Ámbito – Este lunes el mundo empresario tomó con sorpresa la devaluación del tipo de cambio oficial. Ante esta situación, muchos decidieron retirar sus listas de precios y no realizar nuevas entregas de productos a la espera de definiciones.
“No tenemos precio, no estamos entregando, solo vendemos en dólar billete”, son algunas de las frases que escucharon ayer empresarios que levantaron el teléfono para contactar a sus proveedores. A la espera de definiciones para movilizar stock, una vez más la incertidumbre paralizó operaciones en la industria y la construcción. En consumo masivo, las firmas esperan una nueva citación de la Secretaría de Comercio para discutir la continuidad del programa Precios Justos. En el Gobierno argumentan que los márgenes empresariales son elevados y que pueden absorber el costo de la devaluación.
Este lunes a la mañana los hombres y mujeres de negocios de Argentina no habían llegado a digerir la sorpresa del resultado electoral, cuando se desayunaron con una devaluación del 22% del tipo de cambio oficial que llevó la cotización mayorista a $350. Fuentes oficiales confirmaron a Ámbito que se mantendrá el recargo impositivo del 7,5% que se había aplicado a las importaciones semanas atrás. Por lo que, en concreto, para aquellos que dependen de insumos extranjeros, el salto supera el 30% en las últimas semanas.
El escenario de incertidumbre tuvo repercusiones inmediatas en la industria y la construcción en donde las operaciones están virtualmente paralizadas. Muchos proveedores no toman pedidos, otros lo hacen sin precio ni fecha de entrega y algunos los aceptan bajo la condición de pautar el precio a dólar billete. Los productos afectados son de lo más variado: insumos químicos, metales, elementos eléctricos, tableros de control, electrodomésticos.
La volatilidad se hizo costumbre en los últimos años. Entre las pequeñas y medianas empresas dan por descontado que todo estará paralizado por unos días, hasta que la situación se acomode y se encuentre algún punto de equilibrio para los precios y los dólares paralelos. “Fue un típico lunes de corrección de variables”, explicó a Ámbito Leandro Mora Alfonsín, economista especialista en industria manufacturera y desarrollo productivo.
Una vez concretado el salto devaluatorio, el Gobierno dejó trascender que, dado el alto nivel de márgenes, las empresas están en condiciones de absorber el nuevo tipo de cambio oficial sin tener que llevar adelante mayores remarcaciones. Aunque, en concreto, las consultoras que miden semana a semana la inflación observaron un impacto casi inmediato semanas atrás cuando se encarecieron las importaciones vía Impuesto PAIS.
Renovación de Precios Justos
Por lo pronto, durante los próximos días la Secretaría de Comercio tendrá un nuevo round con las firmas de consumo masivo por la renovación de Precios Justos. “El programa sigue. Estamos trabajando en medidas para dar previsibilidad en los precios, que se ajusten a la realidad y evitar abusos. Las empresas están siendo convocadas en los próximos días para trabajar en este sentido”, explicaron desde el despacho que conduce Matías Tombolini.
En el sector dicen por lo bajo que como mínimo el impacto en costos será del 9%, pero aseguran que además ya tenían los precios “atrasados” por el sendero que marca el programa oficial a prácticamente todos los productos de consumo masivo, que hasta ahora estuvo por debajo del promedio de la inflación. Pero claro, como el control de precios solo llega a los grandes supermercados, también se fue agrandando la brecha con los comercios de cercanía.
Si antes de la devaluación, Economía esperaba recaudar cerca de un punto del PBI extra por la devaluación impositiva, con el salto del tipo de cambio oficial eso crecerá aún más. ¿Habrá alguna política de ingresos? ¿Incluirá un nuevo piso salarial o una suma fija para compensar a los asalariados? Son preguntas que todavía resuenan entre quienes tienen que tomar la decisión de salir nuevamente a vender sus productos y a qué precio hacerlo.