Fuente: Ámbito – La entidad se dio a conocer el sábado gracias a un comunicado de la Oficina del Presidente, en su cuenta de X. Agrupa a empresarios pyme, productores, ingenieros y emprendedores, entre otros profesionales a favor de la flexibilización en el mercado de trabajo.
La aparición del comité de Pymes, Emprendedores y Productores (PEP) durante este fin de semana reubicó el debate sobre la reforma laboral en el centro de la escena. En un contexto donde la Justicia desestimó el capítulo IV del DNU referido al tema, la agrupación integrada por más de 2000 pymes, ratifica que la propuesta es “sin dudas, extraordinaria”. Hay miradas contrapuestas del pequeño y mediano empresariado, frente a la necesidad de introducir cambios en la materia.
“Sin industria del juicio, con condiciones justas de contratación y condenando expresamente los bloqueos de las mafias se dan las condiciones necesarias para la inversión y la creación de trabajo genuino”, sintetiza el comunicado de la entidad, que fue destacado el sábado por el Gobierno a través de un comunicado oficial. El Comité se consolidó para “abogar por un marco regulatorio más flexible y adaptado” a las necesidades del sector.
Según un memo que PEP realizó, la reforma es “sin dudas, extraordinaria” por los siguientes puntos: no admite dependencia laboral, establece un período de prueba de ocho meses, liberaliza formas de pago, elimina y reduce costos de despido, quita el régimen de viajante de comercio, limita la actualización de créditos laborales y prohíbe bloqueos e incorporación de colaboradores para trabajadores independientes.
Distintas miradas sobre la reforma laboral
En diálogo con Ámbito, desde PEP cuentan cómo fue gestándose la organización. Gustavo Lazzari, economista liberal, fue quién propuso el 22 de diciembre en el encuentro anual del Movimiento Empresarial Anti Bloqueo (MEAB) la necesidad de plantear de forma coordinada las “bondades de la reforma”. Para tal fin, convocó a Rodolfo Llanos, presidente de la Unión de Emprendedores y a Alejandra Vada Vázquez, directora de Lácteos VIDAL.
Los tres fueron expandiendo la iniciativa a través de WhatsApp, compartiendo la invitación a unirse y generando encuentros con diputados, senadores -como el de la UCR, que los recibió casi de forma completa- y jueces de la cámara de feria del fuero laboral para “expresar el apoyo a las desregulaciones propuestas por el Gobierno y la urgencia para su implementación». El apoyo oficial más la reciente creación del dominio web de la página de la entidad y sus redes sociales generaron desconfianza respecto de la independencia de la iniciativa. “El Gobierno ni se enteró, lo supo cuando estaba todo armado”, aseguran desde adentro.
Para Julián Moreno, titular de APYME, “siempre se puede modernizar” pero habría qué especificar en qué dirección. “Si por modernizar entendemos evolucionar, el objetivo debiera estar puesto en la mejora de las condiciones de vida de la población en general”. En ese sentido, sostiene que ese avance “no tendría que arrastrar a la informalidad a los que hoy trabajan de manera formal”.
Para el empresario, la reforma planteada por Milei provocará esto último. “Dado que el nivel de actividad se verá reducido por la estanflación, la reforma facilitará que parte de los empleadores amortigüen el efecto cargando sobre los derechos laborales, flexibilizando la jornada de trabajo, evitando las horas extras con el ‘banco de horas’ y aquellos que tengan pocos trabajadores, optar por ‘colaboradores’ sin derechos”, ejemplifica Moreno.
La propuesta de APYME, en cambio, tiene que ver con reconocer qué rubros no pueden sostener la actividad por un alto nivel de carga laboral y estudiar un mecanismo de subsidio, vía transferencia, de aquellos sectores “beneficiados por la automatización o que la relación empleo-producto sea muy baja”.
El economista especialista en desarrollo industrial Leandro Mora Alfonsín, pone el punto sobre un problema que destaca PEP: la litigiosidad laboral. Admite que existe un problema concreto en lo que respecta a la judicialización de vínculos laborales y que es necesaria la revisión de los convenios en un contexto de actualización tecnológica. Aún así, considera que las propuestas del DNU “exceden y por mucho lo que se necesita para regularizar la situación”. Por caso, resalta el artículo 58, que marcaría el fin de la doble indemnización a trabajadoras de casas particulares en caso de comprobación de relación informal. “No es lo mismo erosionar derechos de trabajadores que hacer cambios útiles”, advierte. Para repensar el mercado de trabajo, Alfonsín entiende que necesariamente requiere de un proceso tripartito: sindicatos, gremiales empresarias y Estado, un elemento que el DNU no propone.
De todos modos, la expansión del universo laboral no solo gira en torno al costo del trabajador, sino también en la creación de empresas y crecimiento de la actividad económica. Según un informe compartido a este diario por Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), de los últimos siete períodos de Gobierno, solo en tres hubo crecimiento de pymes, y en cuatro se destruyeron. Así, destaca la asociación, que desde 2012, donde se alcanzó el pico de crecimiento de empresas (610.000), no se registraron más pymes en términos absolutos.
Como solución, ENAC plantea la creación de 10 mil nuevas pymes a lo largo de 10 años. Para tal fin, Leo Bilanski, su titular, resalta la necesidad de “simplificar y digitalizar al extremo la burocracia en las pymes”, considerando que el 85% de este universo mantiene menos de diez trabajadores. “La modernización tendría que haber sido progresiva hace dos años atrás. Ahora plantean un camino brutal”, concluye el representante de la entidad.
Estoy absolutamente de acuerdo con la reforma laboral ya que las leyes actuales son un ancla que en momentos de dificultades para una empresa, se convierten en un verdadero lastre que termina por hundirla. No obstante mi gran interrogante es el famoso FONDO DE DEDEMPLEO, que entiendo, encareceria el costo laboral mensual en 8 puntos, y que deberíamos pagar por cada trabajador. Una suerte de indemnización que pagariamos por adelantado y en cuotas de personal que quizas jamás despediremos ya sea porque voluntariamente cambie de trabajo o se jubile.
Muy bien.
Aunque hace rato que existe una flexibilizacion de hecho mal llamada «trabajo en negro».
Negro es robar, cobrar impuestos al trabajo y amparar la corrupción sindical.
Sufrir ls industria de los juicios laborales y estar privado de la libertad de la libre contratación.
Hace 10 años que contrato desde rl exterior