Las pymes metalúrgicas rechazan el acuerdo paritario de la UOM y un conflicto presiona el escenario electoral

Fuente: TN – El Ministerio de Trabajo homologó la negociación entre el gremio y ADMIRA, AFARTE, FEDEHOGAR y AFAC, que no firmaron CAMIMA y CAIAMA, representantes de las pequeñas y medianas empresas. El pago de un bono, el principal motivo de la pelea.

El Ministerio de Trabajo homologó el acuerdo paritario firmado entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y ADMIRA, AFARTE, FEDEHOGAR y AFAC, pero no contó con la adhesión de CAMIMA y CAIAMA, entidades representativas del sector pyme que se opusieron fundamentalmente el bono de $60.000 y que, si bien se ven obligadas a cumplirlo, rechazaron la decisión y advirtieron sobre el impacto que podría tener en la continuidad de algunas empresas.

Pero más allá de la negociación paritaria, según pudo saber TN, los empresarios ven intencionalidad política partidaria detrás. Sostienen que la cercanía de Abel Furlán -líder de la UOM-, con el kirchnerismo, sumado al beneficio que percibe ADIMRA por la Contribución Convencional Empresaria incorporada al Convenio Colectivo de Trabajo -que representa el 1% sobre la masa salarial- jugaron en el cierre de un acuerdo que se volvía cada vez más conflictivo.

De hecho, el gremio había comenzado con paros escalonados cuando la negociación se había empantanado, conflicto que derivó en la intervención de la cartera laboral encabezada por la ministra Kelly Olmos, que dictó la conciliación obligatoria.

En ese contexto, se firmó el acuerdo que estableció un incremento acumulado del 42,6% en tres tramos para el tercer trimestre del año, a pagarse 20% en julio; 9% en agosto y 9% en septiembre. A su vez, se acordó un bono por el Día del Trabajador Metalúrgico, que se abonará en dos cuotas de $30.000, en agosto y septiembre. Este es el punto más controversial para las pymes.

Tuit de José Luis Ammaturo, presidente de CAMIMA (Foto: Captura de Twitter/@JoseLAmmaturo).
Tuit de José Luis Ammaturo, presidente de CAMIMA (Foto: Captura de Twitter/@JoseLAmmaturo).

La realidad económica actual impide que podamos atender los incrementos salariales pactados en ese acuerdo, dado que superan ampliamente los índices de inflación real y estimada para los próximos meses, y rechazamos de manera contundente el bono de $60.000, que no tiene contraprestación alguna y carece de justicia y equidad, al no contemplar categorías, mérito, productividad o presentismo”, dijo el presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA), José Luis Ammaturo.

Un frente de conflicto que puede trascender al sector metalúrgico

Si bien en el Consejo del Salario suele haber cámaras o gremios que firman en disidencia o que no acuerdan con lo pactado, en las paritarias es poco frecuente que eso suceda. En un contexto electoral, lo que pasó con el sector metalúrgico amenaza con terminar sentando un precedente para otras negociaciones.

“En el acta del 24 de julio, dejamos en claro nuestra firme decisión de no adherir al acuerdo. Nuestro compromiso inquebrantable es velar por la sostenibilidad de las pymes metalúrgicas, protegiendo sus operaciones y las fuentes de empleo que generan”, expresó Ammaturo en un comunicado. La amenaza vedada está vinculada con una posible pérdida de puestos de trabajo.

Para el presidente de la entidad representativa del sector de la pequeña y mediana empresa metalúrgica, “el acuerdo se firmó a espaldas de los intereses reales del sector y con cámaras que se benefician a costa de las pymes con un aporte compulsivo ilegal”.

El enojo de las pymes es creciente y el quiebre dentro de las entidades empresarias puede terminar trascendiendo al sector metalúrgico. En un año electoral, la lectura que hacen es inevitablemente política.

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