Fuente: Perfil – Se activó una bonificación de gas para las fábricas y aceleró los permisos para el comercio exterior. El fallo por el caso YPF incomodó al círculo rojo, que prefirió evitar hablar del tema.
Las restricciones a las importaciones, la contracción de la actividad económica y las previsiones de una ralentización de la producción, sequía de por medio, son parte de los motivos que dejaron un escenario poblado de conflictividad para el los sectores vinculados con la producción nacional, casi a contramano del plan que diseñó Alberto Fernández desde el inicio de su gobierno. Con poco margen de maniobra en el comercio exterior, por la escasez de divisas, Sergio Massa explora alternativas para llevar alivios hacia a las pymes y sostener el respaldo de un sector clave para los argumentos de campaña de las elecciones presidenciales. Más si el ministro de Economía decide lanzarse a la arena electoral.
Aun en medio del cepo en el comercio exterior, el tándem que integran Matías Tombolini, Guillermo Michel y Carlos Castagneto aceleró la aprobación de SIRAs para los sectores que integran el programa de Precios Justos, a los laboratorios medicinales y a los exportadores, según confió una fuente de la Unión Industrial Argentina (UIA), consultada por PERFIL. Esa fue una de las señales que el equipo económico de Massa les envió a los empresarios, luego de las tensiones que atravesaron durante el verano.
El gasoducto Néstor Kirchner, ¿a tiempo?
Según pudo saber este medio, de parte de fuentes oficiales, como también del sector privado, la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner mantiene la fecha del 20 de junio próximo, a pesar de la posibilidad de retraso de 10 días que había deslizado el presidente Alberto Fernández a principios de febrero, en un acto junto al dueño de Pampa Energía, Marcelo Mindlin, y que volvió a señalar en la entrevista que ofreció en el método Rebord.
Con esa obra activada, que permitirá abastecer una porción importante de la demanda de gas en las zonas más pobladas del país, el entorno de Massa buscará concretar promesas de mejoras puntuales para el desarrollo productivo, su cadena de valor y el impacto en los puestos de trabajo. Al menos, eso fue lo que habló con los empresarios, tanto con los que dirigen pymes, hasta los que integran el círculo rojo, de modo de sostener durante el 2023 un ritmo pujante en el sector energético.
Ese es el caso del gas para las fábricas. Si bien la resolución data de los primeros días de enero, las entidades empresarias se encontraron con la novedad de que, desde inicios de marzo y con una aplicación plena desde mayo, las pymes industriales tendrán bonificaciones en el precio del gas que variarán entre el 25% y el 62% para las empresas que estén en blanco, registradas como Mipymes en el programa gubernamental.
Gas subsidiado: un alivio para las pymes
La resolución de la Secretaría de Energía había pasado desapercibida por las entidades, como la UIA e IPA, que integran la comisión Pyme del Enargas. Había un dato clave: están contempladas las empresas medianas que tienen un consumo alto dentro de ese universo. En principio, en los despachos oficiales habían quedado marginadas, porque significaba un gasto fiscal más importante, pero los empresarios convencieron a las autoridades de la importancia en el empleo y las exportaciones la inclusión del segmento P3.
“Es clave que se hayan sumado en este esquema a las medianas empresas, porque el precio de la energía tiene un peso importante en el costo productivo al momento de competir con productos de otros países. En un momento en donde cada dólar es importante para el país, que las pymes puedan exportar más se convierte en una señal de que el trabajo en conjunto genera beneficios para todos los argentinos”, aseguró el presidente de IPA, Daniel Rosato.
En las áreas vinculadas con el gas, la noticia no era tal, porque esa resolución había sido firmada en los primeros días de enero. Pero, recién la semana pasada hubo una reunión en donde funcionarios de Energía les recordaron a los empresarios de la importancia de la medida, que había empezado a efectivizarse en marzo. La idea era que la decisión política tuviera un efecto positivo en el sector fabril, en medio de los conflictos que atraviesa la industria ante las restricciones a las importaciones. El objetivo fue sumarle a la imagen de Massa y sus medidas de alivio.
El caso YPF, la incomodidad para los empresarios
El fallo de la jueza estadounidense Loretta Preska en la causa que los fondos buitres impulsaron por la estatización de YPF generó incomodidad en las cámaras empresarias. Sucede que el concepto de intervención del Estado en los negocios privados es resistido en el círculo rojo, pero, al mismo tiempo, reconocen que la petrolera de bandera argentina es el principal motor del desarrollo de Vaca Muerta, tanto en la extracción del gas, como en el proyecto de licuefacción de GNL para exportar. “Logró lo que no pudo el lobby de las empresas por tener garantías jurídicas para las inversiones”, se sinceró el ejecutivo de una de las empresas con presencia en Neuquén.
La rebaja del gas para las fábricas industriales es resultado del abaratamiento de su precio, gracias a Vaca Muerta. Pero las gremiales empresarias prefirieron correrse a un costado de la discusión sobre estatización y eligieron dejar vacío el lugar del debate. Sólo IPA dijo que los resultados demostraron que la participación del Estado “sirvió para reflotar a la empresa y, fundamentalmente, para potenciar el sector hidrocarburífero, que es clave para el futuro del país”.
Todo el malestar se concentró en el aumento de la presión impositiva, luego de la puesta en marcha del nuevo impuesto de la AFIP para las importaciones. La estrategia del círculo rojo, que salió en manada a criticar la medida, es atar el efecto que tendrán las grandes empresas a las pymes. En definitiva, las escazas buenas noticias en el frente del comercio exterior quedaron ocultas detrás de los reproches que alineó al Grupo de los Seis, integrado por la industria, Comercio, Construcción, el campo, los bancos nacionales y las finanzas, y que se sumó la poderosa Asociación Empresaria Argentina (AEA), con las grandes empresas a la cabeza.