Fuente: iProefsional – CrowdFarming.Wines brinda a los inversores la oportunidad de participar de manera activa en la creación de su propio vino y obtener retornos asegurados.
En Luján de Cuyo, Mendoza, una innovadora pyme está revolucionando el acceso a la industria vitivinícola argentina. Fundada en 2018 por Francisco Evangelista, CrowdFarming.Winesofrece a todos aquellos que alguna vez soñaron con tener su vino propio la oportunidad de hacerlo realidad con una inversión accesible y una rentabilidad asegurada con un servicio 100% llave en mano.
«Nuestro modelo de negocio reduce las barreras de entrada al mundo del vino, democratizando así el acceso a esta industria tradicionalmente elitista. No necesitas ser dueño de un viñedo ni ser parte de una generación de familia tradicional bodeguera», dice Evangelista, ingeniero agrónomo y enólogo, nacido y criado en Mendoza, quien dispuso su profundo conocimiento y pasión por la viticultura para fundar esta pyme inclusiva.
Entre los clientes de CrowdFarming.Wines se encuentran músicos, enólogos, médicos, dueños de restaurantes, diplomáticos, artistas, deportistas y empresas que desean su marca impresa en una etiqueta. Para estos clientes, que no necesariamente tienen un conocimiento profundo acerca de la industria del vino, CrowdFarming.Wines, que cuenta con 75 hectáreas de viñedos (casi 60 productivas), gestiona cada eslabón de la producción del vino.
La empresa se encarga de seleccionar las uvas, seguir de cerca la cosecha, seleccionar las barricas, producir el vino, elegir las botellas, crear y registrar la marca y diseñar la etiqueta. Finalmente, también se ocupa de diseñar el modelo de negocio y la comercialización.
«Desarrollamos proyectos de vinos personalizados que son sostenibles económicamente, con buenos márgenes de ganancia para nuestros clientes», remarca el CEO de la empresa, quien desde su fundación produce alrededor de 200.000 botellas anuales para cerca de 400 etiquetas de vinos de unos 80 clientes.
Actualmente, CrowdFarming.Wines canaliza las ventas y distribución de las etiquetas en vinotecas, restaurantes y hoteles de Argentina. «Ahora estamos desarrollando una tienda online y un club de vinos, una plataforma de suscripción por la que, de acuerdo con el plan que elige, los clientes reciben mensualmente un combo de los vinos de las marcas que elaboramos», cuenta Martina Gancia, responsable del área de comercialización.
Además, el 40% de la producción de los vinos se exporta a Canadá, Brasil, México, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania. Esta expansión internacional refleja la calidad y la aceptación de estos vinos exclusivos y sus varietales.
Para brindar este servicio llave en mano, en la empresa trabajan 16 personas fijas distribuidas en diferentes departamentos especializados en cada una de las etapas del negocio, desde ingenieros agrónomos y enólogos, hasta diseñadores gráficos y especialistas en ventas o finanzas; nada, asegura el CEO de CrowdFarming.Wines, está librado al azar.
Desde CrowdFarming.Wines esperan que los clientes no solamente inviertan, sino que también participen en el proceso de elaboración de sus vinos
Sin embargo, la propuesta de CrowdFarming.Wines no es solo una inversión financiera en la que el inversor se limita a retirar dividendos, sino que también promueve una participación del inversor.
«Queremos que nuestros clientes vivan la experiencia de hacer su propio vino y participen en el proceso. Es casi como una condición porque nosotros también tenemos que poder engancharnos con la marca. Entonces, algunos vienen al viñedo a plantar, podar o cosechar; otros van haciendo seguimientos semanales de cómo viene la fermentación de su vino y otros se sientan con nosotros a diseñar la etiqueta; el involucramiento es totalmente variable», cuenta Evangelista.
Las fuentes de ingresos de CrowdFarming.Wines que sostienen su negocio son variadas. Van desde cobrar un porcentaje de la inversión que hacen los clientes y un fee del 25% por comercializar los vinos hasta el mantenimiento de viñedos a clientes que, entusiasmados, compraron tierras.
Para una rentabilidad anual mínima de 8,51% necesitás desde 5.500 dólares
CrowdFarming.Wines produce seis tipos de vinos: tinto, rosé, blanco, orgánico, naranjo y espumante. Cada variedad tiene a su vez diferentes categorías de acuerdo con el origen de las uvas.
Son 75 las hectáreas que hoy CrowdFarming.Wines tiene en Luján de Cuyo (Mendoza) dispuestas para sus clientes
Las opciones de inversión varían según la categoría y la cantidad de botellas producidas. Por ejemplo, una etiqueta de vino blanco con una producción mínima de 282 botellas requiere una inversión de u$s5.519. Para una etiqueta de vino tinto, el costo asciende a u$s8.378 para la misma cantidad de botellas. También se puede optar por 960 botellas de vino rosado a un costo de u$s7.440. Estos precios, que se ajustan al tipo de cambio oficial, ilustran la gama de inversiones posibles, adaptándose a diferentes presupuestos y objetivos.
«Además, para hacer más fácil y accesible el ingreso, se paga el 60% al comienzo y el 40% restante se paga al final del proceso de producción, cuando ya están listas las botellas para comercializar», detalla Evangelista.
Como el objetivo de la empresa es que, además, los clientes ganen dinero, CrowdFarming.Wines se encarga de la comercialización y estima la siguiente rentabilidad para los ejemplos anteriores de inversión: una etiqueta de vino blanco para un lote de 282 botellas tiene una rentabilidad anual del 8,51%. Para una etiqueta de vino tinto, para la misma cantidad de botellas, la rentabilidad es del 14,07%. En el caso de 960 botellas de vino rosado, la rentabilidad es del 5,13%. La rentabilidad más alta, de casi el 40%, se alcanza con una inversión de u$s33.459, que incluye 7 etiquetas del tipo vino tinto y un lote de 1.974 botellas.
Si bien el contrato celebrado entre las partes es por un lote y durante un año, por lo general, cuenta Evangelista, con las ganancias generadas los clientes suelen refinanciar una nueva tanda de producción para no quebrar el stock. «Pero la marca y el negocio es del cliente, nosotros somos un soporte», aclara Evangelista.
La clave de Crowdfarming.Wine es que se desarrollan proyectos de vinos personalizados sostenibles económicamente
Con el objetivo de reforzar el éxito comercial de cada etiqueta e incluir a más personas en la industria, próximamente, adelanta Evangelista a iProfesional, estarán lanzando la Wine Investing Platform, una plataforma online para que cualquier persona pueda invertir en alguna de las marcas de sus clientes con, por ejemplo, u$s100, por supuesto obteniendo como respaldo una cantidad de dinero o botellas de la marca.
Al democratizar el acceso a la industria vitivinícola y ofrecer una experiencia única y personalizada, CrowdFarming.Wines está transformando el sueño del vino propio en realidad, una botella a la vez.