El incremento en los costos complica la tarea diaria del transporte y la logística

Fuente: La Nación – Las empresas del sector enfrentan alzas que en el último año superaron el 260%; anticipan la continuidad de esas subas


Los costos para el transporte se incrementaron 2,66% en junio último, lo que arrojó un aumento de 58,71% en los seis primeros meses de 2024 y una suba de 262,1% en el acumulado desde junio del año pasado, según los datos relevados por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac).

Esos porcentajes coincidieron con los difundidos por la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), que previó que este mes los costos sufrirán un ascenso en torno de 5%, según la evolución de los precios en los rubros tenidos en cuenta para elaborar el índice.

El presidente de la Cedol, Hernán Sánchez, indicó que “los rubros con mayor incidencia en los costos siempre son los mismos. La actividad logística se rige por tres variables principales: combustible, valor de la mano de obra e inversiones en material rodante, camiones, equipos y depósitos. Son las que, a lo largo de la historia, van marcando cómo se conforma el costo logístico en función de la economía”.

Por su parte, Melina Berger, codirectora del Departamento de Estudios Económicos y Costos de la Fadeeac, precisó: “Los rubros con peso más relevante para el autotransporte de cargas son el combustible y personal. Aunque puede haber una pequeña variación en su preponderancia, según el mes, son los de mayor incidencia histórica, seguidos por los asociados con los equipos”.

Sánchez explicó que “el índice de costos logísticos que mide la Cedol con la Universidad Tecnológica Nacional genera dos modelos teóricos de operaciones, uno con sus incidencias en términos de depósito, personal, equipamiento, tecnología, costos financieros, gastos corrientes, lo que sería sin transporte. Para el otro, a esa operación se le agrega la variable del transporte”.

Un servicio eficiente

Al comparar el servicio logístico local con el resto de la región, el presidente de la Cedol lo consideró “muy eficiente”. Al respecto, dijo: “Nuestros costos logísticos son bajos comparados con los de América Latina en términos de realidad económica, no en valor en dólar, porque hay distorsiones importantes respecto de nuestro tipo de cambio. Cuando hacemos esa cuenta, nos damos cuenta de que los costos logísticos en la Argentina son bajos respecto del costo”.

La Argentina tiene una logística muy eficiente para la geografía y la demografía que tiene. El país es extremadamente extenso, muy poco poblado y con una alta concentración de población en el área urbana de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano”, comentó.

Mencionó que el país no cuenta con “puertos de agua profunda, sino con el ingreso a través de río que nos permite mover la producción de granos del centro norte de la Argentina y recibir y realizar las exportaciones a través del contenedor”.

“Por esto, nuestra logística es eficiente y el camión es el gran elemento eficientizador, porque lo que hay que mirar son las tres variables que son distancias a recorrer, volúmenes a transportar y frecuencias. Este análisis nos dice que necesitamos mejorar la infraestructura de carreteras, permitiendo que más camiones de última generación transiten en forma segura por las rutas del país”, explicó el empresario.

Baja incidencia en el precio final

Sánchez aseguró que “claramente la incidencia logística en el valor final de un producto es menor. Esto se debe al avance de la logística en la búsqueda de productividad, en las mejoras continuas y en la eficiencia que generó la reducción de costos”.

A eso agregó lo referido a las nuevas tecnologías que abaratan el transporte, almacenamiento y procesamiento logístico. “Hay más automatización, con lo cual hay mucha más productividad ganada en función de la capacitación del personal. El operario logístico hoy es calificado, realiza tareas de valor agregado. Cuando eso lo comparamos con la serie histórica, nos da que hoy el modelo logístico es mucho más eficiente y de menor costo”.

El titular de Cedol aseguró que “los costos logísticos no inciden en el precio final del producto” y agregó: “Ninguna cadena de retail coloca el precio de venta en función del costo logístico. En una distribuidora de medicamentos está por debajo de 1% del valor del medicamento. En una línea media de consumo masivo oscila entre 3% y 5% del valor del producto puesto en la cadena, no del precio en góndola”.

En esa línea, Berger apuntó: “Es fundamental dejar en claro que, según la distancia y el tipo de producto, la incidencia de los costos de transporte en el precio final de un producto varía entre 2 y 4% aproximadamente. A pesar de que la estructura de costos del sector sufre incrementos considerables, eso no se traslada de forma directa al precio final”.

Los costos ocultos

La profesional consigno que “el sector tiene costos ocultos asociados con la actividad, como la pérdida de productividad, a raíz de las demoras en los tránsitos de corta y larga distancia, las restricciones a la circulación, los atrasos que provoca el mal estado de las rutas y la antigüedad del parque automotor, entre otros”.

Añadió que “vinculados con los costos ocultos aparecen arancelamientos impuestos por disposiciones, reglamentaciones técnicas y otras que imponen a la actividad certificaciones dobles o triples y montos exorbitantes en concepto de multas”.

Por otra parte, reconoció: “Con la baja en el nivel de actividad del sector, producto de la recesión que afecta a la economía, el transporte sufre la volatilidad y la falta de nominalidad en los precios. Varios de los insumos clave están dolarizados y, por lo tanto, atados a los vaivenes del tipo de cambio”.

“Es una situación que afecta a las empresas, tanto en su nivel de actividad como, sobre todo, en su rentabilidad. Dificulta poder hacer proyecciones e inversiones para la adquisición de equipamiento y hace que, en lugar de planificar a largo plazo, el foco se ponga en el corto plazo para atender la tensión que se genera en la cadena de pagos”, lamentó.

Berger sumó la incidencia diferente para cada región. “Influye el nivel de actividad económica de cada provincia, los costos relacionados con cada corredor, sus impuestos, peajes y tasas específicos. Por motivos variados, como costos de distribución, impuestos específicos y exenciones asociados a estos, el gasoil tiene un precio heterogéneo a lo largo y ancho del país”.

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