Fuente: BAE – La volatilidad cambiaria y la presión impositiva quedaron por detrás en la agenda de las pymes
La inflación y los obstáculos en el comercio son las cuestiones que concentran la preocupación de las pymes en cuanto a la marcha de sus negocios. A esta conclusión arribó un relevamiento del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral.
«Cuando hicimos la primera edición de este relevamiento, en el segundo semestre de 2021, las pymes se mostraban preocupadas, en primer lugar, por la inestabilidad de las reglas de juego, luego, por la inflación y en tercer lugar por las trabas al comercio», explicó Guillermo Fraile, director académico de los programas Business School. Justamente, para tomar mejores decisiones en el marco de la volátil coyuntura macroeconómica actual, unos trescientos dueños, socios, gerentes generales y directivos de pymes participan este año en los programas de Dirección de la Pequeña y Mediana Empresa (DPME) del IAE.
En una encuesta realizada por IAE Business School entre 425 pequeñas y medianas empresas antes de la última devaluación, el 34% de los consultados respondió que su principal preocupación está asociada con la evolución del nivel general de precios. Por otra parte, el 29% contestó que su máxima preocupación son las trabas para la importación y la exportación. En cambio, la inestabilidad de las reglas de juego (20%), la volatilidad cambiaria (10%) y la presión impositiva (7%) quedaron por detrás en la agenda de las pymes.
La agenda de las pymes
«Cuando hay inflación, los precios de los distintos bienes no aumentan todos en la misma proporción sino que algunos lo hacen más que otros. Entonces, la información financiera, aún la ajustada por inflación, no refleja la realidad y en consecuencia no sirve para la toma de decisiones», sostuvo Fraile, quien además es profesor titular del área de Dirección Financiera.
«Si los precios cambian continuamente se dificulta saber si los precios de un proveedor se volvieron altos en relación con los de sus competidores y se complica predecir los efectos sobre la demanda de una suba de los precios de mayor o menor cuantía», agregó. «Hay contratos que se rompen porque se deben que renegociar los precios y se recortan los horizontes de planeamiento de las empresas», enfatizó y agregó: «La inflación y las trabas con el comercio exterior paralizan la gestión de las pymes. El empresario pyme tiene en su ADN una tendencia muy clara al crecimiento y la expansión. Pero para crecer necesitan insumos y financiamiento».