Fuente: Cronista – Las pymes que se adentran en el camino de la transformación digital se toparán con enormes desafíos, pero también con oportunidades inéditas. A pesar de ello, ninguna se quiere perder el tren
Si una palabra define a la evolución de la tecnología en los últimos cinco años, es «democratización». La nube, las apps omnipresentes y los sistemas abiertos acercaron la innovación a todos los segmentos. Aquellos años en que solo las grandes corporaciones accedían a las soluciones «de punta» están definitivamente en el pasado y hoy las pymes no solo tienen la oportunidad de subirse al tren de la transformación digital, sino que incluso se ven obligadas a hacerlo si quieren subsistir en el futuro de los negocios que se está configurando.
«Innovar ya no es resultado del interés o de vocación de una empresa: estar abierto a lo nuevo y buscar diferentes maneras de solucionar problemas de mercado es un tema de supervivencia», coincide Rubén Belluomo, Gerente Comercial de la proveedora de software empresarial Infor Cono Sur. «Las empresas que no innovan seguramente se quedarán por el camino«, sentencia.
Un estudio de Microsoft y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) dado a conocer en abril de este año, detectó que ocho de cada diez pymes declara estar atravesando algún proceso de transformación digital.
«La eficiencia en los procesos internos de las empresas es un diferencial para mejorar la rentabilidad y tanto la nube como la automatización o la inteligencia artificial son tecnologías clave para que las organizaciones puedan alcanzar sus propósitos«, indica Andrés Andonegui, CEO de Meriti, partner premier de Google Cloud con más de treinta años de experiencia en el mercado de la colaboración. «Es importante garantizar la adopción: cuánto y cómo usa la gente la tecnología es tan relevante como las herramientas elegidas», agrega.
Las piedras digitales en el camino
Sin embargo, más allá de las promesas de éxito, el camino no está precisamente sembrado de rosas. «Las pymes argentinas enfrentan obstáculos para la adopción efectiva de soluciones tecnológicas, como la falta de prácticas de gestión para generar resultados sustentables, el desequilibrio entre la urgencia y la importancia en la toma de decisiones, la falta de enfoque sistémico que impide la interacción efectiva entre áreas, la carencia de objetivos claros y visión compartida y la concentración del poder con falta de delegación«, enumera Alfredo Terlizzi, CEO y fundador de Workia, proveedora de soluciones para el área de recursos humanos.
Todo esto, sin contar los costos de acceso, que si bien hoy se acercan notoriamente a los presupuestos de las pymes, constituyen una barrera en esta Argentina de bolsillos exhaustos. «Sin embargo, hay un ambiente positivo impulsado por las inversiones en soluciones tecnológicas en estos contextos, ya que generan oportunidades de diferenciación en mercados tan volátiles y demandantes, beneficioso para las empresas más innovadoras», pone una cuota de optimismo Belluomo.
«Las pymes están permanentemente en búsqueda de soluciones que les permitan hacer más por menos«, define Luciana Psenda, gerente de Bonda by Cuponstar, empresa que brinda una plataforma integral de beneficios para los colaboradores y clientes de pymes fácil de implementar y de personalizar. «Lo que sucede es que su esencia está marcada por contar con equipos de trabajo reducidos y menos facilidades de financiamiento que una gran empresa, pero eso lo compensan con un gran ímpetu y un potencial de crecimiento prometedor», aporta.
El paso a paso hacia el éxito
«En los últimos años, las pymes demostraron una mayor apertura y más voluntad de abrazar la tecnología como herramienta fundamental para impulsar su crecimiento y competitividad», señala Antonio Rivero, director de Napse Latinoamérica, especializada en soluciones tecnológicas para el retail. «Sin embargo, también reconocen que su implementación puede ser un desafío, en particular si carecen de experiencia interna en este campo», indica.
No existen recetas mágicas ni balas de plata, pero el camino al éxito tiene sus tramos de pavimento si uno sabe cómo transitarlo. En principio, es fundamental entender cuál es la necesidad del negocio y de qué manera la digitalización puede colaborar con ese objetivo. Tratado este asunto, el siguiente paso es investigar qué soluciones hay en el mercado y con qué socios tecnológicos conviene desandar este recorrido. Es fundamental entender que habrá que desembolsar dinero y asignar recursos sin subestimar el proyecto: caso contrario, la inversión podría ir a parar directamente al tacho de basura.
«La transformación digital, esencial en el mundo empresarial moderno, no es una tarea fácil para las pymes: es crucial que la aborden de manera proactiva, buscando apoyo, capacitación y colaboración», dice Daniel Jejcic, CEO de avenida+, empresa especializada en la creación de marketplaces.
Entre las analógicas y las digitales
El otro punto clave es definir indicadores que permitan entender si el proyecto de digitalización está yendo hacia la dirección esperada o, al menos, de qué tamaño son los desvíos. Norberto Herz, CTO de Mofiler, plataforma de location intelligence para que pequeñas empresas puedan generar insights para conocer mejor a sus clientes, recuerda aquella máxima que afirma que lo que no se mide no se puede mejorar. «Sin datos, las empresas no podrían saber qué tienen que cambiar, o si los cambios que están ejecutando están teniendo algún beneficio», aclara.
Un factor de aceleración a la hora de adoptar nuevas tecnologías tiene que ver con el momento en que la empresa fue creada o con el segmento al que pertenece. «Las pymes de base tecnológica traccionan la incorporación de estas soluciones, hasta que después se vuelven un estándar en el resto de las industrias», agrega Juan Ozino Caligaris, cofundador de Nubity, especializada en la optimización de servicios en la nube. «Hace falta una mayor conciencia en relación con la ciberseguridad y los planes de contingencia para sus operaciones y aplicaciones críticas», aporta.
Javier Fernández, CEO de Kenwin, también divide las pymes nacidas en la era digital y que tienen la tecnología como elemento integrado a su ADN y las que se venían desarrollando de la época analógica. «Pero incluso entre estas vemos hoy un creciente interés en la transformación digital debido a la necesidad de mantenerse competitivas en un mercado cada vez más digitalizado», opina. La empresa utiliza la marca KaaS (Kenwin as a Service) para ayudar a las pymes a desarrollar una estrategia de punta a punta en este sentido. «La madurez suele depender de factores como el sector de la industria, el tamaño de la empresa y la cultura empresarial«, agrega.
El movimiento se demuestra andando
Los casos de pymes que abrazan la transformación digital se multiplican a diario. Tensolite, por ejemplo, es una empresa que lleva cuarenta años fabricando y comercializando premoldeados y pretensados de hormigón, fundamentalmente en el segmento B2B. Hace poco, decidió implementar Rise with SAP, la solución de transformación digital como servicio de la desarrolladora de software alemana que funciona en la nube, para integrar y homogeneizar sus operaciones y automatizar los procesos de punta a punta. «Entre los beneficios que obtuvimos se cuentan una mayor transparencia en las operaciones, más eficiencia, menos costos operativos, una mejor capacidad para tomar decisiones y, gracias a la digitalización, un enriquecimiento de la experiencia de nuestros clientes y socios comerciales», detalla Rodolfo Di Bacco, CEO de la compañía.
«La digitalización viene de la mano de seguir mejorando los procesos que ya tenemos en nuestras tiendas y continuar agregando otros como la omnicanalidad, stock en línea de todos los locales y depósito central, información sobre nuestros clientes, preferencias de compras, mejora en los procesos de descuento al público, entre otros», detalla Juan Pablo Maldonado, CEO de Bodega Amparo, emprendimiento familiar nacido en 1980 en Palermo, Ciudad de Buenos Aires, dedicado a la comercialización de aceitas, aceitunas y vinos premium. La empresa eligió a Napse como socio tecnológico.
«Llevamos cinco años trabajando y todas las áreas de la empresa fueron atravesadas en algún grado por la transformación digital«, cuenta Luciano Bonetto, gerente general de Punta del Agua, productora de lácteos de origen cordobés con 50 años en el mercado. La empresa combinó el ERP Infor M3 con RPA (siglas en inglés para automatización robótica de procesos) para automatizar la planta, digitalización de gestión de documentos y algunos aspectos de Industria 4.0 en los procesos. «Nuestro desafío es no perder ritmo: ganar eficiencias, eliminar tareas manuales que no agregan valor y hacer que nuestro equipo se enfoque en el negocio», concluye Bonetto.
En un mercado que baila a toda velocidad, las chicas solo quieren seguir el ritmo. Y gracias a las nuevas tecnologías, hoy pueden hacerlo.