Fuente: Infobae ~ La Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva se extendió hasta el 30 de septiembre de este año. Desde el BCRA sostienen que el programa condujo a que el crédito otorgado en los últimos meses supere al promedio histórico.
El Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) prorrogó hasta el 30 de septiembre la Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva (LFIP), que otorga facilidades especiales para el desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs).
Puesta en marcha por el BCRA en el contexto de la pandemia de Covid-19, la LFIP se convirtió en “la principal vía por la que se canalizan los créditos a mipymes en la Argentina”, según informaron desde la máxima autoridad financiera.
El saldo promedio de las financiaciones otorgadas entre el 1 de octubre de 2022 y el 31 de enero de 2023 mediante la LFIP alcanzó a $1.288 miles de millones y dicho saldo representó cerca del 75% de los préstamos a mipymes y alrededor del 45% del total de los préstamos comerciales.
Hasta el momento, los préstamos otorgados a través de esta línea acumularon desembolsos por aproximadamente $4.447 miles de millones, alcanzando a más de 379.000 empresas.
Según establece la norma, las entidades financieras deben mantener un saldo de financiaciones dentro de esta línea que sea equivalente, como mínimo, al 7,5% de sus depósitos del sector privado no financiero en pesos, calculado en función del promedio mensual de saldos diarios a marzo de 2023.
Cómo es el financiamiento
Las condiciones de los créditos otorgados en el marco de la LFIP permitieron que los préstamos a las mipymes en términos del PBI se sostengan por encima del registro previo a la pandemia y por encima de su promedio histórico.
Los créditos tienen condiciones diferentes, dependiendo si tienen como destino la financiación de proyectos de inversión o la financiación de capital de trabajo y descuentos de cheques de pago diferidos.
En el primer caso se ofrece una tasa del 64,5% nominal anual fija, mientras que el segundo se trabaja con una tasa del 74,5% nominal anual fija.
Hasta el momento las pymes argentinas ya tomaron $4.447 millones en créditos de la LFIP.
De tratarse de créditos con reintegros de terceros se deberá considerar la TNA bruta del reintegro a la entidad financiera, excepto que se trate de bonificaciones o subsidios otorgados por el sector público no financiero.
Por otro lado, el Banco Central estableció que las líneas de crédito otorgadas para la financiación de proyectos de inversión deberán ser denominadas en pesos y tener –al momento del desembolso– un plazo promedio igual o superior a 24 meses, ponderando para ello los vencimientos de capital, sin que el plazo total sea inferior a 36 meses.
Las operaciones para financiación de capital de trabajo también deberán ser en pesos, pero no tendrán un plazo mínimo.
En caso de admitirse cancelaciones anticipadas, el derecho a cancelación deberá ser únicamente a favor de los prestatarios.
Las excepciones
Se encuentran excluidas de las líneas de financiamiento flexibles las mipymes con actividad agrícola inscriptas en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) en carácter de “Productor” con acopio de producción de trigo y/o soja, excepto que estén categorizadas como microempresas –según la definición de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores– y el valor de ese acopio no supere el 5 % de su capacidad de cosecha anual, estimada en base a los rendimientos publicados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (superficie declarada en el SISA por el rendimiento promedio publicado por el MAGyP para cada cultivo).
En el caso opuesto, sí podrán participar prestadores de servicios de salud humana, habilitados por el organismo competente de la correspondiente jurisdicción, aunque no reúnan la condición de MiPyME, en la medida en que presten servicios de internación en el marco de la Emergencia Sanitaria dispuesta por el Decreto N° 260/2020 (Emergencia Sanitaria) y sea destinado a la compra de insumos y equipamiento médico.
La extensión de esta exclusión enfureció al campo. “El gobierno nacional sigue sin escuchar el reclamo de los productores agropecuarios volviendo a encarecer los créditos financieros en el marco de una sequía histórica y un contexto económico general muy complicado”, dijo Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural.
“Pareciera que nos quieren fundir, en vez de estar preocupados que la producción pueda recuperar su capital de trabajo y la macro genere divisas genuinas y arraigo en el interior del país”, agregó.