Fuente: iProfesional – Pese a cambios en la cultura corporativa, en firmas locales se mide poco la productividad del trabajo remoto y cuesta bajar la política en toda la empresa
En los últimos años se repitió hasta el cansancio que «el trabajo remoto llegó para quedarse«. Y sin embargo, finalizadas las restricciones por la pandemia de COVID-19, los líderes en las mayorías de las empresas se encolumnaron detrás de una supuesta pérdida de productividad para exigir el regreso a la presencialidad.
Así las cosas, en el primer año completo sin medidas de prevención sanitaria, en la Argentina los números muestran que el modelo híbrido se impuso con poco margen para seguir desempeñándose en grandes empresas sin una cuota mayor de trabajo en la oficina.
Cuántas personas pueden trabajar remoto en Argentina
En su última encuesta flash, la consultora Korn Ferry encuestó a 118 compañías que operan en el país sobre sus políticas de home office.
«Un 62% de las de las compañías nos dijeron que al menos parte de sus empleados pueden trabajar de forma remota una parte del tiempo, mientras que otro 8% respondió que sólo parte de sus empleados pueden hacerlo todo el tiempo y otros parte del tiempo», dijo Alejandra Tomas, Consultora de Delivery Total Rewards Digital Services para Argentina de Korn Ferry.
Solamente un 10% de las empresas no lo permiten en absoluto. Las áreas más mencionadas en las que indicaron que se necesita el trabajo presencial incluyeron a Tecnología, Recursos Humanos y Seguridad e Higiene, entre otras.
«Por último, un 20% de las empresas nos reportaron que todos sus empleados pueden trabajar de manera remota todo el tiempo. Esto, si lo comparamos con la misma encuesta del año pasado, aumentó algunos puntos porcentuales porque vemos que el trabajo remoto sigue asentándose como tendencia», añadió la ejecutiva.
Cuántos días de home-office tienen los empleados en empresas argentinas
Si se excluyen los puestos que sí o sí deben hacer trabajo presencial, un 34% de las compañías indicaron que permiten trabajo remoto a más del 75% de su personal. Otro 34% se lo habilitó a menos del 25% de la nómina, un 19% a entre 26 y 50% de los trabajadores y el restante 13% entre la mitad y tres cuartas partes de su personal.
El modelo que se impone, de acuerdo a los ejecutivos de Korn Ferry, es el de dar solo dos días por semana de home office. Es lo que eligieron el 53% de las compañías. Otro 34% permite que se desempeñen desde donde más les guste hasta 3 días por semana y solo otro 4% da más que eso. De estas 118 firmas relevadas por Korn Ferry, solo el 8% quedó con un modelo que, si bien se reconoce hibrido, solo permite un día de trabajo remoto.
Los datos parecen coincidir con el panorama que ofreció en octubre último WTW, en el que se denota la prevalencia del modelo híbrido con 3 días presenciales por semana (34% de las compañías) o con 2 (28%).
«El trabajo híbrido llegó para quedarse pero también evolucionó. El modelo no es como lo pensábamos un año atrás y es distinto para cada organización», aclaró durante la presentación del informe de tendencias Marcela Angeli, Directora de Gestión de Talentos y Compensaciones de WTW. «Dentro de la presencialidad de dos o tres días, hay mucha flexibilidad para elegir esos días, y generalmente está direccionado por el equipo de trabajo. No es algo estructurado y rígido», añadió.
Esa consultora también comparó los datos que obtuvo al respecto en agosto con los de su encuesta de abril 2022. Encontró que en ese lapso algo mayor a un año, había desaparecido de su muestra el 4% de las firmas que pedían 4 jornadas semanales de presencialidad, y había cobrado algo más de importancia el 14% que hacía depender del puesto la cantidad de días de home office.
Asimismo, cayó en ese lapso rotundamente –de 24% a 12%- la cantidad de compañías que dejaban la presencialidad a discreción de cada colaborador, un modelo que a todas luces se descartó, al menos en las grandes empresas.
De las grandes firmas que relevó WTW, el 50% tenía implementada la misma política sobre modalidad de trabajo que su casa matriz diseñó a nivel global, y otro 43% la adaptó a la realidad local. El resto lo tiene bajo análisis.
Qué cantidad de personal puede hacer al menos en parte teletrabajo
«Eso si fue un diferencial de Argentina en relación a otros países, la necesidad de adaptar las políticas corporativas a la realidad local, y en general esto porque necesitamos algún día más de virtualidad de lo que estamos escuchando en otros mercados», dijo Angeli.
Por último, el relevamiento más reciente lo dio a conocer en los últimos días Mercer Marsh Beneficios (MMB), que recogió el estado de situación en 287 empresas que operan en Argentina.
El estudio reportó que alrededor de un 90% de las empresas otorga el beneficio de trabajo remoto a sus colaboradores. Dentro de estas, un 70% otorga entre 2 y 3 días a la semana de home office, y 63% deja el cumplimiento de la política a cargo de cada líder (27% establece días fijos), en coincidencia con lo que informaron las otras consultoras mencionadas.
Además, un 66% demostró estar a favor de un horario flexible, y un 66% defiende que los días viernes sean con jornada flexible.
¿Se controla la presencialidad?
Más allá de las diferencias de esquema que las grandes compañías hayan elegido para implementar sus modelos híbridos de trabajo, una coincidencia parece ser que no suelen medir su efectividad.
Solo un 8% de las consultadas por Korn Ferry instaló algún tipo de aplicación o sistema que controla la productividad de los trabajadores en el momento en que se desempeñan de manera remota. Y el 31% si emitieron folletos, contenido o material sobre las buenas prácticas del teletrabajo.
«Mayormente esto tiene que ver con temáticas relacionadas con el comportamiento productivo en home office, estiramientos y ergonomía, como para poder aprovechar la modalidad sin tener un impacto negativo en la salud», especificó Tomas.
Así las cosas, las grandes compañías parecen más preocupadas por controlar que se cumpla con la presencialidad requerida que con la productividad que se genera con el modelo de trabajo elegido.
No obstante, de las firmas relevadas por WTW, el 53% dijo que no implementó tampoco ningún sistema para controlar que sus colaboradores cumplan con las prácticas de trabajo remoto y presencialidad definidas. El 30% lo deja en manos de los líderes de equipo y solo el 11% hace «fichar» a quienes están en la oficina o en su casa. El resto monitorea la VPN o las conexiones locales en la empresa.
«Vemos que las empresas locales tienden a requerir mayor presencialidad que las internacionales. Y lo que les ha sucedido es que en general el dueño quiere que haya presencialidad los 5 días a la semana. Los C-Level entonces se resisten, lo bajan a 4 días, pero cuesta implementar eso en toda la organización. Es por eso que muchas veces los C-Level van los 5 días a la oficina y los demás empleados quizás van tres», mencionó Angeli.