Fuente: Cronista ~ Según el informe del Mercado Argentino de Valores, durante diciembre de 2022, la negociación de cheques de pago diferido (CPD), tanto físicos como electrónicos (ECHEQ), facturas de crédito electrónicas (FCE) y pagarés fue de $ 112.854 millones, un 13% más que noviembre.
De esta manera, se registró una explosión en el volumen de instrumentos PYME, presentando un crecimiento interanual del 269 por ciento.
Mercados a fondo
Para tener una perspectiva sobre la evolución de la operatoria de instrumentos PYME el año pasado y lo que se espera para 2023, El Cronista conversó con Lucas Confalonieri, Managing Director de Adcap Securities, quien espera que el volumen de financiamiento en el mercado siga creciendo por encima de la inflación.
-Explotó el volumen el año pasado en instrumentos de financiamiento PYME, en especial de los pagarés dólar linked.
-Exactamente. Al analizar el contexto, todos los volúmenes compadrados entre 2021 y 2022, se observa que el miso creció fuertemente. Desagregándolo por mercados se observa que el segmento avalado, respecto de 2021, no creció tanto, sino que solo creció 6% aproximadamente. En cambio, el no garantizado fue el que explotó. En ese segmento, los cheques pesos no garantizados y los pagarés dólar linked no garantizado. El producto estrella que voló fue el pagare dólar linked no garantizado.
-Es decir, son grandes empresas buscando financiamiento en el mercado.
-Tal cual. Eso es lo bueno que vino a generar este producto. Es un mercado que en su génesis fue siempre pensado para las PYMES, mediante le pagare dólar linked junto dos cosas que no pasaban. Emisores que son grandes empresas que suelen emitir obligaciones negociables, con el pagaré obtienen financiando mucho más rápido y ágil. Por otro lado, también desde el lado de la demanda hay grandes inversores en el mercado que quieren diversificar riesgo del soberano (sobre todo en año electoral) e invierten en pagarés. Es decir, las grandes empresas interactúan más que antes siendo vendedores y compradores de pagarés dólar linked. No venia pasando eso hasta ahora
-Qué viste en relación con los plazos de colocación en el mercado de pagarés dólar linked. El pagare permite emitir a plazos más largos que los cheques…
-El promedio de los pagarés dólar linked estuvieron entre 24 y 36 meses. Esto responde al génisis de la compañía que sale a financiarse. Son compañías que suelen emitir deuda obligaciones negociables que también van de 24 a 36 meses. Del otro lado, los inversores que invierten en este tipo de instrumentos también buscan cobertura a esos plazos. El pagaré es un instrumento a descuento, mientras que la ON tiene condiciones de emisión con ciertas características y un cronograma de pagos. La simplicidad en la operatoria es lo que hace que el pagaré sea más fácil de emitir para las grandes empresas.
-El share de los pagarés creció muy fuerte, y los cheques fueron perdieron participación ¿Por qué?
-No es que perdió el atractivo. Existieron dos cosas. En lo que es cheques, el segmento avalado (en el que están las SGR) tuvo dos temas. El primero es que las compañías de seguros que es el inversor cautivo en ese mercado no crecieron patrimonialmente, por lo que el volumen tiende a ser menor. Hay una industria cautiva que se mantiene estable o que incluso ha bajado. Por otro lado, las tasas de los bancos estuvieron muy agresivas en este segmento, bajándolas. Las PYMES aprovecharon las tasas bajas de los bancos en las líneas de inversión productiva y, el excedente de financiamiento que no podían acceder, lo terminaban cerrando en el mercado.
-El mercado está operando con tasas nominales muy altas…
-Toda la curva en pesos está muy alta. Venimos de un 2022 con pesos muy caros, partiendo de la tasa de política monetaria. Es decir, el soberano está pagando caro y eso se traslada al resto de las curvas. Creemos que va a ser un 2023 con tinte electoral y en el que las tasas van a estar caras. No creemos que vaya a haber una baja. Va a seguir un escalonamiento. Dado como la inflación y devaluación, los posibles escenarios son de tasas altas. Por ejemplo, generalmente tras un salto inflacionario, en general, la Badlar termina haciendo el catch up y se termina acercando. Por lo tanto, vemos que este 2023 va a ser un año con tasas caras.
-Los plazos en los cheques apuntaron a la baja durante 2022…
-Hubo un acortamiento en los plazos. Se puede partir el año en el primer semestre con cheques negociándose de 120 a 150 días. Luego en el segundo semestre, los plazos se acortaron a plazos promedio de 60 días. No están más largo que eso. Se sigue manteniendo. Esto responde a la volatilidad e incertidumbre al escenario político actual local. Como hay incertidumbre en cómo van a ser el comportamiento de las variables financieras, los inversores buscan estar cerca que, ante un posible cambio, no se queden atados a activos que dejen rendimientos no tan convenientes.
-El volumen 2022 creció en términos reales. ¿Se repetirá en 2023?
-Para este 2023 creemos que también va a ser bueno para el mercado de financiamiento pyme y que va a seguir creciendo en términos reales. A medida que las compañías acceden al mercado, luego aceleran su demanda de pesos en el mercado. Es decir, terminan siendo recurrentes en la emisión y una vez que están, continuamente tienen al mercado como mecanismo de financiamiento. También hay nuevas empresas que van ingresando permanentemente al sistema.
-En cuanto a la estacionalidad de volúmenes, el 2022 fue distinto al promedio histórico…
-Es cierto. Vimos meses en donde las empresas salieron a sobre emitir y se adelantaron porque vieron oportunidades de financiamiento en el mercado, tomando más pesos de lo que necesitaban.
-¿Se terminó el físico?: el 98% del volumen es instrumentos digitales
-Es muy marginal el físico. Sigue habiendo pero reducido. La pandemia fue un antes y un después. Sin la pandemia, quizá hoy estábamos mitad y mitad pero no 98%. La digitalización se aceleró con la pandemia y es bienvenida. Acercó mucho a todas las empresas del interior.
-¿Cuáles son los problemas que enfrentan y que solución les da el mercado?
-Las compañías tienen multiplicidad de problemas. Por un lado, y dependiendo de la compañía, existen grandes trabas a nivel importaciones. Tiene muchos problemas de abastecimiento de su giro comercial que lo obligan a maniobrar para obtener stock para que su negocio no se frene. Por otro lado, el gran problema que tienen está relacionado con todo el financiamiento, el cual es muy caro. Cuando tienen tasas del 75% al 80%, son tasas muy difíciles para bancar para una economía o negocio de la economía real.
-¿Qué le podemos recomendar a una empresa que sufre el descubierto bancario del 80%?
-En primer lugar, debe saber que en el mercado, las tasas suelen ser mucho más convenientes que en los bancos. Además, en el mercado, el empresario PYME logra salirse de la dependencia que tiene con el banco ya que la empresa se puede financiar institucionalmente con todo otros participantes del mercado. Lo que sí creo es que quien quiera reducir su dependencia del banco, debe hacerlo progresivamente para ir migrando hacia el financiamiento en el mercado y evitar tener el problema encima. La educación financiera es clave.
-Se viene un año volátil en términos financieros…
-Como todo año electoral, va a ser muy volátil. Tendremos elecciones provinciales desde febrero hasta la nacional, por lo que va a ser muy movido. Con relación a la inflación, hay que ver qué medidas toman para que la misma no se desboque y se mantenga en torno al 5%. La idea era que en los primeros meses se empezará seguir acentuando la baja desde noviembre, pero habrá que ver cómo evoluciona la dinámica inflacionaria y cambiaria.
-Adcap terminó muy bien en los rankings de operadores de instrumentos PYME.
-Terminamos segundos en todo lo que fue financiamiento en pesos del año. Fue un crecimiento muy grande, ya que emitimos deuda total por arriba de los $ 45.000 millones. Terminamos segundos y arrancamos primeros en enero. Somos casi de los únicos que tenemos todos los productos con muy buenos porcentajes de participación del mercado de share en cada segmento.