Fuente: BAE ~ Industria y construcción terminaron 2022 con crecimiento acumulado, pero con una fuerte caída en diciembre que confirma el enfriamiento de la actividad económica.
La industria y la construcción cerraron el 2022 con su segundo crecimiento anual luego del impacto de la pandemia. Pero los números de diciembre dejaron fortísimas caídas interanuales de 2,7% y del 10,6%, respectivamente. Estos últimos datos confirmaron el enfriamiento de la actividad en el último cuatrimestre del año pasado en el marco de las restricciones para importar por la escasez de divisas, inflación y encarecimiento del crédito. La actividad ingresó al 2023 con una tendencia de enfriamiento, lo que complica las aspiraciones electorales del Gobierno.
El Indec informó ayer que la producción manufacturera marcó un crecimiento acumulado del 4,3% en 2022, tras el 15,5% que había dejado un 2021 post pandemia. La consultora LCG destacó que el sector operaba en el lapso analizado 13,3% por encima de los niveles de 2019, con vehículos y maquinarias y equipos con incrementos del 54,8% y 54,1%, respectivamente.
Sin embargo, diciembre arrojó una caída interanual del 2,7% y del 1,2% respecto a noviembre, en línea con la dinámica errática que mostró la industria durante todo el año pasado. A nivel sectorial, si bien hubo un alza en el acumulado, 11 de los 16 rubros que releva el organismo estadístico tuvieron una merma en el mes en cuestión.
«El proceso deja entrever cierto agotamiento. En lo que respecta a 2023, con una sequía severa que se espera que reste en torno a USD8.000 millones de exportaciones, sumado a pagos netos de deuda, esperamos que las regulaciones al acceso de insumos importados se mantengan y/o profundicen, por lo que proyectamos un crecimiento más tenue, en torno al 0,3% promedio», proyectó LCG.
Por su parte, la construcción mostró una suba acumulada del 3,5% respecto a 2021. No obstante hubo una fortísima caída interanual del 10,6% en diciembre, la tercera consecutiva, y una merma del 3,5% contra noviembre, que es la quinta al hilo en la medición desestacionalizada. Desde el sector explican que la inflación golpeó la ejecución de obras privadas y públicas, por lo que se resistió el consumo de los insumos más representativos.
«Para el 2023 esperamos que la construcción mantenga un sendero de crecimiento, aunque algo más magro al exhibido durante 2022. Siendo un sector caracterizado por una alta informalidad, en conjunto con una correlación significativa con la brecha cambiaria que abarata costos, esperamos que ambos factores operen como un amortiguador», sostuvo LCG.
Ambos resultados sectoriales pintan un panorama complejo para la actividad económica en los próximos meses, que hasta noviembre acumulaba tres meses consecutivos de caída mensual. Se espera que el PBI muestre un alza por encima del 5% para 2022, pero con un último cuatrimestre en baja.
En ese sentido, el jefe de research de Ecolatina, Santiago Manoukian, sostuvo: «Los datos de industria y construcción vienen a consolidar el enfriamiento de la actividad económica que se vio a partir del segundo semestre del año pasado. Entre los factores que explicaron el proceso recesivo fueron la restricción para importar insumos para la producción, con el 64% de los rubros que marcaron caída. La demanda va a estar restringida también por la inflación y el ajuste fiscal que lleva adelante el Gobierno, que va a golpear a ambos sectores».
A su turno, el director de Eco Go, Sebastián Menescaldi, dijo: «Vemos que la economía entró en recesión a partir del último trimestre del año pasado y eso se va a profundizar por las restricciones para importar. La demanda de inversión se va a ver afectada y un poco menos la oferta de bienes de consumo. A eso se suma una mala cosecha fina y una gruesa que se espera mala también. Con ese panorama, se va a endurecer el cepo como se vio con la caída en las importaciones de diciembre».