Fuente: Cronista – Alejandro Chan regreso al país luego de vivir varios años en Suecia, en la matriz operativa de la empresa de soluciones de envasado. Con una mirada buscará acompañar a sus clientes en lo que se espera sea la vuelta al crecimiento.
Alejandro Chan volvió a la Argentina en julio del año pasado para hacerse cargo del negocio local de Tetra Pak que cumple 45 años, además del de Chile, Uruguay y Paraguay.
Con 20 años de compañía y varios años en Suecia donde la empresa de soluciones de envasado tiene su matriz operativa, Chan tiene una mirada 360 de sus tres negocios: la venta de máquinas para procesar y envasar alimentos, la venta de envases -el 70 por ciento del negocio en la Argentina- y el mantenimiento y los servicios de planta asociados.
Justamente de esta última unidad Chan fue el líder a nivel mundial antes de regresar al país y, además, el responsable de modificar el portafolio de ese grupo de servicios «para salir del esquema por el cual solo vendíamos repuestos de las máquinas y mano de obra para pasar a ver cuáles eran las necesidades del cliente en su operación del día adía y hacerles una propuesta con el foco en la reducción de costos operativos aumentando la eficiencia de la planta». Por supuesto -aclara Chan- que el objetivo final es ampliar el negocio total.
De hecho, con este nuevo enfoque, el área de servicios fue el único que creció.
Es que tras su vuelta al país, Chan se hizo cargo de un mercado que cayó 10 por ciento en la producción en envases y aún más en la venta de maquinaria. «Las categorías en las que nos movemos tuvieron distintos impactos, pero en maquinaria fue mayor ya que muchas compañías están esperando ver qué pasa un poco más adelante para generar inversiones», señala el ejecutivo.
Y, justamente, este wait and see trajo desembolsos en pequeñas mejoras del equipamiento de la base instalada para poder seguir operando. «Hubo una distorsión en el tema de las inversiones de capital. Muchas compañías esperan poder comprar maquinaria sin el impuesto país», asegura Chan.
Como firma que trabaja codo a codo con la industria alimenticia, Tetra Pak es un termómetro del consumo, especialmente en el sector lácteo que representa el 40 por ciento de las ventas de la empresa europea. «Un envase nuestro de un litro de leche es un litro de leche que se vende con lo cual estamos completamente correlacionados con el mercado. Y ahí, además de la baja de consumo hubo falta de leche en la primera mitad del año, sobre todo en la zona de Córdoba y Santa Fe», explica.
Además de la leche, otro sector importante para Tetra Pak son los jugos, que al no ser productos de primera necesidad evidentemente cayeron mucho más. Y, por otro lado, en el caso de todo lo que tiene que ver con tomate, salsas y pulpa de tomate, el número uno cuenta que creció un poquito. «Mucha población cambia su dieta con la crisis, deja de comer carne y busca proteínas en las pastas con salsa y los hidratos de carbono», detalla. Lo mismo pasó con las conservas como arvejas o choclo, donde Tetra Pak está jugando fuerte para reemplazar la lata por envases de cartón.
De hecho, esta es una de las avenidas de crecimiento que tiene Chan en su plan de negocios. «Quebrar la creencia de que las conservas vienen en lata y decir que puede venir en cartón es algo que va a llevar su tiempo, pero ya tenemos el 50 por ciento del market share de arvejas en cartón y hoy somos el mercado mundial de Tetra Pak que más conservas vende en el mundo», asegura el ejecutivo.
Por otro lado, Chan buscará dar soporte a sus clientes en la recuperación del mercado de consumo «con productos de mayor valor agregado, más innovadores, viendo qué podemos traer desde afuera ayudarlos, e incluso, ver si pueden encontrar mercados de exportación», dice y explica: «Nosotros estamos en todos los países del mundo, podemos hacer, no digo de traders, pero sí conectar puntas y mostrar que en la Argentina hay una capacidad instalada y excedente de tal producto».
Con respecto a la recuperación, el CEO proyecta un 2025 de algún crecimiento aunque no cree que llegarán a las cifras de 2023.
Sin embargo, otro de los desafíos que el ejecutivo tuvo que hacer frente al volver al país fue el pago de la deuda de la filial local a su casa matriz. Así fue que conformó una especie de comité mixto entre los ejecutivos globales y el equipo financiero local. «Ahora nos escuchan mucho más y nos está yendo mucho mejor que en 2023», asegura.
«Las casa matrices de las multinacionales son muy cautas y adversas al riesgo porque manejan el portfolio de todo el mundo y no tienen el conocimiento local. Nosotros hicimos una propuesta de cómo manejar el cash en pesos, cómo posicionarte en distintos instrumentos financieros que te den cobertura ante la inflación y ante la devaluación», detalla Chan.
Con el tema de la deuda más encaminado, el ejecutivo cuenta que podrán continuar con la inversión de US$ 35 millones ya anunciada en su planta de La Rioja que produce para 3.300 envases por año y tiene posibilidad de sumar un cuarto turno y llegar a los 4.000.
Lo que viene
Como empresa sueca, para Tetra Pak el tema medioambiental y la sustentabilidad son sumamente importantes. «Desde el punto de vista de las máquinas se necesitan equipos mucho más eficientes energéticamente o en consumo de agua, por ejemplo. Máquinas que ocupen menos espacio, que puedan recircular la energía de una manera diferente. Y, por el lado del envase, las firmas necesitan un envase que provenga de fuentes renovables y que puedan ser reciclados con mayor facilidad.
De ahí, que el objetivo actual de la compañía sea lograr el envase más sustentable del mundo y destinan, a nivel global, 40 millones de euros por año para conseguir sacar la capa de aluminio del envase de manera de convertirlo en un 90 por ciento de cartón.
«En Portugal estamos probando envases con estas características con la marca de lácteos Lactogal. Una vez que esa tecnología sea eficiente en costos se podrá llevar a todas partes del mundo. En Argentina, nuestro envase aséptico contiene un 88 por ciento de materiales renovables», explica Chan, quien asegura que la Argentina no se queda fuera de las innovaciones por temas de costos. «Tenemos el mismo portafolio de envases acá de los que podés encontrar en Europa, en Estados Unidos o en Asia, eso no cambia. Lo que puede pasar en contextos como el local es que el costo de la inversión en equipamiento nuevo sea más oneroso para un cliente en la Argentina que a lo mejor para un cliente en Europa», señala Chan.
El objetivo actual de la compañía es lograr el envase más sustentable del mundo y están invirtiendo, a nivel mundial, 40 millones de euros
Justamente por eso, en el país la empresa financia con recursos propios los equipamientos de sus clientes que significan entre US$ 2 y US$ 5 millones de desembolso dependiendo de la maquinaria. «No necesitamos salir a buscar a un banco o que el cliente busque financiamiento, nosotros le alquilamos o le vendemos equipos financiados de forma tal de ayudar a que esa nueva tecnología entre en el país», suma.
El número uno cuenta, sin embargo, una diferencia con algunos años atrás. Antes las empresas pensaban mucho una inversión en un equipo que permitan recircular el agua, por ejemplo, porque el repago era a muchos año ya que el costo del agua es bajo. Hoy, especialmente las compañías de origen europeo, son las que hacen la inversión más allá del costo o del repago. «Lo hacen porque tienen indicadores que cumplir, como la reducción de la cantidad de litros de agua por litro de producto producido. Las inversiones más asociadas a sustentabilidad, en lugar de ser evaluadas de una manera puramente económica se empiezan a evaluar por el triple impacto«, dice.