Fuente: IProfesional – Alberto Bierfass y Fabio Guerrini fundaron SBG en 2000, pero al año siguiente perdieron todo. Claves para recuperarse y ser líderes en la categoría.
Alberto Bierfass viene de familia de emprendedores a los que no les había ido bien, su papá la «peleaba», cuenta a iProfesional. Cuando ya el título de Contador Público de la UBA bajo el brazo, quiso dejar su trabajo para abrir su propio camino, su madre fue una de las que puso resistencia. «En ese momento no era común emprender, había que continuar trabajando de lo que estudiaste», dice.
Pero él no tuvo en cuenta ese mandato. Y con la convicción de que «hay que encontrar lo que a uno lo llena y hacerlo con ganas, en 2000 junto a Fabio Guerrini creó SBG, empresa que un año más tarde quebró debido a la crisis.
Sin embargo, a base de esfuerzo y trabajo, la empresa se logró recuperar y hoy importan un millón de metros de revestimientos de alta gama al año, fueron pioneros en traer porcelanato al país y dueños desde 2019 de su propio shoowroom de 2.000 metros cuadrados en el barrio de Palermo. Con 54 empleados y 20 contratados para el sector logística, el crecimiento sostenido de los últimos años les ha permitido desplegar un ambicioso plan de expansión.
Dicho crecimiento es producto de casi un cuarto de siglo de trabajo en equipo, de haber tenido la fuerza para levantarse tras haber perdido todo en la crisis del 2001 y de estar siempre atento a las nuevas tendencias sobre el producto, y legislaciones a la hora de traerlo desde afuera.
«Nuestro negocio tiene tres patas fundamentales«, expresa Bierfass a iProfesional. «El producto, la parte financiera donde nos cuidamos de tener crecimiento sólido, y, por último, el estar atentos a los cambios de legislación y movernos rápidamente, exportar cuando hay que hacerlo, invertir lo necesario o lo que se requiera para poder importar de acuerdo a la legislación vigente».
Generar confianza como clave para salir de la crisis
En aquel momento, recuerda el fundador, «le pedimos a los proveedores tiempo para poder pagar, porque habíamos perdido todo en el banco, y fuimos cumpliéndolo el acuerdo a rajatabla, cosa que hoy nos permite tener crédito ilimitado porque vieron nuestro comportamiento histórico».
La empresa se logró recuperar de la quiebra y hoy importa un millón de metros de revestimientos de alta gama al año
A partir de eso, la empresa se fue consolidando paso a paso y creciendo siempre orientados a la importación de porcelanato de lujo y con el tiempo incorporaron sanitarios y grifería de alta gama. Un gran salto fue cuando en el 2013 decidieron apostar a su propio showroom, en ese momento alquilaban un local. El proyecto que culminó con un espacio de 2.000 metros cuadrados, demoró cinco años en efectivizarse e implicó entre otras cosas una, cambiar el mapa societario.
«Éramos tres, nuestro tercer socio es un amigo que nos ayudó, él es mayor que nosotros y cuando tuvimos que tomar la decisión de nuestra propia empresa nuestro propio showroom dijimos, ‘hay que jugar todas las fichas ahí’ y le planteamos que necesitábamos estar nosotros dos porque no sabíamos quién sería su continuador y nos dijo ‘no voy a frenar su progreso’. Tardamos menos de una hora en ponernos de acuerdo en cuánto valía su parte y cómo la pagaríamos y después nos fuimos a almorzar», narra.
El negocio
En la actualidad,los principales clientes de SBG son particulares, constructoras y empresas a las que les proveen el material para todos los locales y sucursales del territorio nacional como, por ejemplo, YPF o Arcos Dorados. La empresa, más allá de los obstáculos del momento, como los constantes cambios en las políticas económicas y las trabas a la importación de los últimos 15 años, hoy maneja una facturación de u$s1.500.000 al mes.
«A todos ellos hay que garantizarles el stock, tienen que saber que cuando quieran el producto, lo van a tener», destaca Bierfass. «Las claves fueron conocer mucho el producto que trabajamos e interpretar bien lo que quería el mercado, adelantarnos siempre en las novedades, viajar a Italia a ver qué es lo que se viene y estar atentos a la vanguardia para tratar de traerlo rápidamente. Nosotros descubrimos pronto el surgimiento del porcelanato y en ese momento hicimos una alianza con una fábrica italiana que sigue siendo nuestra principal proveedora», añade.
Sobre la propuesta de valor, asegura: «La experiencia de compra y que el cliente salga satisfecho y que realmente disfrute tanto del proceso de compra como a lo largo del tiempo de los productos que eligió es lo que nos caracteriza».
Planes de expansión para los emprendedores
Los socios de la empresa no descartan la posibilidad de expandirse. Estados Unidos sería el lugar elegido, aunque prefieren ir con cautela: «Es algo que hay que estudiar muy bien y ser precisos porque conlleva riesgos, siempre fuimos muy precavidos para poder tener buena espalda en los malos momentos», expresa el empresario.
Con54 empleados y 20 contratados, el crecimiento sostenido de los últimos años le permitió a los socios desplegar un ambicioso plan de expansión
Sobre el año que acaba de comenzar, concluye: «El 2024 nos encuentra muy sólidos. Es un año de reacomodamiento, con lo cual somos cautos, pero con la esperanza de que el cambio sea positivo y que hacia fines de esta año o principios del 2025 nos podamos recuperar. Nuestro foco estará en encontrar la forma de llegar al cliente a través de propuestas digitales combinadas con la presencia en la experiencia de compra y mejorar la comunicación digital con el cliente».