Fuente: Clarín – Desde prototipar productos desde cero hasta fabricar objetos únicos, las innovaciones tecnológicas ofrecen un sinfín de oportunidades para impulsar proyectos y fomentar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (PyMES) en un entorno dinámico. En vistas a esto, el Centro de Innovación y Desarrollo de Empresas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) puso en marcha un Laboratorio Universitario de Diseño e Innovación Colaborativa.
Se trata de un nuevo espacio equipado con tecnologías 4.0 de fabricación digital, creado con el objetivo de que a partir de este mes las PyMES del Oeste puedan presentar proyectos o resolver una necesidad específica a muy bajo costo. Además, desde la universidad precisaron que las posibilidades en materia de prototipado “son muy amplias”.
Desde su reapertura el año pasado, la sede ubicada en De los Aromos 6231, del barrio de Ciudad Jardín, volvió a ser un ámbito de referencia tecnológica para docentes, investigadores y estudiantes de la UNTREF.
El responsable técnico del laboratorio, Alejandro Bottini, precisó a Clarín que las posibilidades de crear objetos son prácticamente ilimitadas: “Podemos crear casi cualquier cosa que podamos imaginar, desde el diseño del objeto hasta sus componentes electrónicos y sistemas embebidos para que sean funcionales”.«Podemos crear casi cualquier cosa que podamos imaginar», dijo Alejandro Bottini.
En el nuevo espacio se le puede dar vida a las ideas y trabajar en diferentes etapas del proceso de creación de productos. Se puede usar para crear modelos iniciales de productos desde cero, -comenzando con ideas intangibles-, así como también es útil para hacer prototipos que tengan un diseño estético, desarrollar aspectos técnicos específicos o programar funciones necesarias para que los productos operen.
El lugar cuenta con diversas herramientas, incluyendo impresoras 3D de filamento y resina, tecnologías de fabricación sustractiva como un router/fresadora CNC de 5 ejes y un pantógrafo láser. También dispone de un área dedicada al desarrollo de electrónica y programación, así como un espacio de coworking diseñado para promover la interacción y la colaboración creativa entre las personas.
La posibilidad de crear cosas en lugar de comprarlas en un local permite que la producción se realice en pequeña escala, ya sea a nivel individual o para un grupo pequeño. De acuerdo con lo que explicó el técnico del laboratorio, esto lleva a la aparición de lo que llaman «Prosumidor«, es decir, alguien que a veces produce cosas y otras veces las consume. En lugar de hacer muchos productos iguales en fábricas grandes, se enfoca en hacer cosas únicas centrándose en el diseño.En lugar de fabricar a gran escala, el laboratorio se enfoca en hacer cosas únicas.
Asimismo, Bottini explicó que se promueve el empoderamiento de las personas “de manera a que se apropien técnicas de producción digital y puedan solucionar problemas reales de su vida cotidiana o sencillamente producir algo que no existe o que desean producir”.
En términos de tiempos de producción y costos, Alejandro explicó que el laboratorio les ofrecerá a las PyMES la posibilidad de probar mejoras en los procesos productivos, así como la experimentación e intercambio con profesionales, investigadores y colegas tanto de la institución académica como de otras empresas.
Otra de las ventajas del nuevo laboratorio es que reduce drásticamente los costos de las produccionesa pequeña escala «ya que elimina los pasos intermedios entre el diseño y las máquinas de producción».Otra de las ventajas del nuevo laboratorio es que reduce drásticamente los costos de las producciones.
Si bien en la universidad ya existen varios proyectos en diferentes campos que coinciden en capacidades de fabricación digital, es la primera vez que se implementa un laboratorio de este tipo.
Sobre el proceso de planificación e implementación de estas tecnologías, el responsable técnico recordó que tuvieron que “reacondicionar y adaptar el espacio físico a las necesidades del proyecto junto con el departamento de arquitectura de la universidad”. Además, durante el armado del espacio priorizaron los equipos de fabricación nacional que cumplieran con los estándares de alta calidad.
Por último, Bottini explicó que se inspiraron en proyectos similares de universidades europeas y norteamericanas y las adaptaron a las necesidades locales.