Fuente: BAE ~ Las empresas deben afrontar el desafío de seguir siendo competitivas en nuevos entornos.
Es innegable que las organizaciones se encuentran ante el desafío de replantearse cómo seguir siendo competitivas. Muchas tienen una considerable falta de habilidades o skills que tienen que cubrir y el principal problema es que no saben cómo hacerlo.
Las empresas necesitan reinventarse y adaptar al nuevo entorno de trabajo sus procesos de Upskilling, para que sus colaboradores adquieran nuevas habilidades y, en el caso del Reskilling, para que aprendan o renueven habilidades que ayudarán a las personas a cambiar de carrera profesional, o incluso a cambiar de sector.
En la actualidad, los profesionales de Recursos Humanos han comenzado a darse cuenta de la importancia de estos dos procesos como métodos eficaces para evitar una grave escasez de habilidades.
Consideramos que la estrategia debe iniciar con el análisis de las habilidades que requieren ser cubiertas. Examinar a los equipos de trabajo de manera general, y en lo particular revisar con precisión el perfil de las habilidades de cada integrante.
Por fortuna, la tecnología es una gran aliada que contribuye a esquematizar las habilidades que tengan relación con los objetivos de la empresa, identificar cuáles son las que faltan, establecer nuevos criterios para el proceso de contratación y manejo de las vacantes, conocer las habilidades y experiencia de la carrera de cada uno de los profesionales, y determinar qué oportunidades de formación hay que crear.
Una vez identificadas las habilidades que requieren de mejoras, el siguiente paso es analizar dónde se encuentran los empleados midiendo su nivel de skills. Es posible que los empleados hayan aprendido una habilidad, pero es fundamental saber su conocimiento y experiencia para impulsar la mejora de sus capacidades y guiarlos en su aprendizaje.
Respecto a la medición del Reskilling permite conocer si el colaborador no puede avanzar más allá de su conjunto de habilidades actual y ayudarlo a plantearse la posibilidad de cambiar de rumbo.
Algunos indicadores clave para medir el nivel de habilidades del talento son:
· Formación profesional como una licenciatura o un máster que muestre el grado de conocimiento adquirido en un área determinada.
· Cursos certificados que demuestren las competencias del colaborador y el nivel en el que se dominan los conceptos básicos teóricos y prácticos necesarios para una determinada función, tarea o trabajo.
· Experiencia analizando sus anteriores empleos. Saber durante cuánto tiempo y en qué medida una persona ha trabajado con una herramienta o tecnología y qué competencias no técnicas tuvo la oportunidad de aplicar.
Las nuevas tendencias en materia de formación y aprendizaje como el online y cursos certificados gratuitos aceleran el proceso de adquisición y validación de skills. Pero ¿cómo asegurarse de que la persona haya adquirido la habilidad requerida? los exámenes pueden ser de gran ayuda para verificar el conocimiento y la actualización del equipo sobre los últimos cambios en el sector, pero no es la única manera, se deben generar oportunidades para que apliquen las habilidades recientemente adquiridas, saber en qué proyectos trabajará un empleado y sugerir cursos y certificaciones en función de las habilidades que necesitará.
Es recomendable que los managers de RR.HH. hagan mayor uso de los datos para la estrategia de formación y se comuniquen con los integrantes de su equipo para definir cómo ayudarlos en su experiencia de aprendizaje y probar sus nuevas competencias.
Las organizaciones que cuenten con una estrategia sólida en torno al reto de Reskilling y Upskilling, e incluso hagan a las personas partícipes de la validación de sus propias habilidades con el objetivo de mantener su compromiso, serán las más exitosas en el futuro.
* Marketing & Communications Manager de Cegid América Latina