toda la cadena de valor fueron: mejorar la reputación de la empresa, contar con empleados motivados y comprometidos, administrar de manera más eficiente los recursos naturales, entre otras.
Investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales de UADE.
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