Fuente: Trade y Retail – La industria logística enfrenta el desafío de aggiornar su imagen, a fin de atraer y retener los mejores talentos. Las tecnologías, las metodologías de trabajo y el ambiente laboral marcan la diferencia. *Por Patricio Navarro Pizzurno, director de Gente & Cultura en iflow.
El principal desafío que todas las empresas de la industria logística enfrentan al momento de generar una marca empleadora echa raíces en la tarea de desmitificar y desandar la imagen que los potenciales trabajadores tienen respecto del rubro.
Históricamente existe, y aún persiste, una visión sesgada sobre las tareas que conforman la actividad. Tanto las funciones en las áreas de depósito y de almacenaje, como las de transporte fueron consideradas rústicas y elementales.
Para derribar y ampliar esa visión, es fundamental referirse a la tecnología que está detrás de ellas. Este es uno de los rubros que cuenta con un background tecnológico muy fuerte y que ha crecido enormemente en los últimos años.
En esta línea, una o dos décadas atrás, la logística no figuraba en el radar de espacios para hacer carrera, para personas con ganas de innovar, de desarrollar tecnologías y de involucrarse plenamente en la transformación digital. Por el contrario, hoy, muchos profesionales ya percibieron que allí tienen todo para ganar. Las nuevas tecnologías aplicables a la industria ofrecen un gran atractivo; esto incluye tanto hardware como software, el desarrollo de metodologías ágiles, y la implementación de plataformas informáticas, entre otras variables.
¿Cómo se traduce el impacto tecnológico en el sector? En el caso de tareas de depósito, ya no hablamos solo del operario que realiza el picking de mercadería. Hay un desarrollo tecnológico detrás de esas tareas, que le obliga al operario a adquirir ciertos conocimientos y formación al respecto, si aspira a hacer carrera en la industria. Por otro lado, en el caso de tareas vinculadas a administración y a soporte de la operación, se da una situación equivalente a partir de la incorporación de sistemas de ruteo, entre otros.
Ante este escenario, muchas empresas ya desarrollaron un sector propio que funciona como un Software Factory. Tal es el caso de iFLOW, que conformó el departamento de IT 15 años atrás. En ese entonces, el mismo estaba integrado por cuatro personas, mientras que hoy ya cuenta con 35. Muchas de ellas son programadores, quienes están a cargo de la creación de interfaces, de APIs, y de la creación y actualización de apps, entre otras funciones.
En resumen, para los jóvenes -y no tan jóvenes- que buscan un trabajo desafiante y aggiornado, hoy la logística puede jugar una carta clave. Pero es fundamental que estas oportunidades ganen visibilidad en el mercado. Allí está el desafío de las empresas: es fundamental que trabajen y se consoliden como una marca empleadora.
Una por una: acciones concretas para crear una marca empleadora
En gran parte de las empresas de la industria logísticas, hay mucho por hacer, a fin de reconvertir la vieja imagen de la logística, asociada a un depósito del cual entran y salen camiones. En ese sentido, desde iFLOW abordamos diferentes líneas de trabajo que nos permiten posicionarnos hoy como una marca empleadora. Algunas de ellas son las siguientes:
–Implementamos modalidades híbridas de trabajo en las posiciones en las que esto es posible. Por supuesto, hay roles estrictamente operativos del rubro en el cual el home office, por ahora, es inviable. Sin embargo, exceptuando estos, el abanico de mixturas de presencialidad y trabajo remoto va desde 0 x 5 a 5 x 0. En este punto es clave entender la necesidad del negocio y manejar este mix con criterio y de acuerdo a la posición. El home por el home office en sí mismo, o lo mismo para la presencialidad, constituye un modo de abordaje de este tópico peligroso por el simple hecho de seguir una moda o mantener en el tiempo una situación coyuntural.
–Invertimos en refacciones, a efectos de contar con un edificio mucho más acogedor en comparación a los característicos del rubro. Acompañamos la cultura iFLOW con el correlato físico: los espacios de coworking (poco habituales en esta actividad) en los puestos no operativos refleja la política de puertas abiertas, pirámides jerárquicas chatas y ágiles y una dinámica de trabajo aggiornada a los tiempos que corren.
–Acompañamos los paquetes de beneficios a los de empresas de otros rubros, como consumo masivo, finanzas y tecnología. Históricamente, estos beneficios habían quedado relegados entre las compañías de logística.
–Activamos encuentros uno a uno, en los que la Dirección de Gente & Cultura se reúne con cada uno de los empleados. El objetivo es que desde iFLOW podamos brindar ayuda a nuestros colaboradores en temas personales.
–Nos enfocamos de forma cuidadosa y cercana en la gestión del clima laboral. Estamos atentos a las necesidades que emergen en esta etapa post pandemia, a fin de hacerlas visibles y abordarlas de la mejor forma posible.
En resumen, en el rubro logístico, es fundamental abordar la marca empleadora desde dos puntos. Por un lado, tenemos la oportunidad de destacar las descripciones de las posiciones de trabajo, las que hoy están atravesadas por un fuerte componente tecnológico y se traducen en un desafío. Y por el otro lado, tenemos un marcado espacio para trabajar en el aggiornamiento general del ámbito de trabajo.