Fuente: Cronista – Dos socios crearon una red de tiendas físicas donde conviven distintas marcas digitales de moda y diseño. Con locales en Argentina y España, ahora apuestan por crecer en los centros comerciales y convertirse en unas «mini tiendas departamentales».
Con el boom del comercio electrónico, la dinámica de las marcas de ropa cambió por completo. Las inversiones en metros cuadrados muchas veces se vieron reemplazadas por el crecimiento de las tiendas digitales, y las vidrieras en las grandes avenidas perdieron fuerza. Ahora, para ser una marca exitosa, no hace falta tener un gran local en una zona comercial: la dinámica de los compradores mutó.
Pero cuando se trata de ropa, a muchos compradores les gusta probar las prendas o verlas personalmente antes de llevársela. Por eso, para establecer un punto medio entre el mundo digital y el físico, dos amigos crearon una solución especialmente pensada para las marcas emergentes: CoShowroom, una red de tiendas donde conviven distintas marcas de moda y diseño.
El concepto es sencillo: las firmas que necesitaban de un espacio físico contratan el servicio de CoShowroom y pasan a tener un lugar donde exhibir sus productos, personal que atiende, toma sus devoluciones y cambios. Hasta funciona como un pickup point y depósito. En contraparte, CoShowroom cobra un fee mensual por los servicios y un porcentaje por venta.
La idea surgió cuando Francisco Rey Petit estaba de viaje en Estados Unidos. Era 2018 y en Los Ángeles vio un local con esa dinámica. Filmó un video y se lo mandó a Joaquín Tommasone, un amigo del colegio que tenía una marca de camisas. «Se lo mandé y le dije que teníamos que armar algo así para ayudarlos a vender más. Con la tendencia del e-commerce, las marcas necesitaban ayuda para gestionar ese crecimiento. Tener esa parte ordenada ayuda a que la experiencia de compra sea buena. A todos nos pasó alguna vez de comprar algo por Internet y que el pedido llegue tarde o no poder devolverlo. Y si te pasa eso no volvés a comprar», dice Rey Petit.
Él hablaba con conocimiento de causa. Licenciado en Administración de Empresas, había trabajado en distintas empresas del mundo del retail de lujo, en las áreas de Marketing y Ventas. Tommasone, por su parte, además de su marca de ropa había trabajado en Ventas y Marketing de empresas de agro y banca y es economista.
En 2019 el primer espacio, ubicado en Recoleta, abrió sus puertas. Aportaron US$ 20.000 de capital propia para poner a punto un local que estaba en desuso y apuntaron a convocar a margas emergentes. El segundo abrió sus puertas en San Isidro y, pandemia de por medio, en 2021 llegó el tercero en Belgrano y un cuarto en Barrio Norte. En junio de 2022, se animaron a la expansión internacional e inauguraron un punto de venta en Madrid.
Pero la gran apuesta de este año llegó de la mano de los shoppings: hace pocos meses plantaron bandera en Dot y ya están planeando un segundo paso en Alto Palermo con vistas a marzo de 2024.
«Es un win-win para todos. El shopping necesita un refresh de marcas más jóvenes y de comunidades más pequeñas. Hace más atractivos a los shoppings y, a la vez, le damos la oportunidad a las marcas emergentes de jugar en las grandes ligas«, aporta Rey Petit. «Mientras, IRSA puede ver un semillero de marcas que eventualmente pueden llegar a tener su propio local», agrega Tommasone.
Hoy CoShowroom trabaja con más de 150 clientes y son su cara frente a los consumidores. «Es una relación de confianza que nos exige ser súper profesionales», suma el emprendedor que enfatiza la sinergia entre marcas que se genera en el local. Además, concretan 4000 entregas por mes de compras que se hacen por las tiendas digitales de las marcas.
«Estamos construyendo un concept store, donde el consumidor final encuentra un espacio muy en línea con las tendencias actuales y donde pueden empatizar con la persona que está detrás de la marca. Algo opuesto al fast fashion, que no es sostenible. Ayudamos a vender a las marcas y somos un partner logístico importantísimo», agrega Rey Petit.
La firma, que emplea a 25 personas y facturará $ 1000 millones este año (entre servicios y venta al público), está en un proceso de cambio de estrategia. «Hoy el shopping nos exige convertirnos en una tienda departamental en miniatura. Y el foco antes no estaba ahí. Estamos mirando como referencia tiendas departamentales como Macy’s y entendemos que cuanto más atractivos seamos, mejores marcas vamos a convocar. Estas marcas son las que se vienen y hay un nicho para ocupar«, menciona el emprendedor.
El año que viene seguirá la expansión por los centros comerciales. «Queremos ser el Falabella de las marcas emergentes. Dejar ese espacio que quedó libre e ir ganando metros cuadrados», concluye Tommasone.
En cifras
- Fundación: 2019 (primer local en Recoleta)
- Inversión inicial: US$ 20.000
- Facturación 2024: $ 1000 millones (entre servicios y venta al público)
- Cantidad de empleados: 25