Fuente: Clarín – Según datos oficiales, las pequeñas y medianas empresas representan el 99,4% del total de empresas del país y emplean al 64% de los asalariados registrados
Emprender está en el ADN argentino, y la resilencia es casi una marca registrada para los habitantes de este país, especialmente para los emprendedores que -más allá del contexto- siempre están dispuestos a volver a empezar. Como cada 27 de junio, hoy se celebra el Día Internacional de las Mipymes (Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas), y esa es la excusa perfecta para repasar pro y contras, expectativas y planes a futuro de las pymes.
Según datos de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo las pequeñas y medianas empresas representan el 99,4% del total de empresas del país y emplean al 64% de los asalariados registrados. Además, según datos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, en el primer trimestre de 2023 las MiPyMEs crearon 140.000 puestos de trabajo con respecto al mismo período de 2022.
Con los datos sobre la mesa, en una reunión virtual, tres referentes de distintos rubros (economía del conocimiento, tambos y heladerías), situados en distintos lugares del país y nucleados en la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) y bajo la órbita de la campaña #MásEmpresas, le contaron a Clarín, cuáles son los eternos desafíos que enfrenta el dueño de una pyme, sobre todo en un año tan desafiante desde el punto de vista político y de cara a las Elecciones presidenciales. Matías Tucci, dueño de Premut
Argentina en movimiento: pro y contras de emprender
Pamela Scheurer es CTO y Cofunder de Nubimetrics -empresa que usa big data e inteligencia artificial para encontrar los mejores productos para vender en el ecommerce en América latina-. Su empresa nació en Jujuy, en 2010 y ya cuenta con mas de 8.000 clientes en 16 pais de América Latina. «Hay un espíritu detrás que compartimos con cada emprendedor que te lleva a encontrarle la vuelta a todo», explica con entusiasmo.
Pamela Scheuner, CTO y Cofunder de Nubimetrics
Para ella, el mayor desafío en el arranque surgió cuando tenían que explicar a qué se dedicaban: «Nosotros pusimos inteligencia artificial y big data. Eso nos hizo perder 8 meses porque nadie entendía a qué nos dedicábamos. Nos sugerían poner que vendíamos computadoras».
Visto desde otro punto, estar en una provincia, también sirvió para agilizar los procesos. «Nos dimos cuenta que hay menos burocracia y que el trámite es hasta más barato«, cuenta. Y agrega: «Conocemos al encargado de AFIP en Jujuy, todos los meses vamos y le explicamos en qué andamos».
En otro punto del país, en CABA, Esteban Wolf -que emprende en la Argentina desde hace 32 años- decidió años después subirse a la ola de exportaciones y en 2014 adquirió una fábrica de helados: «Vengo sufriendo a la Argentina desde mi primera compañía», dispara.
Esa idea inicial de salir al mundo, gracias a las dificultades y la burocracia local, se demoró 7 año. Sin embargo, hoy ya exportan a países vecinos como Brasil, Uruguay y Perú.
En un país que es tan extenso, entre Jujuy y la Ciudad de Buenos Aires, está Matías Tucci, quien hace más de 20 años está cargo de una empresa de nutrición animal radicada en Bragado. Creada en plena crisis del 2001, Tucci y su padre «soñaban con un país mejor».
«Argentina necesita poner el futuro en la agenda del presente», dice Matías Tucci sobre los desafíos a nivel local. Y en ese sentido, los tres consultados coinciden que la falta de reglas claras, la burocracia, la cantidad de impuestos y falta de dólares son las mayores dificultades que afronta cualquier emprendedor en la Argentina.
Para Scheurer, «en economía del conocimiento la exportación es fácil, pero cuando hay que repatriar todo eso que cobré en otro país me las veo negras«. Y otra cosa que complica y mucho, es la falta de dólares: «Ahora llevamos un año sin pagarle a uno de nuestros proveedores en la nube, Microsoft, porque no hay divisas». «Todos los meses voy a la AFIP y le pido el formulario donde se explica que tengo la capacidad financiera, pero no tengo la forma de abonar», cuenta.
Esteban Wolf, empresario Pyme
En ese sentido, Wolf suma: «Nosotros también navegamos en la burocracia de exportar. Pagamos más de 23 impuestos por mes, y hace un tiempo atrás pese a hacer dos años que nos dedicábamos a la actividad, la AFIP negaba que fuéramos exportadores».
El otro problema para sacar los productos al mundo, surge en la falta de infraestructura. «Cuando vos querés sacar tu producción de alimentos al mundo te encontrás con que, por ejemplo, no tenemos caminos para cargar los camiones de alimentos o de granos», y a eso hay que sumarle «la conectividad», advierte Tucci.
En ese sentido, el hombre de Bragado dice: «Hay tecnología de punta, que tiene que ver con inteligencia artificial, con robótica y hay predisposición a invertir, pero deberíamos tener miles de robots y hay solo 150, y eso en gran parte se debe a que no tenemos buena conectividad».
En materia de reglas claras, los empresarios reclaman echar luz entre trabajo en blanco y trabajo en negro, y piden «una política laboral seria de un país serio». «El día que tengamos una política laboral, flexible y sana, vamos a tener el mejor plan de negocio de la argentina», subraya Wolf.
«Se necesitan iniciativas que blinden el esfuerzo emprendedor», coinciden. «Se trata a un emprendedor, como a una pyme o a una empresa», señalan, y reclaman un plan que acompañe a cada empresa según su estadío.
«Tenemos que terminar con esto de que todo lo de afuera es mejor», concluye Wolf.