Fuente: Ámbito – Según estudios privados, las empresas familiares constituyen entre 80% y 90% de las empresas en todo el mundo, y son un importante motor del PBI y el crecimiento del empleo.
Crear y mantener un negocio nunca ha sido fácil y mucho más si se pretende tener un negocio familiar. Estar al frente de una empresa familiar de más de 65 años en el mercado es una tarea ardua, sobre todo en un país con un contexto económico inestable, donde siempre se tiene que estar preparado para constantes cambios. En este sentido, con un largo camino como emprendedores, podemos decir que hay varios factores que siempre tienen que estar presentes en el negocio para hacer exitosa a una compañía. Informate más
Actualmente las empresas familiares son vistas como negocios pequeños que tienen un éxito moderado. Sin embargo, gigantes como Walmart, Ford, BMW y muchas más tienen raíces familiares. Asimismo, de acuerdo con un informe publicado por el Centro para la Empresa Familiar de la Universidad de St. Gallen de Suiza, en 2019 se destacó que las empresas familiares, que constituyen entre 80% y 90% de las empresas en todo el mundo, son un importante motor del PBI y el crecimiento del empleo.
Por su parte, en Argentina, las empresas familiares son una muestra del espíritu emprendedor y la perseverancia que caracteriza a millones de ciudadanos. Estas empresas, a menudo iniciadas por un grupo reducido de personas, logran establecerse en el mercado y consolidarse como marcas líderes, gracias a una combinación de creatividad, aprendizaje, identidad, propósitos comunes, estrategia, visión a largo plazo y una cultura empresarial fuerte y coherente.
No obstante, uno de los factores primordiales para mantenerse vigente, competitivo y rentable en el mercado es: la innovación, para esto es esencial tener una visión amplia y clara de lo que está sucediendo en el entorno empresarial, estar atentos a las oportunidades de mejora, solución y transformación, así como a la identificación de nuevos productos y servicios. Observar el entorno desde esa perspectiva, obliga a todos los miembros de la organización a tener una mirada más allá de lo inmediato, una visión a futuro.
Todo queda en familia
Como en casi todas las empresas familiares, esta fue puesta en marcha por generaciones anteriores que fabricaban otros productos, pero a medida de que se sumaron nuevos talentos familiares, las ideas y propuestas de negocio fueron evolucionando. En este marco, si bien la incorporación de nuevas perspectivas puede ser desafiante al principio, es crucial para el éxito continuo de la empresa y para mantenerse a la vanguardia de la competencia.
Sabemos que cualquier proceso de cambio puede ser difícil, especialmente cuando hay diferencias en la forma de pensar y en los modelos de gestión pero la implementación de los mismos de forma articulada, organizada y correctamente orientados, pueden llevar a mejoras significativas a largo plazo. Por lo que es fundamental que las generaciones anteriores se mantengan receptivas a las nuevas ideas y fomenten un espacio para participar activamente en la toma de decisiones. Al hacerlo, se crea una cultura empresarial que valora la innovación y la adaptabilidad, lo que puede impulsar el crecimiento continuo de la empresa.
Actualmente, el éxito de una empresa no se limita a su capacidad productiva o la posibilidad de ofrecer productos de calidad. El compromiso con la comunidad y la responsabilidad social a través de iniciativas solidarias en apoyo a la educación y la cultura, contribuyen a fortalecer la imagen de marca y reputación como empresa comprometida con el bienestar de la sociedad, lo que repercute en la fidelización y a su vez trayectoria de la organización.
Hoy consideramos que las empresas familiares son un ejemplo de cómo es posible generar empleo, innovar y contribuir al desarrollo de la comunidad. Argentina necesita más empresas familiares que trasciendan de generación en generación y que apuesten por el talento nacional, la calidad y el bienestar del país.